martes, 20 de agosto de 2013

Celebrando el Koriteh (fin del Ramadán)


Gambia es un país mayoritariamente islámico, aunque existen y conviven pacíficamente otras religiones. Practican un islam sunnita tolerante sin que hasta el momento, ningún movimiento radical haya calado en su población. Para todo el ámbito islámico, el fin del Ramadán es uno de los acontecimientos básicos de su religión y una gran fiesta social. Éste se produce cuando el imán de la mezquita de cada pueblo ve aparecer en el cielo la Luna creciente del siguiente ciclo lunar. El pueblo vivía con excitación el momento de su llegada, y aunque las predicciones de aparición de la Luna se conozcan, ésta debe ser vista en cada aldea por cada imán. Se finaliza el ayuno reglamentario y se producen tres días de celebraciones.
Al atardecer, nos dirigimos a una zona del pueblo donde se podría ver la Luna. El lento paso de la luz a la oscuridad transcurría en un día favorable, donde el cielo estaba despejado; además, la no existencia de luz eléctrica en el poblado y alrededores facilitaría mucho su visión. Venus apareció en primer lugar en el ocaso incompleto del cielo. Los gritos de júbilo surgieron poco a poco, mientras ellos señalaban en el horizonte un punto donde se veía la mínima luna creciente, destacándose poco a poco según el cielo iba oscureciéndose. Era una celebración comunitaria que recordaba a los momentos simbólicos de nuestra sociedad como la Navidad o el Fin de año.
Al día siguiente, el pueblo vestía sus mejores galas y celebraban en la mezquita una gran oración. Nos invitaron a presenciarlo amablemente. En las kundas (barrios organizados por familias) sus numerosos miembros compartían la comida y la fiesta.


La mayor parte de nosotros no tenemos contacto cercano con personas de otras culturas y religiones. Vivimos bajo nuestro patrón cultural y tendemos a minusvalorar, por desconocimiento y prejuicio, otras realidades. Ver las celebraciones de un pequeño pueblo de Gambia bajo el patrón islámico me hacía recordar mucho las fiestas patronales de los pueblos de España, sobre todo durante mi infancia veraneando en un pequeño pueblo de Cuenca. La ropa nueva y elegante, la prédica del cura/imán, la fiesta gastronómica. Sin duda, la religión da coherencia social a los grupos humanos y es un factor educativo sobre costumbres y valores en sociedades poco desarrolladas. La religión es un rito social y una construcción cultural, evidentemente desde mi posición atea. Aún así, disfruté por compartir con los mandingas del pueblo de Kuwonku una fiesta a la que ellos dan una gran importancia y que les une como grupo identitario.



1 comentario:

  1. Te felicito por esas fotografías que muestran la preocupación, la elegancia con que visten esos coloridos trajes, y la convicción con que celebran sus fiestas religiosas.

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