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martes, 18 de diciembre de 2012

Las "propuestas-trampa" de los recortes

Escena de la película El Mercader de Venecia (2004)

SHYLOCK. Mostraré esa amabilidad. Venid conmigo a un notario, poned aquí vuestra sola firma, y, como broma divertida, si no me pagáis el día determinado, en tal lugar, la suma o sumas que se expresan en el documento, la indemnización se fijará en una libra exacta de vuestra hermosa carne, para ser cortada y quitada de la parte de vuestro cuerpo que me plazca
ANTONIO: Satisfecho, a fe: firmaré tal compromiso, y diré que hay mucha amabilidad en el judío.
 BASSANIO. No firmarás por mi semejante contrato: prefiero seguir en mi necesidad.
ANTONIO. Vamos hombre, no tengas miedo: no faltaré a él. Dentro de dos meses, que es un mes antes de que expire el plazo, espero el regreso de tres por tres veces el valor de este compromiso.
SHYLOCK. ¡Ah Padre Abraham, lo que son estos cristianos, cuyos duros tratos les enseñan a sospechar de las intenciones de los demás! Por favor, decidme esto: si él no cumple, llegado el día, ¿qué sacaría yo con cobrar esa indemnización? Una libra de carne humana, quitada a un hombre, no es tan estimable, ni valiosa tampoco, como si fuera carne de cordero, buey o cabrito. Digo que ofrezco este acto de amistad para adquirir su favor: si lo quiere tomar, bien, si no, adiós; y, por mi afecto, os ruego que no me ofendáis.
Acto Primero. Escena III. El mercader de Venecia. W. Shakespeare.

Cuando en una negociación alguien quiere salirse con la suya y parecer que no ha impuesto su voluntad, lo más adecuado es hacer una propuesta-trampa. Una inocente y bien intencionada oferta que incluya una sola condición, y una vez satisfecha, todo se arreglará a gusto de la otra parte. Si haces una reducción de 530 millones de euros del presupuesto sanitario de Madrid, en poco tiempo, sin más datos que tu imaginación, te haré caso y pararé la externalización, la precarización, la monetarización, devolveré el pescado que ya he vendido y que si no entrego en plazo empezará a oler y alguien me va a reclamar.
Lo que me sorprende es que, en aras de alcanzar un acuerdo que finalice con los problemas que se están generando en la sanidad madrileña, y por el bien de los pacientes, la mayoría de las organizaciones hayamos caído en la trampa "Shylock" y haber presentado motu proprio las libras de carne que se tiene que cobrar la Administración.
Shakespeare nos enseña que Shylock no quería la carne de Antonio sino...

SALARINO. Bueno, estoy seguro de que si no cumple, no querrás su carne: ¿para qué sirve?
SHYLOCK. Para cebo de pesca: si no alimenta otra cosa, alimentará mi venganza. Me ha infamado, y me ha estorbado ganar medio millón: se ha reído de mis pérdidas, ha insultado a mi raza, ha estropeado mis tratos, ha enfriado a mis amigos, ha acalorado a mis enemigos......
Acto Tercero. Escena Primera. El mercader de Venecia. W. Shakespeare

8 comentarios:

  1. Tienes razon Vicente, quizas en el fondo-fondo de todo esto, quizas solo hay resentimiento:
    1- de politicos que ven peligrar su pesebre
    y 2- de medicos incapaces de serlo, y metidos a mercaderes de la salud.

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  2. Ultima hora : CCOO y UGT así como el AMYTS, al grito de "tenemos un deseo, que para la privada no haya dinero" han pedido la supresión del modelo Muface y del modelo de Mutuas de accidentes de trabajo y de las colaboradoras privadas tipo asociación de la prensa, de modo y manera que todo este dinero de los madrileños que el Estado invierte en seguros privados y empresas idem, se incorpore al presupuesto sanitario común y se repartan según necesidad clínica del enfermo. Tanto el PP, como el PSOE , UPYD e IU, han saludado esta iniciativa igualitaria, pese a que muchos de sus dirigentes regionales y nacionales disfrutaban hasta ahora de estos privilegios

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    1. Sería una decisión adecuada, y ciertamente, una contradicción de los sindicatos mayoritarios.

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  3. Los responsables de las instituciones las llevan a la ruina. Después se manifiestan incapaces de dirigirlas. Y en lugar de irse a casa, las venden a sus amigos para que hagan negocio. En este caso además, para hacer la venta más rentable al comprador, pidiendo que otros resuelvan lo que su incapacidad es incapaz de abordar.
    No olvidemos como acaba la obra:

    "PORCIA.- Te pertenece una libra de carne de ese mercader: la ley te la da y el tribunal te la adjudica.
    ...
    Y podéis cortar esa carne de su pecho. La ley lo permite y el tribunal os lo autoriza.
    ...
    Detente un instante; hay todavía alguna otra cosa que decir. Este pagaré no te concede una gota de sangre. Las palabras formales son estas: una libra de carne. Toma, pues, lo que te concede el documento; toma tu libra de carne. Pero si al cortarla te ocurre verter una gota de sangre cristiana, tus tierras y tus bienes, según las leyes de Venecia, serán confiscados en beneficio del Estado de Venecia."

    Pues eso. Que no se lleven ni una gota.

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  4. Esta "negociación" y los comentarios de nuestro consejero (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/19/madrid/1355912557_178097.html) me recuerda a la de Walter Matthau con los abogados del seguro que tiene que indemnizar a su cuñado en la película "En Bandeja de Plata".
    Un saludo.

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  5. Es motu propRio, no motu propio. Por lo demás pienso lo mismo desde que hicieron dicha propuesta, "traeme la Luna y hablaremos"

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  6. ¿Lo he soñado o he oído que miembros del sector sanitario proponen como negociación, entre otras cosas, disminuir la inversión en AP?

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