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sábado, 30 de agosto de 2014

Poca vergüenza

Las campañas de promoción de los nuevos medicamentos cada vez son más selectivas y buscan tener un gran impacto en los medios de comunicación generales. El paciente es el objetivo: convencerlo de la necesidad de ese nuevo fármaco, incluso si su médico es reticente a recetarlo. Las redes sociales son el nuevo nicho de la influencia. La confianza que los médicos puedan tener en los otros médicos que escribimos en blogs y redes sociales es buscada de manera directa e indirecta.
La manera directa de hacerlo es ésta: preguntarte cuánto cuesta que hables bien de ellos.
Realmente asqueroso.
Un poquito de ética de estas empresas y de quiénes les contratan sería deseable. 
Las malas prácticas de alguna industria farmacéutica no han desaparecido aunque se vea menos. 



viernes, 29 de agosto de 2014

Estampas de Kafountine (V)

Iniesta en el embarcadero
El pozo de la isla de Bonne

Alumbrado solar
Protegerse del sol

sábado, 23 de agosto de 2014

Estampas de Kafountine (IV)

Niñas y Teresa
La espera

Mamá feliz

Niño y árbol

jueves, 21 de agosto de 2014

Las cirugías necesarias pero inaccesibles

Tumoración oreja
Una de las principales dificultades sanitarias en los países africanos es el acceso a los servicios quirúrgicos. Los hospitales con dotación razonable quirúrgica son muy escasos y situados en las grandes ciudades. En las cirugías urgentes, el centro de salud disponía de una ambulancia (traída de España) que se utilizaba, sobre todo, para el traslado de mujeres que precisan cesáreas (no hay parto instrumental) y accidentes u otras patología graves. Los pacientes que tuvieran una indicación quirúrgica no urgente debían asumir el coste del traslado, estancia y pago por la cirugía necesaria por sus propios medios, una vez que el enfermero realizaba el papel de derivación.
Tumores como el de la paciente en la oreja - se agradece ayuda de dermatólogos para definirlo ¿liposarcoma? -, hernias inguino-escrotales de gran tamaño, sospecha de carcinoma tiroideo... entre otras lesiones que me encontré y que eran susceptible de abordaje quirúrgico para su diagnóstico y tratamiento, quedarán en los pacientes sin posibilidad de solución.

Hernia umbilical no reducible
Las hernia umbilicales son muy frecuentes en los niños africanos. Se estima que son ocho veces más frecuentes que en los bebés blancos. La mayoría pueden revertir a los 3-4 años de edad, pero en otros quedarán de forma permanente. Es bastante raro que den complicaciones, pero la induración y la imposibilidad para reducirla manualmente aumenta el riesgo de complicaciones. En esta niña, la manipulación de la hernia era dolorosa y la madre nos comentaba el aumento de su tamaño y las quejas de la niña. Incierto futuro.

Dentro de las tareas de cooperación sanitaria, las quirúrgicas son de las más importantes. La escasez de médicos cualificados es uno de los grandes problemas sanitarios en toda África.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Estampas de Kafountine (III)

Cielo antes de la tormenta

Descarga del pescado en la playa

Muchachos en el embarcadero

Isla de Bonne
Todas las fotos tienen alta resolución. Se ven mejor pinchando sobre ellas.

martes, 19 de agosto de 2014

Las enfermedades crónicas también matan en África

Consulta en Kafountine

Más de la mitad de las personas adultas (más de 40 años) que he atendido en Senegal presentaban cifras muy elevadas de tensión arterial. Muchas de ellas sabían del problema y ver al médico blanco había sido el motivo para pedir la cita. La mayoría tomaban o habían tomado captopril. Era el medicamento más utilizado. Sin embargo, sabemos que los niveles de renina en la población de raza negra son inferiores y la eficacia de los IECA-ARAII es menor. Los otros antihipertensivos disponibles en la farmacia del centro de salud  eran el amlodipino y la furosemida como único diurético. Los pacientes debían pagar por estos medicamentos. Lo habitual era una toma irregular u oportunista ante síntomas como la cefalea. La impresión global es que la hipertensión no está tratada de forma crónica y sus consecuencias como causa de muerte precoz está presente en la sociedad.
La diabetes también existe en África. Es demasiado simplificador asociar la diabetes del adulto a las sociedades del bienestar. Kafountine es una zona de costa con abundante pescado y sus habitantes están correctamente nutridos. Allí, lo que falta es un mayor consumo de fibra vegetal. Los hidratos de carbono y el pescado es la base alimenticia. En la consulta atendí a bastantes mujeres obesas. Una de ella, con cerca de 40 años contaba los signos clásicos de la diabetes mellitus: poilifagia, polidipsia y poliuria. Le solicité una glucemia y presentaba 5,09 gramos/l. En esa zona de Senegal no hay insulina disponible, salvo en el Hospital a 2 horas y media en coche. Solamente sulfonilureas.

La discapacidad producida por las cataratas es enorme. Con unos 60 años de edad, muchas personas sufren cataratas avanzadas con ceguera. La solución quirúrgica es posible previo pago, algo que es inviable para la mayoría de los pacientes. 

Las enfermedades crónicas crecen en África a medida que va aumentando la esperanza de vida; sin embargo, queda lejos de alcanzarse un abordaje eficaz: con fármacos, adherencia al tratamiento y un seguimiento correcto, Por el lado positivo, el tabaquismo está poco presente. Hay un rechazo social al mismo por razones culturales, además del coste del mismo. 

¿Sabéis cuál es la principal adicción que tienen los jóvenes?: el teléfono móvil. Ahí gastan mucho de sus escasos recursos económicos.

Abuela ciega y su nieto

sábado, 16 de agosto de 2014

Estampas de Kafountine (II)


Muchachos en l´Île de Bonne

Muchacho en el embarcadero

Joven en Le Grand Fromager

viernes, 15 de agosto de 2014

Estampas de Kafountine (I)

Muchachos bajo la lluvia

Atardecer sobre el Atlántico

Mujeres bajo la lluvia

Barcas de pesca en la playa de Kafountine

jueves, 14 de agosto de 2014

Malaria, malaria... no olvidar la malaria

Realizando test rápido de la malaria

La malaria es la enfermedad infecciosa que produce más muertes y sufrimiento en las poblaciones africanas a lo largo de todo el continente. Es una enfermedad similar a tantas otras: fiebre, escalofríos. vómitos leves, diarrea leve, cefalea. Otros gérmenes puede producir los mismos síntomas en sus fases iniciales. Tradicionalmente en África, toda fiebre ha sido tratada como malaria (como nuestro gusto por los antibióticos en procesos virales autolimitados), lo que ha provocado que la resistencia del Plamodium falciporum a las artemisininas sea la mayor amenaza a corto plazo para el tratamiento de la enfermedad. Un reciente editorial del NEJM lo recordaba: Treatment of Malaria. A Continuing Challenge. La confirmación de la malaria, hoy en día es el requisito para tratar con antipalúdicos. La sensibilidad de los test rápidos existentes garantiza una buena práctica clínica. La OMS recomienda su utilización generalizada para disminuir el impacto de las resistencias. 
Este año he atendido menos pacientes febriles que en mis estancias en Gambia y Ghana. Todos eran menores de 14 años y tenían malaria.
La protección con mosquiteras impregnadas durante la noche es la medida preventiva más eficaz de todas. Su uso generalizado disminuiría la incidencia de la enfermedad; sin embargo, la convivencia habitual con la malaria hace que mucha gente considere como normal sufrir periódicamente la enfermedad. Incluso los occidentales que  habitualmente viven allí relajan las medidas de seguridad para disminuir la posibilidad de picaduras de insectos.

Existen otras picaduras de difícil prevención como las realizadas por los sand flies (jejenes). Pequeñas moscas que atraviesan calcetines y mosquiteras y tienen especial predilección por los tobillos. Un truco es colocar una fuente de humo (pequeño carbón en ignición) debajo de la mesa por la noche para evitar que se ceben en los tobillos de los comensales. A pesar de ello, me he traído una buena colección. 

La malaria diagnosticada en estadios precoces tiene una excelente respuesta clínica al tratamiento. En el momento actual, es necesario tener el foco puesto en la detección de posibles casos de Ébola pero, tanto en las zonas afectadas como en la libres de la enfermedad, hay que pensar que las enfermedades febriles graves como la malaria, la neumonía y la meningitis van a afectar a niños y adultos en una mayor proporción que el Ébola. Si los servicios sanitarios valoran a todo paciente febril y con síntomas inespecíficos como posible Ébola y se descuida las otras enfermedades, la mortalidad global puede aumentar. En medicina, aprendí hace mucho que lo más frecuente es lo más frecuente. 

Test positivo 

Artesunato-amodiaquina en diferentes dosis por edad y peso

miércoles, 13 de agosto de 2014

El Centre de Santé de Kafountine

La niña más bonita de la consulta en Kafountine

Kafountine es una localidad de unos 25.000 habitantes en la costa atlántica de la Casamance senegalesa, al sur de Gambia. La mejor manera de llegar es volar desde Barcelona a Banjul (capital de Gambia) y desplazarse por carretera (unas dos horas) hasta el pueblo de Kafountine. Llegar a Gambia no precisa visado desde España pero pasar a Senegal precisa de un visado (accesible por internet) de 52 euros por persona.
Nuestra organización, Jatakendeya (en breve con página web desarrollada), contactó con Jaume Gardell que vive en Kafountine desde hace 8 años y gestiona un centro de alfabetización de adultos. Jaume es una persona encantadora y muy integrada en la comunidad local donde vive de forma permanente un pequeño grupo de franceses, españoles y otras nacionalidades. Conoce bien las necesidades de la zona y pidió nuestra colaboración.
Senegal tiene un sistema sanitario formado por pequeños centros de salud, hospitales comarcales y hospitales mejor dotados en las grandes ciudades. La presencia de médicos es exclusiva de los hospitales comarcales y grandes hospitales. Los centros de salud están atendidos por enfermeros al estilo physician assitant y matronas (8-10 partos diarios, sin parto instrumental, si hay problemas traslado en ambulancia de 2 horas a Zinguichor). Para a tender a toda la población tenían una escuálida plantilla de dos enfermeros y dos matronas pagadas por el gobierno central. Para aumentar la dotación, el ayuntamiento contrata a más personas, lo que motiva el cobro de la asistencia. Cada consulta cuesta 1000 CFA (cefas), aproximadamente 1.60 euros. El nivel salarial de aquellos que tienen un trabajo regular en la zona es de unos 40 euros al mes. Las vacunas, la medicación para la malaria, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas es gratuita. El resto de medicación para enfermedades crónicas o agudas debe ser comprada. La medicación disponible es muy básica, por ejemplo no hay insulina para los diabéticos. Cuando hablamos con los responsables de que este cobro era un factor muy limitante en unas poblaciones pobres, a ellos no les parecía una cantidad muy elevada ¿?
Nuestro grupo llevaba 2 cajas llenas de fármacos generales (comprados en Farmamundi): antibióticos, analgésicos, antihipertensivos, cremas corticoideas, antifúngicos tópicos y vaginales, etc. para distribuir gratuitamente a los pacientes que atendiéramos. 
El centro disponía de un ecógrafo en buenas condiciones que nadie usaba. Mis compañeras ginecólogas (Marta García de Málaga y Gema Gálvez de Madrid) lo usaron mientras la corriente eléctrica estaba disponible. Los responsables querían cobrar 3000 cefas por ello, lo que originó una importante discusión. Cuando alguien ajeno al día a día de un centro sanitario en África llega y quiere cambiar lo que no le parece bien debe ser prudente. Nuestra opinión era que estaban abusando de los pacientes a nuestra costa. Su argumento era siempre que sin esos cobros era imposible mantener la estructura y su funcionamiento. Si en España tenemos un debate sobre el copago y el cobro en nuestra desarrollada sociedad, ¿cómo estructurar ese debate en África?

Marta y Gema atendiendo pacientes gestantes
Junto a Phillipe, enfermero y nuestro traductor al francés
Roger  Mercade atendiendo pacientes

martes, 12 de agosto de 2014

África Occidental, más allá del Ébola

Carrera bajo la lluvia en Kafountine (Casamance- Senegal)

Vuelvo de la Casamance senegalesa impregnado del África Occidental libre del Ébola, pero rodeado de informaciones y temores al Ébola.
Los casos más cercanos a la zona dónde yo he estado se situaban a bastantes kilómetros, en la zona norte de Guinea Conakry, fronteriza con el sur de Senegal. En todo el Senegal y en Gambia no se ha diagnosticado ningún caso de Ébola, local o importado. Sin embargo, cada día que pasaba, más gente, sobre todo sanitarios, hablaban del Ébola.
Este brote puede dar al traste con la actividad de mucha gente que realiza tareas de cooperación sobre el terreno. Un grupo de dentistas que iban a llegar a la zona de Kafountine donde estábamos, anularon el viaje en el último momento. Leyendo las noticias de aquellos días al volver, entiendo que el temor se haya ido generalizando en directa proporción a la cantidad de noticias que iban surgiendo sobre el tema. 

Ahora es la época de lluvias en África Occidental. A diferencia de la zona ecuatorial donde la lluvia es casi diaria, en el área tropical, si la época de lluvias es escasa, la posibilidad de sembrar el maíz y el arroz empeora con importantes consecuencias. La deforestación progresiva de estos países va reduciendo cada vez más la estación húmeda. Aún así, son los meses más proclives para la malaria. Esta vez, he atendido a menos pacientes febriles que otras veces, y todos fueron malaria con rapid test positivo. 

La OMS, junto a los gobiernos de la zona, están llenando de carteles las fronteras y los centros sanitarios. Bien poco pueden hacer estas medidas de difusión. Realmente, si llega a extenderse por las zonas libres hasta ahora de Senegal y Gambia (dónde estuve el año pasado), la tragedia será igual de grave de lo que está siendo en Liberia y Sierra Leona. Sistemas sanitarios muy pobres y poblaciones que viven y mueren por el azar de sus vidas.

Justo al escribir esto se conoce la noticia de la muerte del sacerdote español traído desde Monrovia. Mi homenaje a él y a todos los trabajadores sanitarios de la zona que han fallecido al ayudar a los pacientes. 

Iré plasmando mis impresiones en próximas entradas sin aludir más al Ébola.
He estado en el África Occidental libre del Ébola y la vida sigue allí, con sus muchas carencias y sus alegrías. Sus habitantes viven con el temor y la sensación de estar desprotegidos. Como nos decían: si hay Ébola, a los blancos os sacarán de aquí y nosotros nos quedaremos aquí para morir. 

Mi colega Roger Mercade y yo preparando la consulta 
en la Île de la Bonne (manglares de la región de Kafountine)

viernes, 1 de agosto de 2014

Rumbo a la Casamance (Senegal)


Este domingo salgo para la localidad de Kafountine en la Casamance senegalesa. Trabajaremos con unas comunidades aisladas de la región de los manglares y con el hospital local de Kafountine.

Es inevitable que este año vayamos con la sombra de la epidemia del Ébola. No ha habido ningún caso en Senegal ni en la vecina Guinea Bissau, pero la incertidumbre sobre la extensión de la epidemia existe. Indudablemente, no viajaría a la zona con mi hija de 20 años y el resto de compañeros si viera un peligro real y probable.

Las necesidades sanitarias básicas de las poblaciones africanas están muy lejos de conseguirse y la presencia del Ébola va a provocar la disminución de la colaboración de pequeñas ONGs con proyectos locales en estos países. Un daño más a la cooperación en desarrollo sanitario.

¡Hasta la vuelta!