viernes, 22 de julio de 2011

Relatos anatómicos de verano: las manos

La mano que mece..., la mano que saluda, la mano que dice adiós, la mano que se posa sobre mi cabeza y acaricia mi calva, la mano que aplica el protector solar sobre mi velluda espalda. La mano que suda cuando vas de la mano en verano, la mano que transmite el frío al tocarte cuando es invierno. Todas son tus manos, todas las conozco. He visto actuar a tus manos en muchas circunstancias, pero recuerdo una especialmente.
Quedaban pocos días para mi cumpleaños. Pensar un regalo, hacerlo especial y no rutinario, es un reto, a veces difícil de resolver. Tú lo haces muy bien. Pero no solo el contenido adecuado, también el continente. Oí ruido en la habitación de al lado de donde estaba leyendo y me asomé discretamente. Ruido de papel para envolver. Un papel especial, de color beige ligeramente brillante y tacto aterciopelado. Te vi doblar las esquinas con delicadeza y alisar las superficies para evitar las arrugas. Las manos trabajaban con precisión y sin dudar, a pesar de no tener la experiencia de haber trabajado en una tienda. Vi que sacabas de la bolsa una hermosa cinta de color verde oliva - me encanta el contraste entre el beige y el verde oliva -. Estiraste, mediste y cortaste con decisión la longitud adecuada. Mi admiración crecía al verte doblar y ajustar la cinta al paquete. Ambas manos desarrollaban un grácil movimiento mas propio de un prestidigitador. Finalizaste la tarea con un hermoso doble lazo que caía simétrico hacia los lados del paquete.
Me dará pena abrir el regalo, desgarrar tan hermoso papel, desanudar o con las prisas, cortar la cinta. Seguro que me gustará su contenido. Pero lo que es cierto es que tengo mucha suerte de recibir un regalo que ha sido envuelto por tus manos. 

2 comentarios:

  1. Tus relatos anatómicos de verano, se están covirtiendo en una brisa dulce y agradable para disfrutarlos en silencio, como los amaneceres .... el inmenso valor de los pequeños y cotidianos detalles, que hacen de este mundo ese sitio fascinante .... ¡gracias!

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  2. Ahi esta lo verdaderamente hermoso,en esos detalles infimos.

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