domingo, 5 de abril de 2015

Las salchichas y la mamá resabiada

La publicidad es el difícil arte de hacerte convencer de que adquieras un producto, cuando en el fondo no lo quieres. Hay obras de arte dentro de la publicidad y hay manipulaciones groseras y burdas. 

La industria alimentaria es una de las que más invierte en publicidad en todo tipo de medios, sobre todo televisivos. Hay tantos alimentos preparados a la disposición del consumidor en los estantes de los supermercados que nadie va a hacer un análisis racional de los mismos, va a escoger por el impacto subliminal que la publicidad deja en nosotros tras ser expuestos. Hay publicidades manipuladoras que se ven desde lejos pero que son eficaces: la Coca Cola es un gran ejemplo.

Juan Revenga El Nutricionista de la General, JM Mulet con su blog y libros y Julio Basulto también, están difundiendo en las redes y en los medios generalistas de comunicación, información veraz y crítica sobre la alimentación y la nutrición. Desmontar los mitos nutricionales erróneos y las manipulaciones de la industria alimentaria es un buen objetivo 

Las salchichas han sido siempre un alimento barato y no muy recomendado en una dieta saludable. Sin embargo, sus fabricantes insisten una y otra vez en lo buenas que son.



Salchichas: fuente de proteínas y fósforo. 

Es el lema de esta campaña.
Si cogemos una de las salchicas anunciadas de Campofrío y observamos la composición:

- La cantidad de proteínas por 100 gramos es de 14g, mientras que la de grasas es de de 22g.
Podríamos anunciar de forma más veraz, fuente de grasas, proteínas y otras cosas. Obviamente la palabra grasa está proscrita en el lenguaje alimentario y las proteínas son fuente de poder y energía en el imaginario colectivo. Además de la carne de pollo, echan un poquito de soja y leche y así tenemos más proteínas.
- Nos dicen también la cantidad de sal que contiene, pero... y el fósforo ¿dónde está el fósforo?
No aparece el fósforo de forma expresa, entonces ¿para qué anunciarlo?

El fósforo va unido al metabolismo del calcio y es extraordinariamente raro que haya un déficit nutricional que lo altere. Su déficit siempre será debido a una patología metabólica.
La European Food Safety Authority nos informa de las fuentes dietéticas de fósforo y las cantidades medias ingeridas en países de la Unión Europea:
Los principales contribuyentes de la ingesta de fósforo en la dieta son los alimentos con alto contenido en proteínas; es decir, la leche y los productos lácteos, seguido de la carne, pollo y pescado, cereales y legumbres. Basado en datos de hasta nueve países de la UE, los consumos de fósforo oscilan entre 265 y 531mg/día en los bebés, entre 641 y 973mg/día en niños de 1 año a <3 años, entre 750 y 1.202mg/día en niños de 3 a <10 años, entre 990 y 1.601mg/día en niños de 10 a <18 años y entre 1.000 y 1.767mg/día en adultos (> 18 años).
Vemos que el fósforo está en los alimentos proteicos, bien, y otras muchas cosas más. ¿Para qué hay que resaltarlo? Porque en el imaginario colectivo de la población, fruto de años de tonterías manipuladas y de productos farmacéuticos al uso, mucha gente cree que el fósforo potencia las capacidades intelectuales de los niños y los adultos.
No va a ser Campofrío la que se encargue de desmontar esa idea, sino de aprovecharla para llevarse el ascua a su sardina, perdón, su salchicha a la sartén de teflón en la vitrocerámica.

La abuela tiene razón en casi todo lo que dice. Y la mamá repipi y de buen rollito es una listilla ignorante.

6 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu artículo, pero quería comentar una cosa.

    Da igual lo que digas, da igual lo que adviertas, desde el momento en que alguien no mira la composición de algo que se come o bebe tengo claro que la publicidad va a tener más peso en sus decisiones dietéticas que el consejo de un experto. Y ojo que no digo que el que come salchichas es idiota, lo que digo es que hay que comer con conocimiento de causa y no creerse lo que diga un anuncio de la tele. Yo como salchichas (y otras marranadas peores) de vez en cuando, y créeme que no lo hago por las "bondades nutricionales" que me anuncian por la tele, lo hago porque de vez en cuando me gustan esas marranadas pero sé lo que me estoy comiendo, el riesgo que corro y ya valoro yo si me merece la pena o no, que eso es cosa mía.

    Darle a tu hijo fuagrás a cubos porque "tiene hierro" o salchichas porque "tienen fósforo" cuando no te has molestado en leer qué lleva realmente y qué le estás dando realmente a tu sedentario hijo es de ser negligente en mi opinión.

    Así y todo, sé que te gusta educar y lo valoro mucho. Yo no tendría tantas energías así que en este tema hago igual que con la homeopatía: te admiro.

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  2. Quería hacer un segundo comentario pero por su naturaleza he preferido separarlo. Dejo a tu juicio si publicarlo o no, porque mi información no es tan de primera mano como yo querría y además no he podido hacer un análisis exhaustivo.

    Como digo, tengo poca información. Sin embargo, puesto que la gente que me proporciona esa información lo hace pensando que es positiva, supongo que no es fruto de una manipulación generalizada de los usuarios de los servicios de los dietistas/nutricionistas y me he formado una opinión.

    No conozco a muchos nutricionistas de primera mano, eso es verdad, andarán por la media docena, una docena si añado personal sanitario que aparte de su labor principal (médicos, enfermeras, etc.) son además nutricionistas (con título universitario, me refiero), pero sí que tengo muchos conocidos que usan estos servicios que se han puesto tan de moda para perder unos pocos kilos en poco tiempo. Sinceramente, y por mi reducida experiencia, me dan miedo.

    En el caso de los nutricionistas que conozco (unos 30, grosso modo) no hay casi ninguno que no recomiende dietas milagro o absurdas, desde dietas disociativas hasta tratamientos con sales de Epson, pasando por la dieta de la manzana, la dieta del grupo sanguíneo, la de los alimentos incompatibles con tu ADN o la de los complementos homeopáticos. Todos con su título universitario, o al menos no me consta ninguno que no lo tenga.

    Un espacio muestral ridículo, lo admito, pero me cuesta trabajo pensar que me llegan las burradas de los únicos 30 magufos del negocio, y que todos los demás son profesionales competentes. Tampoco pienso que sea un mal endémico de la profesión, pero me preocupa.

    Conozco a tres nutricionistas, y sólo tres que eran profesionales como la copa de un pino, que educaban en alimentación en lugar de poner una dieta mágica con la que perder peso rápidamente (y recuperarlo más rápidamente si cabe). Estos de primera mano, no he sido cliente suyo pero he hablado con ellos de sus prácticas laborales. 3 de 30. Espero que sea una aberración estadística, pero me huelo que esta profesión está repleta de magufos y temerarios. Al menos creo que hay suficientes como para tener que investigar un poco cuando se quiere acudir a uno de ellos.

    ¿Y por qué pienso eso con un espacio muestral tan increíblemente pequeño? Pues porque en esta profesión lo magufo y lo temerario venden, y ganar mucho dinero es una motivación poderosa, existe el peligro de que acabes usando principalmente la magufada y la dieta Atkins como herramientas principales en tu consulta. No digo que todos tengan una ética relajada, pero en mi opinión hay demasiados que lo hacen. Y no sólo en el ámbito privado.

    ¿Que hay nutricionistas como los que citas en tu entrada? Por supuesto. Y se les reconoce la profesionalidad y la ética a distancia. Y los incorporo a mi espacio muestral, ya son 6 frente a algo más de 30. Pero es que en cuanto les lees ya te das cuenta de que son diferentes. No pontifican, dan consejos respaldados por estudios clínicos serios, dicen cosas sensatas en general, y creo que es muy sencillo distinguirlos de los estafadores, pero el problema, Vicente, es que cuando un estafador te hace perder 25 kilos en mes y medio, se lo recomiendas a todo el que quiera escucharte aunque estés en plena cetoacidosis camino del servicio de urgencias (eso lo ha visto servidor, y no daba crédito...). Cuando un buen nutricionista te enseña lo complicado que es comer de forma adecuada y encima te dice que sentado todo el día lo que más vas a perder con la dieta es masa muscular, pues no lo recomiendas.

    Perdón por el ladrillazo, pretendía ser más breve pero bien sabes cuánto me enrollo, e insisto en que tienes plena libertad (faltaría más, es tu blog) para editar el comentario como creas conveniente. Y muchas gracias por volverme a educar, mostrándome los buenos profesionales que hay en este ámbito.

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    1. Gracias por tus amables comentarios, como siempre. Realmente es difícil encontrar un profesional que te genere confianza y conocimiento. Y en todas las profesiones los hay.
      Los nutricionistas tienen un gran papel en nuestra sociedad, hay que dar voz a los que lo hacen bien y lo divulgan adecuadamente.
      Un abrazo

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    2. En todas las profesiones hay gente muy competente (y muchas veces poco valorada), gente menos competente y algún sinvergüenza estafador. En mi campo laboral, sin ir más lejos, la norma son los estafadores.

      No pretendía insinuar que la mayoría de nutricionistas sean poco de fiar, aunque bien visto mi comentario suena a eso. Lo que quería decir es otra cosa, que es la que más me preocupa.

      Desde hace tiempo se ha puesto de moda ir al fisioterapeuta y al nutricionista, entre otros, y eso ha disparado la demanda. No digo que sea malo acudir a estos profesionales, en absoluto, simplemente digo que hay un aumento considerable de la demanda y eso ha modificado mucho la oferta. Donde hay un buen negocio, no tardan en aparecer los oportunistas, y en temas de salud el oportunismo deriva en magufadas porque la gente al final quiere respuestas sencillas y directas a sus complicados problemas, y ahí reconocerás que lo magufo campa a sus anchas.

      Por lo que he visto a través de los profesionales que citabas en tu entrada, el problema es que los buenos nutricionistas son menos visibles. No me extraña tampoco, quien hace bien su trabajo es menos visible que quien lo hace con circo. Tu entrada es una buena muestra: un nutricionista competente dará consejos útiles y enseñará a comer; la tele te dice que las salchichas son geniales para tu hijo. ¿Qué mensaje queda? Pues eso.

      Me alegra haber conocido a estos tres nutricionistas, y a otros a través de ellos, de sus blogs y de las cosas que cuentan. Gracias a ti construyo una red de buenos profesionales que haga de contrapeso a esas más de dos docenas de caraduras que están minando la salud (y el bolsillo) de gente cercana a mí. Y a ver, no es que les pongan una pistola en la cabeza, son adultos y si tragan con esas estupideces es culpa suya, pero me molestan los magufos, los timadores y los caraduras.

      De nuevo he de agradecerte que hayas ampliado mis conocimientos, y de hecho me has tranquilizado mucho porque como te contaba mi experiencia era limitada pero muy preocupante para mí porque tenía la impresión de que era una profesión repleta de gente nefasta (como la mía, profesión contaminada por incapaces donde las haya, de ahí que la dejase).

      Me quedo con una reflexión de uno de los blogs, que animaba a enseñar a comer adecuadamente en los colegios. Como principio me gusta, es una idea atractiva. No creo que funcione porque al final a comer aprende uno en casa, creo yo, y siempre pesará más el estilo dietético que observemos a nuestros padres que lo que nos puedan enseñar en el colegio, pero no me parece mal comienzo. Si las matemáticas son imprescindibles para la vida y por eso se enseñan desde bien pronto, ¿no lo es también crear hábitos saludables? Además, me imagino yo, los magufos siempre lo tienen peor para comerle la cabeza a la gente bien informada.

      Reitero, muchas gracias por la valiosa información, y a título personal gracias por mostrarme a estos buenos profesionales. Es un gusto que le abran a uno los ojos, de verdad.

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  3. Gracias por tu artículo. Es con una mente gustosa de inspirar y dar consciencia. Tenemos los medios para lograrlo. Comencemos a dar batalla.

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  4. Cada vez que veo ese anuncio me pongo mala... Que asco de manipulación que intentan hacer y por desgracia en muchos casos consiguen.

    Gracias por abrir los ojos a la gente que se cree esas milongas

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