Tras la publicación de la Defensora del Lector de un 
editorial crítico con un artículo escrito por una periodista de EL PAÍS, distintos medios sanitarios han criticado su posición, arremetiendo contra Milagros Pérez-Oliva de forma bastante agresiva, como nos cuenta Fernando Comas en su 
Pharmacoserías. La base del problema está en los límites de la influencia que puede y quiere ejercer la industria farmacéutica sobre los medios de comunicación para transmitir su mensaje. Tras muchos años, donde los médicos éramos los influenciables, ahora el debate está en las 
asociaciones de pacientes y en los 
medios de comunicación. Por lo que se 
ve, no todos están dispuestos a realizar este debate.
Sin ánimo de polémica y sin querer que me pongan verde, traigo un ejemplo dónde "es imposible" ver alguna influencia de la industria farmacéutica en los medios de comunicación sanitaria. 
SemFYC ha entregado hoy los premios a la investigación de la revista Atención Primaria. Ésta XVIII edición ha premiado dos trabajos 
Pues bien, para un conocido 
medio sanitario, la noticia se transforma de la siguiente manera:

Queda claro, que tener el accésit es más importante que el primer premio y que dar a conocer al patrocinador es motivo de titular. Conflicto de intereses, ninguno. A esto se le llama transparencia informativa.
Gracias Vicente..."seguiremos matando canallas con el cañón de futuro".
ResponderEliminarCordiales saludos
fernando comas