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domingo, 27 de febrero de 2011

No queremos ser agredidos

La agresión de un individuo "trastornado" a un centro de salud ha reabierto la herida que todos sufrimos cuando asesinaron en Murcia a una residente de Medicina de Familia. El centro también era de "bajo riesgo", no había "ninguna razón" para que ocurriese, pero ocurrió. Vivimos con lo imprevisible, pero en nuestro trabajo, esta "imprevisibilidad" del "accidente" no parece consustancial, ni que consideráramos trabajar en un centro de salud o un hospital, un trabajo de "riesgo" para las agresiones. Pero las agresiones existen, afortunadamente extraordinarias las de mayor gravedad. El área de recepción es, probablemente, la zona de más riesgo. Todas las disfunciones del sistema sanitario se pueden ver reflejadas en dicha área, siendo los administrativos la primera línea: los retrasos en las citaciones, los posibles errores en una gestión, generan la frustración y la ira de algunas personas. 
La mayor parte de los pacientes son amables y comprensivos y no se necesita ninguna medida extraordinaria, pero para ese mínimo porcentaje de violentos o psicópatas, sí debería haber medidas de seguridad generalizadas como las mamparas de seguridad.

4 comentarios:

  1. La capacidad de tolerancia de las personas ante cualquier inconveniente de padecer algo y necesitar asistencia sanitaria está por los suelos.

    Cualquier cosa se considera "una vergüenza de juzgado de guardia". A todas horas en las salas de espera los pacientes comentan que les hicieron esperar para operarse en lugar de operarles de urgencia (muchas veces hay que esperar y no se puede) o que les dejaron en una cama en el desperar de quirófano durante dos horas sin dirigirles la palabra. Que la consulta tardó, que le citaron a una hora que le venía muy mal sin poder elegir otra. (Qué vergüenza).
    O que con los dolores que tenía en la resonancia no vieron nada "serán incompetentes".
    O incluso que se le da de alta a una persona tras una amputación de ambas piernas sin que pueda caminar.
    Todo se puede protestar.
    El abuelo estaba bien pero le dió un ACVA y ahora le "han" dejado con un brazo que no funciona: han sido ustedes, la Seguridad Social, la negligencia médica, "debería caerseles la cara de vergüenza".
    ¿Cómo se puede dejar un mes a una persona con la pierna escayolada?
    ¿Como se puede dejar a alguien con medicación para el resto de su vida?

    Los pacientes ven el error médico en todo, absolutamente todo lo que no sea vivir sonrientes y hermosos como modelos de anuncio de televisión o actores de teleserie. Y la culpa la tiene el médico que debe cobrar un sueldo desorbitado por no hacer nada, absolutamente nada.

    El día que le protestas a otro profesional por su trabajo se encoje de hombros y ahí te quedas, pero al médico, al médico le puedes insultar, le puedes considerar culpable e incluso aparecer en televisión contando su negligencia incluso antes de que un juzgado le haya culpado. Le puedes insultar, golpear, poner reclamaciones dementes. Pero después eso sí, que te atienda puntual, sonriente y que todo vaya bien siempre.

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  2. Si miramos a otros profesionales a los médicos y otros sanitarios se les exige mucho más y se les toleran menos cualquier mínimo error o cualquier retraso en la asistencia.

    Llamas a la peluquería, te dan cita para dentro de 10 días. Te queman el pelo con el tinte y te hacen un corte que no habías pedido, pero a la hora de pagar nada.

    Te deja de funcionar la caldera en pleno invierno, piden una pieza pero tardan una semana en volver a cambiarla, funciona un día y vuelve a estropearse, vuelven tarde, otra vez y por fin funciona, te cobran 400 euros y te quedas tan agusto. Dandoles las gracias.

    Haces una reforma en casa y ya se sabe, efectos secundarios: polvo, pintura en los muebles, algo deja de funcionar, tadran un mes, te cobran un ojo y los desperfectos "ya volveremos" y nunca vuelven. Pero no pasa nada. Pagando en negro salió más barato y no se puede protestar porque se lo han encargado a un cuñado del primo del tercero.

    Eso sí, si el médico lleva retraso en la consulta se le pone una queja, si en urgencias no te atienden montas el pollo. A la mínima insultas a todo el que te cruces en el hospital o centro de salud, le dices a todos tus conocidos que la sanidad va muy mal y que sin duda cometieron una, una omisión del deber de socorro, mala praxis y negligencia al dejarle sufriendo con sus hemorroides a las 4 de la mañana sin enviar un helicóptero o al 112, y sin otro tratamiento que el habitual (el de todo el mundo vamos, con lo especial que yo soy) y lo que he cotizado a la Seguridad Social, bueno, yo no, mi marido que está prejubilado a los 50. NOSOTROS PAGAMOS SU SUELDO y ellos nos dejan morir.
    No hay derecho a que se me caiga el pelo, no hay derecho a que me salgan arrugas, no hay derecho a que retenga líquidos en la barriga y mi médico no me haga caso. Es una vergüenza que la dejen a una así después de que mataran a mi madre con 90 años porque no pudieron curarla de la tos.

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  3. En nuestra profesión esto es una constante, el hecho de que realicemos bien en la medida que podemos nuestro trabajo, para esto nos pagan y es nuestro deber. Otra cosa es como nos perciben los pacientes , les hacemos mil veces las cosas bien, pero basta que una no salga como ellos esperan y has acabado para siempre, o se cambian de médico o te dicen que eres un incompetente o lo comentan con todo el vecindario.

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  4. No existe tolerancia a la vida real, a que las cosas a veces no van bien pese a todo, existe una frustración ante los eventos adversos de la vida y un desplazamiento de la culpa al medico

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