Páginas

viernes, 21 de enero de 2011

Pastillas para soportar la vida. La medicalización en el periódico Público

La periodista Ainhoa Iriberri (@airiberri) ha publicado hoy en el diario Público un artículo titulado Pastillas para soportar la vida y una entrevista con Enrique Gavilán (@enriquegavilan) sobre el tema de la medicalización. El punto de partida ha sido el artículo de JAMA sobre el uso de escitalopram en los sofocos menopáusicos
Da gusto ver medios de comunicación que abordan estos temas para que la reflexión pública.
Introduzco aquí la reseña de mis declaraciones:

El médico de familia Vicente Baos, autor del blog El Supositorio, es uno de esos facultativos concienciados sobre los problemas de la medicalización excesiva, aunque puntualiza que el fenómeno no es tan reciente: "Llevamos años con este asunto, pero la expresión pública ahora es distinta", afirma refiriéndose a la mayor difusión de estas ideas propiciada por las redes sociales. Para Baos, hay un motivo claro que empuja a preocuparse por este fenómeno y es la propia realidad de la práctica diaria. "Mi consulta está llena de enfermos con una salud excelente", ironiza. El galeno cree que el hecho de que durante años se haya intentado promover la salud ha generado unas expectativas erróneas del propio concepto de salud. "La gente cree que todo el mundo tiene que vivir sin el más mínimo problema". Así, reflexiona, "en vez de más autonomía, se ha llegado a una medicodependencia".
Para Baos, el ejemplo más claro de medicalización de la sociedad es todo lo que genera ansiedad. "A mi consulta llegan chicos muy jóvenes pidiéndome medicamentos porque acaban de tener un desengaño amoroso y, lo que es peor, madres de estos chicos que me piden que les dé algo para ayudarles en su problema", comenta.
Pesimismo sobre el futuro
Al contrario que Laporte, este especialista se muestra muy poco optimista con respecto a la solución del problema. "Nuestro sistema está basado en poner etiquetas a todo y aliviarlo, y es más fácil ir al médico y que te dé algo, que pensar en abordar el problema desde otro punto de vista", comenta Baos, que define el sistema público como abocado "a la explosión interna". El gran problema es, a su juicio, que no hay alternativas ni tiempo para investigar sobre ellas. Además, señala que cualquier limitación en la prescripción de fármacos se acompaña de protestas por parte de la industria biomédica y los farmacéuticos. "El sistema político no pone límites", concluye.

7 comentarios:

  1. Felicidades Vicente. Yo también soy muy pesimista , en este y otros temas , pero pienso que no hay más salida que intentar contrarestar las corrientes de opinión dominante apareciendo en los medios con declaraciones razonadas y contundentes. Felicitaciones extensivas a Enrique. Antoni Agustí

    ResponderEliminar
  2. De la medicalización de la vida todos somos culpables, pero creo que la administración es la principal responsable, en cuanto permite la publicidad engañosa y financia fármacos de dudosa eficacia.
    Mis felicitaciones igualmente, para ti Vicente y para Enrique.

    ResponderEliminar
  3. ¿Cómo era el título de aquél libro...?
    - Más Platón y menos Prozac.

    Pues eso. Buena entrada.

    ResponderEliminar
  4. Enhorabuena por la entrada. Clara, concisa y con la lucidez característica

    ResponderEliminar
  5. Me parece una reflexión muy atinada sobre esta medicalización de la vida cotidiana, de los reveses, de las infelicidades, de los desamores, de los fracasos... ,es decir, de la vida. Desgraciadamente las pastillas no cambian la realidad aunque nos vendan la felicidad en frascos de medicamentos.

    ResponderEliminar
  6. Tiempo. Tiempo. Tiempo.
    Con 5 min x persona ya es mucho hacer un dx y una receta.

    ResponderEliminar
  7. Totalmente de acuerdo con el tema expuesto: la sociedad está(estamos) excesivamente medicalizada. El tiempo en la consulta es fundamental para intentar minimizarlo.Ejemplo: cada vez es más raro el paciente que sale de la consulta conforme con un tratamiento NO farmacológico (ej: medidas físicas, dieta,etc). Como no hay tiempo de hacerle entender esto, para que lo acepte, se le planta su correspondiente receta y así sale de la consulta "contento"("jodido pero contento")

    ResponderEliminar