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domingo, 18 de mayo de 2014

Todos los MIR a la privada


En el número de hoy de la Revista Médica nos presentan un reportaje que define muy bien la situación actual, y aún más, la que viene para los próximos años. Pero antes voy a contar una anécdota que me relató un residente de cirugía que finalizaba su formación MIR en un prestigioso centro público.
"Cuando acabé la residencia sabía que no era fácil quedarme en el mismo hospital donde me había formado y en el que todo el mundo me apreciaba. Aún así, pregunté en dirección si había alguna posibilidad a corto o medio plazo, dado que varias personas del servicio iban a jubilarse. Me contestaron que aquí no podemos contratarte, ni siquiera eventual, vete a las privadas a las que mandamos los pacientes que allí van a necesitar más gente. Así hizo, y así trabaja".
Llevamos años desmontando la estructura de la sanidad pública de nuestro país. Ante la existencia de listas de espera quirúrgicas o no, se ha optado por derivar a centros privados y pagar por ello, en vez de reinvertir en la mejora de la gestión y de recursos humanos de los centros públicos. Y esto no es una decisión cualquiera, es una apuesta por la reducción hasta la mínima expresión de la sanidad pública, igual que a la educación, igual que a la gestión de numerosos servicios de interés general. En Madrid somos campeones de ello. A pesar del parón de las privatizaciones, las derivaciones por las que hoy ha salido a la calle la Marea Blanca, son el Caballo de Troya de la política del partido gobernante.

El dinero derivado a estos centros concertados supone enormes cuantías que aumentan su poder y su capacidad resolutiva, asumiendo cada vez más tareas en una espiral de alta rentabilidad. Mientras tanto, los hospitales públicos ven menguados sus recursos y presupuestos. La relación entre el Hospital Puerta de Hierro y la Fundación Jiménez Díaz es una buena prueba de ello. Mis últimos pacientes intervenidos de cataratas en dicha institución firmaban una "factura" de 900 euros por dicha operación. Y según me contaron "éramos unos 25 para operar ese sábado por la mañana".

Pero ¿para qué esperar a acabar el MIR? Dado que la oferta de docencia MIR va aumentando cada año en los hospitales privados, hacer el MIR en ellos se ha convertido en una interesante oportunidad laboral, en detrimento de unos centros públicos que ya avisan de que no van a contratar a nadie. Tenemos una enorme maquinaria de formar y estrujar residentes que luego no van a tener oportunidades laborales a corto plazo. En cualquier especialidad. Salvo en la privada.

No quiero ser agorero pero cada vez que miro al futuro más cercano veo muchas sombras o quizás, y no quiero reconocerlo, un plan muy trazado y delimitado de medio recorrido donde la sanidad española va a dar una vuelta de campana a sus estructuras. Y creo que sé quiénes tienen la culpa.

3 comentarios:

  1. Creo que todos sabemos quién tiene la culpa. Pero sorprendentemente, las próximas urnas dudo que muestren cambios. Quizá tenemos lo que nos merecemos.

    A mí, personalmente, me ATERRA que algún día la sanidad pública desaparezca, o que quede tan reducida que no ofrezca oportunidades de salud de verdad a nadie. Tengo clarísimo que si sigo vivo es porque he podido disfrutar de una sanidad pública de cierta calidad, mejorable pero digna y eficaz. Quizá otras personas creen que la sanidad pública no les ha ofrecido nada, o que no es necesaria. Conozco a mucha gente de esa, que paradójicamente no podrían permitirse un seguro privado. A mí, siendo diabético y con mi edad, es que ni me asegurarían.

    Pero hay que tener claro que la política de destruir desde dentro un servicio público para que su calidad decaiga y la población lo acabe asumiendo como prescindible (o sustituible por iniciativas privadas), se hace porque lo permitimos. El día 25 les daremos una prórroga de patente de corso. Ojalá me equivoque, pero no espero milagros.

    Algún día nos lamentaremos de lo que perdimos. Por culpa de muchos, pagaremos el pato todos.

    Visto como está el tema, Vicente, otra vez tengo que darte las gracias por optar por la pública. No sabemos los buenos profesionales que tenemos, y no somos conscientes de cómo os precarizan. Y precarizando al profesional, precarizan al paciente. Al tiempo.

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  2. La "culpa" (muy católico esto) es como la causa de la enfermedad y creo que llevamos años intentando explicar a tirios y troyanos qué es la multicausalidad. Asi que de nada vale el "y tú mas". Cada uno debe hacer lo que le toca, porque en relación a la Sanidad Pública puede que, como bien está dicho, llegue el día de "entre todos la mataron y ella sola se murió". Mas introspección, de TODOS, puede que sea un buen remedio

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  3. En relación a la factura de 900€, le diré que ese es el precio de una catarata en el sistema público de salud extremeño. De hecho, un ex alto cargo del gobierno socialista, le propuso a un oftalmólogo que si le podía enviar a gente para reducir lista de espera antes de las elecciones de 2011. El médico que dijo que no tenía problemas, pero que él cobra 450 euros por catarata y que eso es lo que le iba a cobrar al sistema de salud. El dijo que no podía bajar de 900€ porque si no "los sindicatos se me echan encima".

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