miércoles, 13 de julio de 2011

Asuntos tristes de cada día

Firmar el certificado de defunción supone cerrar burocráticamente la existencia de una persona. Con ese documento, se apagan los datos de una vida. Mirar el cadáver de una persona que conociste viva, su manera de hablar, su razonamiento, su energía o falta de ella en la ancianidad, constituye un acto esencial para un médico. Tan importante como ayudarle en vida a sobrellevar la enfermedad es certificar, cual Caronte - barquero del Hades -, el paso de este mundo al otro no-mundo. La familia expectante, las palabras de condolencia, el comentario sobre la ausencia de sufrimiento en el final de una anciana de 96 años, todo constituye un momento especial para un médico. Pero casi nada es sencillo sino doloroso y de ello se encargan los burócratas y los aprovechados. A media tarde, la llamada del hijo de la fallecida me solicita que debo firmar en un lateral del certificado oficial de defunción una frase que no está incluida en el modelo habitual: "no hay inconveniente para la incineración". En un país donde el porcentaje de incineraciones llega en algún lugar a más del 50%, tener que escribir en un lateral la susodicha frase es patético. Agradecido por mi desplazamiento para firmarlo, me cuenta que le pedían más de 3.000 euros por la versión más sencilla en la primera funeraria y al levantarse de la mesa, le han rebajado 1.000 euros directamente. Cosas de la liberalización. La muerte siempre ha tenido un precio.


5 comentarios:

  1. Llegados a esta punto me gustaría saber cuales son los incovenientes para la incineración en un caso de muerte natural.
    Porque me han demandado muchos actos burocráticos, pero hasta ahora no de ese tipo y me gustaría estar preparado para cuando llegue, que llegará.

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  2. Casualidades de la vida... hoy me he enfrentado a mi primer certificado de defunción, que no he rellenado yo sino un R mayor al que acompañaba. La sensación es indescriptible y nada grata. Sentir a la familia impotente y desconsolada, culpándote a ti (que sólo pasabas por ahí) con la mirada... mientras rellenan los papeles de la funeraria y demás burrocracia y escuchan los sabios consejos de su abogado que ves cómo señala al personal con el dedo... Va a ser difícil acostumbrarse. Una situación así te deja echo polvo para todo el día o, quien sabe, para toda la semana. Un saludo Vicente.

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  3. Cuando lo firmas como parte de lo que has hecho por el paciente y la familia lo agradece, es una sensación positiva. Si es como describes, mejor cumplir y olvidar.

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  4. pues no sé si los muertos catalanes son diferentes (probablemente no) pero aquí para incinerarte lo único q hay q hacer es rellenar 2 certificados de defunción (q no sé yo qué es peor!), sin ningún añadido. siempre me he preguntado qué pasaba con las prótesis. los marcapasos me ha llegado la información de que los sacan (para q no pete la pila al quemarla?)

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  5. Muy buen post que combina muy bien burocracia y cuidado a los deudos del finado

    Por cierto, ¿si te cortan una pierna hay que certificar algo para darle cristiana sepultura o incinerarla a lo bonzo?

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