En varias ocasiones, he hablado del problema de la falta de bioapariencia (hace tiempo lo llamábamos así) o actualmente de isoapariencia, es decir la falta de homogeneidad en la apariencia entre los medicamentos que llevan un mismo principio activo, sea original o genérico, tanto en su aspecto externo de la caja como en su forma farmacéutica. La prescripción por principio activo va a permitir que en la oficina de farmacia se puedan intercambiar distintos fabricantes que comercialicen un principio activo. Eso puede provocar, y de hecho ya provoca, errores de medicación. Preocupados por este tema, los médicos de familia y otras sociedades científicas hemos lanzado la campaña: Si son iguales, que parezcan iguales.
La Sociedad
Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFyC), la Federación de
Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP) y la
Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) ante la publicación del Real
Decreto-ley 9/2011, que en su capítulo 1 establece la prescripción de
medicamentos por principio activo, queremos declarar lo siguiente:
1. Asumimos los
contenidos del Real Decreto-ley 9/2011.
2. Dentro del
Real Decreto-ley se incluye la prescripción por principio activo, que puede
significar un importante aumento del riesgo para los pacientes y en particular
para los más frágiles, aquellos que padecen varias enfermedades.
En estos
pacientes, que son tratados con un arsenal más o menos numeroso de
medicamentos, los errores en la medicación son frecuentes. No es inhabitual,
por ejemplo, que un paciente duplique e incluso triplique la dosis de un mismo
medicamento, que se le ha prescrito con diferentes nombres comerciales por
diferentes profesionales, por lo que el paciente cree que está tomando
diferentes medicamentos cuando en realidad está tomando varias dosis del mismo,
con el grave riesgo que eso significa.
Para evitar ese
error los profesionales sanitarios y los pacientes deben trabajar en establecer
un listado escrito de medicación, con el nombre del medicamento, la
dosificación, a qué patología corresponde, etc. Estos listados cada vez están
más extendidos, ya que con ellos se evitan en buena parte los errores
comentados. Sin embargo la prescripción por principio activo puede hacer inútil
este esfuerzo, si no se toman medidas al respecto.
Hasta ahora se
podía prescribir un genérico o un medicamento con marca, con nombre propio. Si
se prescribía un medicamento genérico en la farmacia se dispensaba una caja en
cuya etiqueta aparecía destacado el nombre del genérico, habitualmente junto
con el nombre del laboratorio fabricante. El paciente podía comprobar
fácilmente que estaba tomando omeprazol, por ejemplo. Si se prescribía un
medicamento con marca se dispensaba una caja en cuya etiqueta aparecía
destacada la marca. En ambos casos el paciente podía comprobar en su listado de
medicamentos si estaba tomando lo que se le había indicado.
A partir de la
entrada en vigor de la ley se prescribirá por el principio activo, y en los
listados de medicación de los pacientes aparecerán los principios activos que
debe tomar. Pero, y ahí está el problema, cuando acuda a la farmacia se le
entregará una caja en cuya etiqueta podrá aparecer el nombre del principio
activo, si dispone de genérico, o cualquiera de las marcas que corresponden a
ese principio activo y estén dentro del rango de precios más bajo.
Un ejemplo para
aclararlo. Omeprazol es un medicamento muy utilizado, del cual existen más de
40 presentaciones genéricas y más de 20 presentaciones con marca, todas ellas
en el mismo rango de precios. Cuando se prescriba un omeprazol el paciente
puede recibir más de 60 envases diferentes. Ciertamente en 40 de ellos pondrá
el nombre “omeprazol”, pero en los demás pondrá nombres diferentes. En resumen,
cuando se dispense este medicamento el paciente recibirá uno de los más de 20
envases con nombres diferentes. El ejemplo del omeprazol quizá sea el de mayor
número de presentaciones, pero para inducir a error con que hay dos diferentes
ya es suficiente.
Ese es el
problema, en la etiqueta del envase, el nombre del medicamento no tiene porque
coincidir con el principio activo. De hecho, si un principio activo no tiene
genérico, solo tiene marcas, nunca el nombre que aparece en el envase será el
del principio activo.
El riesgo que
esto implica es muy alto. Los fallecimientos por errores de medicación son
frecuentes, y con los etiquetados actuales es previsible que aumenten.
Todos, la
administración pública, la industria farmacéutica, médicos, enfermeros,
farmacéuticos y pacientes debemos implicarnos en identificar de forma
inequívoca los medicamentos. Nuestra salud está en juego.
SI SON IGUALES,
QUE PAREZCAN IGUALES
Sin duda es la
Administración, y en este caso el Ministerio de Sanidad, quien puede resolver
en buena medida el problema sin grandes cambios. Nuestra propuesta es tan simple
como que una de las dos caras principales de los envases (hablamos siempre del
envase externo, de la caja) contenga exclusivamente la siguiente información:
- Nombre del
principio activo, por ejemplo “OMEPRAZOL”
- Dosis, por
ejemplo 20 mg
- Número de
dosis y forma farmacéutica, por ejemplo 28 comprimidos
Y simplemente
con eso las más de 60 cajas diferentes que ahora existen de omeprazol 20 mg, 28
comprimidos, aprobadas para su dispensación según el listado de precios de
referencia, tendrán todas una cara común con sus señas de identidad (principio
activo, dosis, número de dosis y forma farmacéutica), de manera inequívoca, lo
que facilitará la identificación de duplicidades, omisiones, etc.
La normativa
española, basada en la europea en cuanto a etiquetado, es perfectamente
compatible, ya que lo único que se hace es redistribuir la información que ya
ve en el envase. La norma (RD 1345/2007) no establece preponderancia de una
información frente a otra, por lo que la adecuación a nuestra propuesta es
sencilla y posible, y además necesaria. Y el laboratorio dispone del resto del
envase para individualizarse.
A este concepto,
las cajas que contengan un mismo principio activo han de mostrar una apariencia
común, le denominamos ISOAPARIENCIA, que preferimos al de bioapariencia que se
maneja habitualmente.
Para concluir:
la prescripción por principio activo puede ser conveniente, pero debe
modificarse de manera urgente el etiquetado, introduciendo la isoapariencia. Al
fin y al cabo, SI SON IGUALES, QUE PAREZCAN IGUALES.
Completamente necesario.
ResponderEliminarYo fomenté el hashtag #mismoprincipioactivomismaformaycolor para que se formara un grupo de presión frente a este problema.
De todas maneras, esto no cambiará hasta que sea la población la que demande la isoapariencia de los medicamentos con el mismo principio activo.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con Vicente y Gilbertman, y completamente necesario este manifiesto.
ResponderEliminarYo hice la prescripción por principio activo en los algunos fármacos hace unos doce meses (trabajo en el Sergas) y no veáis el lío que se montaba la gente, con las distintas marcas que le daba el farmacéutico cada vez que recogían los medicamentos. Con esto la adherencia en los polimedicados, en la gente mayor y en los crónicos se pierde, pues normalmente un porcentaje dudan, y si les cambias los colores, o la apariencia externa de la caja...Se forman un petate tremendo a la hora de tomar la medicación con las consiguientes duplicidades, o sencillamente algunos abandonan la medicación temporalmente, por lo que hubo que ponerles un nombre comercial determinado (marca o EFG) para que hicieran bien su tratamiento (no se desorientaran) y poder controlar así su patología.
Saludos D&D
En la farmacia a los ancianos, polimedicados les damos siempre los mismos y si hay algún problema de abastecimiento se lo explicamos, de hecho en atender a una persona mayor lleva un largo tiempo pues siempre hacemos un repaso de lo que toma, cuando lo toma y les explico para que lo toman.
ResponderEliminarEsa es una parte de nuestro trabajo, es de perogrullo andar contándolo pero por los comentarios que hacéis pienso que no teneis ni idea de nuestro trabajo. no es bueno hablar sin saber
Estimada Miriam. Que tú lo hagas no quiere decir que todos lo hagan, igual que no a todos los médicos les importa el tema. En mi práctica no hay esa continuidad, lo siento.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Apoyo al 100% lo que dice Myriam.
ResponderEliminarEs parte de nuestra labor y lo que nos gusta tratar de ayudar a nuestros pacientes.pero cada farmacia es independiente y tiene sus proveedores.(cada cajita de un color)
Cada paciente va donde le conviene logicamente,por situacion,horario,...etc, y cadavez que va a una farmacia distinta tendrá cajas diferentes.
Por mucho que intentemos ayudar,hay gente que no sabe ni leer y se fija en los colores de las cajas.
Deberia estar todo con colores o formas similares...