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sábado, 1 de enero de 2011

Empezando el año: sin tabaco

Por fin. Tras varios años de esfuerzos por parte de las sociedades médicas -en esto hemos estado todos de acuerdo-, la Comisión Nacional de Prevención del Tabaquismo y otras instituciones, se publica la modificación de la Ley del 2005 que estableció las primeras limitaciones al consumo del tabaco en los espacios públicos. El bajo porcentaje de locales públicos que optó por ser libres de humo, junto a la permisividad social que todavía persiste con los fumadores públicos, hizo que el impacto real de las limitaciones al consumo del tabaco fueran muy pequeñas.
El debate sobre la libertad del fumador, el "acoso", "pues si es tan malo que lo prohiban" que llegó a decir una cercana autoridad autonómica, quedan atrás como pobres argumentos de un mal debate.
El consumo del tabaco es una lacra sanitaria que provoca mucho sufrimiento. Intentar que las nuevas generaciones no se incorporen a su consumo, ayudar a los fumadores a eliminar su adicción es la tarea que tenemos por delante. Nada fácil. La propia Ley recomienda que se hagan programas específicos para esta misión, me imagino que como siempre, a costa de los relajados centros de salud. ¿Algún ilustre redactor de la Ley sabe cuál es el mínimo tiempo para abordar el tema, calibrar la motivación, dar pautas, valorar el uso de medicación o terapia sustitutiva, aconsejar visitas de seguimiento? En mi propia experiencia no menos de 15 minutos. ¿Qué otras cosas dejo de hacer para cumplir esta necesaria misión en mi apretada agenda de kalidad?
La ley contiene una curiosa excepción. Los únicos lugares públicos donde se permite fumar en espacios habilitados expresamente son: cárceles, instituciones psiquiátricas, residencias de mayores y discapacitados y unos "originales" clubes privados de fumadores. Parece que los zonas de "sombra" de nuestra sociedad necesitan esas "libertades" para evitar males mayores.
Espero que entre todos podamos ayudar a los fumadores a dejarlo. Sin magia, sin resultados maravillosos "garantizados", con esfuerzo y voluntad. Pero en este campo, siempre habrá "listos" que ofrecen una solución maravillosa.
Foto: Cartel en un concurrido centro comercial de Majadahonda.

4 comentarios:

  1. Y el tratamiento se lo paga el fumador (aunque se paguen los tratamientos de deshabituación de otras drogas que son ilegales y por las cuales, como es lógico, no se pagan impuestos por consumirlas).
    Estoy con un amigo fumador impulsando el que se prohiba la venta de tabaco, lo consumiremos del mercado negro, y por lo menos no le estaré dejando dinero a esta hipócrita sociedad que me lo vende (llevándose un pastón de ello) y a la vez me trata como un apestado.

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  2. Cuanta controversia con la dichosita ley....muy buena entrada!
    Por cierto, si te quieres pasar por mi blog, estás invitado!

    http://elpacienteytu.blogspot.com

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  3. Feliz Año , Vicente!
    En Uruguay se ha implementado la ley antitabaco ya hace 5 años con la oposición al principio de los bares y restaurantes . Paulatinamente se ha logrado su adopción .
    Peor las tabacaleras le han puesto un juicio multimillonario al país.
    Seguramente España lo tendrá mucho mas fácil al tratarse de un país europeo . Siempre se las toman con los países sudamericanos , pues nos creen analalfabetos e idiotas
    Suerte y chau!

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  4. Escandaloso tema que por aquí no lo ha comentado la prensa, por lo que es desconocido.
    ¡Ánimo!

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