Primero, mirad la foto. En el centro Eufemio, un hombre enfermo, apesadumbrado, delante de sus salvadores y ante los medios de comunicación. No es capaz de esbozar una sonrisa porque es consciente de su gravedad, de que ha sido sometido a una intervención a la desesperada: el tercer hombre al que se le implanta un corazón artificial. Imagino que los médicos que le han operado y que le han ofrecido presentarse a la prensa para mostrar su éxito, le explicaron lo experimental de la intervención, las incertidumbres de la técnica y las posibilidades de que fallara a corto plazo. El paciente tiene cara de pensar: "y que más me da, ya lo tengo todo perdido".
Los médicos se muestran satisfechos, aunque uno mira con recelo a la prensa. Parece que no tiene claro que debería estar allí. El de la izquierda es el portavoz, nos cuenta el gran avance en este vídeo.
El paciente ha muerto al día siguiente de esta presentación. La gloria de la presentación se ha desvanecido con este desenlace. Los médicos siempre tenemos una justificación: era un paciente frágil, tenía otras enfermedades...
Seguro que el enfermo aceptó estar en la rueda de prensa. Sin embargo, hoy parece que anunciar ante la prensa técnicas muy experimentales, disfrutar de un minuto de gloria y al día siguiente anunciar la muerte del paciente, no parece una buena idea.
El primer requisito del medico es el afan de "servir", el segundo hacerlo con humildad y con sentido de la limitacion de nuestros ¿logros?. Falló lo 2º y está bien que critiques el nefasto "exhibicionismo" que sacude nuestra profesion.
ResponderEliminarherrerillo, twitter
La pregunta de un humilde estudiante de último año de medicina es, ¿Por qué se llevó a cabo toda la parafernalia periodística de presentación de un caso en teoría "frágil"?
ResponderEliminar¿Acaso no era mejor esperar? Prefiero pensar que pudo más el afán del intervencionismo periodístico al exhibicionismo médico...porque si es lo contrario, siento un poco de vergüenza ajena.
Saludos!
Vete aprendiendo de la vergüenza ajena. En los hospitales hay gabinetes de comunicación que convocan a la prensa para estas cosas. Así es este mundo.
ResponderEliminarSaludos
Hombre, han esperado cuatro meses para la presentación, un tiempo prudencial para ver que la cosa va bien. Que muera al día siguiente es mala suerte y bien puede ser por causas ajenas a la operación como dicen.
ResponderEliminarPero si hay hasta reallity shows de cirujanos en la tele... se autojustifican llamándolo "educación para la salud".
ResponderEliminarA algunos les ofrecen salir un minuto por la tele y se les hace el culo pepsicola.
Los periodistas también son la leche... a mí me crujieron a entrevistas para preguntarme de la "wiiitis", que era una chorrada del tamaño de una catedral. Pero ya veis, impera la medicina espectáculo.
La crónica de todo este lamentable episodio podría denominarse también: Acerca de los "delirios de omnipotencia", la "fascinación tecnológica", la falta de humildad y de prudencia...
ResponderEliminarLa foto es ciertamente demoledora.
Saludos, Vicente
Una sola pregunta: Si un estudiante de Medicina ve clara la pobre indicación... Cómo no lo ven los expertos? Aquí deben estar los recortes en sanidad!
ResponderEliminarLa foto es reveladora. Además de la cara de pánico del paciente, es significativa la cara de inquietud del facultativo de la derecha así como la mirada hacia el paciente del segundo por la izquierda. No me parece mal que se intente ensayar nuevas técnicas. Me parece mal que se aireen en pañales. Deja a nuestra profesión a la altura del betún.
ResponderEliminarCasi todo esta dicho.Veo mal el afan de protagonismo en un acto cuyo exito no esta confirmado ni avalado.Distinto es que aunque se espere un resultado malo,previo consentimiento del paciente se realize la intervención.La medicina no avanzaría sin fracasos previos,evaluación y vuelta de nuevo a intentarlo.Antes los médicos eramos mas modestos y de nuestros exitos solo se beneficiaban los paciente,se comunicaba en revistas o congresos y se esxtendia entre los que de verdad debian de saberlo.El auge del periodismo,bueno o malo ha reivindicado nuestro ego y hemos caida en la trampa.
ResponderEliminarLos hospitales tienen gabinetes de prensa. Y cómo nos tratan los medios a los de primaria? eh?
ResponderEliminarLo peor de todo tal vez sea la utilizacion del paciente como un objeto propagandistico del propio hospital e indirectamente de los politicos que lo gestionan.
ResponderEliminarEn este Españistan tan desquiciado, no seria extraño que tambien lo enfocaran en clave politica y nacionalista de la manada
Ah, pero es que a mí me dijeron que publicar era lo más importante en Medicina. ¿No era así?
ResponderEliminarAmigo Vicente, creo que esta vez ha podido más tu afán de bloquero-crítico-con-todo que una reflexión antes de lanzarte con esta entrada. Como bien dice otro anónimo, nuestros colegas no han lanzado las campanas al vuelo el día siguiente de la intervención. Han sido más que prudentes esperando 4 meses. Y aunque sea un pasito, es un pasito (como lo fueron los primeos trasplantes, que también salieron en los medios, aunque las supervivencias fueran bien cortas. ¿Tendríamos que habernos parado? Seguro que el desenlace de este caso ha supuesto un fuerte golpe anímico también para nuestros compañeros de profesión. ¿O sólo los primarias guais estáis libres de toda sospecha?
ResponderEliminarBueno, no voy a reñirte más por hoy. Un abrazo y hasta otro día.
Mi reflexión es muy clara y reflexiva. Sacar a pacientes muy enfermos en ruedas de prensa no me gusta. Hablo de eso, no de otra cosa.
ResponderEliminarDurante 10 años de mi vida estuve vinculado a la Cirugía Cardiaca hoy, felizmente dedicado a la Medicina de Familia de una cosa estoy seguro y es que el futuro no pasa por la asistencia ventricular mecánica la cual no pasará de ser un mero puente al trasplante; hace ya más de diez años que las colocábamos en el quirófano experimental a perros y tuve la suerte de trabajar con profesionales punteros a nivel mundial en estos temas, en aquella época también estaba en boga el tema de los xenotrasplantes de cerdos transgénicos posteriormente denostado por el miedo a la infección por retrovirus mutados de origen animal.
ResponderEliminarEn fín creo que sin duda el futuro pasará por autoinjertos de tejidos provinientes de células madre y no por injertos artificiales con grandes inconvenientes y que no creo que pasen de armas terapeuticas para situaciones límite y siempre, como digo, como puente a otra terapeútica más definitiva, ya entonces sus defensores auguraban lo mismo que los actuales que esta sería la técnica definitiva....y los pacientes siguen muriendo en plazos muy cortos o siendo trasplantados, en fin ya se verá...
leí el artículo de periodistadigital.com y se señala que el señor que recibió el corazón artificial no era candidato a transplante por diversos problemas de salud. No se si vale la pena prolongarle la vida con esa calidad de vida. Por supuesto que depende del paciente, pero creo que los médicos aún sabiendo que le quedaban pocas posibilidades de vivir con una calidad de vida mas o menos decente igual quisieron experimentar con él ya que son pocas las personas que altruistamente quieren ser conejillos de indias.
ResponderEliminarNo me gusta sacar las cosas de contexto. Hablar de experimentos o conejillos de indias puede ocasionar inquietud en la población.
ResponderEliminarNo conocemos las circunsatncias clinicas de este hombre, solo que no era candidato a trasplante y que tenia otras patologias. Doy por sentado que se le explicó pormenorizadamente pros y contras de un tratamiento experimenta y que, evidentemente, tuvo que dar su consentimiento. Sabemos que hay personas que se aferran a cualquier atisbo de esperanza (no lo comparto, pero es asi) lo mismo que hay otras que tienen muy claro no alargar una vida sin un minimo de calidad (en Andalucia al menos contamos con un Registro de Voluntades Anticipadas).
De todo esto en lo que si estoy de acuerdo es en que sobraba la foto con el paciente. Se podia haber informado sin exhibirlo.
Saludos
Si alguien me ofrece 3 meses mas de vida, los tomo y punto.
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