viernes, 22 de abril de 2016

Acupuntura. El teatro de las agujas (II) El bonito relato de las bases filosóficas

La acupuntura, como terapia médica, es inseparable del contexto cultural y filosófico donde se desarrolló. Simultáneamente a la existencia de las religiones politeístas y monoteístas en el occidente cultural, las religiones basadas en las leyes naturales se difundieron en el oriente geográfico. Tanto el budismo como el taoísmo y el confucianismo sostienen que el orden sobrehumano que rige el mundo es el producto de leyes naturales y no de voluntades y caprichos divinos. La íntima armonía entre la naturaleza y el ser humano y la búsqueda del equilibrio entre ambos, impregnan estas culturas religiosas. En este contexto, la acupuntura busca la forma de solucionar los problemas de salud restaurando la armonía energética.

Imagen del la Wikipedia
Los principios básicos de la acupuntura se adaptan a a esta visión del mundo:

- Qi, la "energía vital" que impregna todas las cosas, adopta diferentes formas y viaja a través de los meridianos situados en el cuerpo. Dicha energía es la que comunica las distintas partes del cuerpo y establece las bases para que su modificación pueda producir resultados en el ser humano

- Yin y Yang son los opuestos complementarios, utilizados para describir todos los fenómenos de la naturaleza. Yin es la parte más material, los estados densos de la materia mientras que el yang representa los estados más inmateriales. La interacción entre los dos opuestos es algo dinámico y cíclico. Para la acupuntura, la salud es un estado constante de equilibrio dinámico, utilizando un complejo sistema de medidas cualitativas para etiquetar a un paciente.

-  Los Cinco Elementos, junto con la teoría del yin / yang forman la base de la teoría de la medicina china. Los cinco elementos son la madera, el agua, el fuego, la tierra y el metal. No son elementos básicos de la naturaleza, sino que representan diferentes procesos básicos, cualidades o fases de un ciclo  en la descripción global de la dinámica de equilibrio que tiene cada persona.

Toda esta descripción define un bonito relato en el que encajar la vida, la enfermedad, la naturaleza, el equilibrio. Muchas pseudoterapias utilizan estos elementos y este discurso argumental. Siempre se habla de reencontrar la armonía, de que las enfermedades son originadas por las alteraciones emocionales y la ruptura de la relación con la naturaleza. Todo ello nos dibuja un cuadro pastoril y utópico que tuvo una gran éxito en el occidente cultural de los años 60 y 70 del siglo XX. Son argumentos que se difunden con facilidad y que están muy alejados del conocimiento científico que se despegó espectacularmente en esas décadas y las posteriores.

No pretendo describir aquí con detalle los rasgos y características de la medicina tradicional china y sus bases filosóficas,  pero queda muy claro a día de hoy que no tienen ninguna correlación con la anatomía y la fisiología que conocemos. Ni los meridianos siguen las estructuras del sistema nervioso central y periférico, ni el Yin del hígado y el Yang de la vesícula biliar almacenan ninguna energía vital ni nada que no surja de la invención literaria y filosófica de pensadores que vivieron hace más de 1500 años y que desconocían cualquier atisbo de nuestra actual descripción de la fisiopatología humana. 

El problema no está en que a lo largo de la historia haya habido numerosas interpretaciones del hecho de enfermar, de las relaciones entre el entorno y la salud, del beneficio del equilibrio natural emocional y físico; sino que, actualmente, haya gente que crea en interpretaciones obsoletas o meramente filosófico-religiosas a pies juntillas, como si no hubiera habido ningún avance en el conocimiento del cuerpo humano. Por ello, pretender que la aplicación de terapias basadas en teorías descriptivas sin base empírica, hoy en día, sean una aportación válida a la salud humana, más allá del repetido y frecuente efecto placebo, parece ilusorio. 

Imagen del http://fengshuipilarcalmaestra.blogspot.com.es/p/los-cinco-elementos-y-la-medicina.html

martes, 19 de abril de 2016

Acupuntura. El teatro de las agujas (I)

En la lista de terapias que se han aplicado a los seres humanos enfermos a lo largo de la historia tenemos una larga lista de métodos terapéuticos que, a pesar de haberse usado durante largo tiempo, han ido pasando al olvido y a la historia por su inconsistencia científica y su falta de lógica teórica y empírica basada en los conocimientos de la física, la química y la biología de los últimos doscientos años. 
En nuestros días todavía tienen predicamento y uso dos técnicas con una popularidad inmerecida. La homeopatía ha sido objeto en los últimos años de análisis y escrutinio público de una forma relevante. Somos muchos los que hemos contribuido a ello y creemos que la iniciativa #NoSinEvidencia fue una de las más importantes. Quizás en este momento debemos poner la atención en la acupuntura, otra técnica "milenaria" utilizada de forma importante en todo el Occidente cultural y que mantiene una imagen pública de calidad y eficacia que no se corresponde con la realidad científica.



Igual que ocurre con la homeopatía, que una técnica o terapia que no está basada en el conocimiento científico sea popular y aplicada o recomendada por profesionales sanitarios formados académicamente, no es un asunto sin importancia o irrelevante. La sociedad entrega el aval de la confianza social a las personas preparadas académicamente para cuidar su salud, al igual que a un arquitecto, un ingeniero o cualquier otra profesión en las que sus obras sean relevantes y necesarias. Aplicar las mejores técnicas y conocimientos basados en la ciencia y no en las anécdotas o en la simulación y manipulación de la voluntad de los enfermos es un deber ético. Ese rigor es necesario y educativo para la sociedad.
Lamentablemente, no siempre es así. Por ello, veamos que hay detrás de la acupuntura, de la introducción de agujas en el cuerpo para estimular unos supuestos canales de energía que provocarían el alivio y la sanación de multitud de enfermedades. Veamos que hay detrás del teatro de las agujas