La mejor recompensa que puedo tener, y la única forma de vacaciones que ahora me apetece, es irme a África para un trabajo de cooperación y, por supuesto, conocer lugares y culturas diferentes. Los proyectos de nuestra organización Jatakendeya me llevan a Gambia, país encajado en Senegal con una de las historias más tristes del tráfico del esclavos británico hacia el Nuevo Mundo. Un fértil río da nombre al país y define a sus gentes. En las próximas dos semanas espero impregnarme de esta parte del África atlántica.
A la vuelta, espero poder contar historias, mostrar fotografías y vídeos de aquella zona y sus gentes.
Ciertamente existe, pero no imaginaba dentro de una ONG.
ResponderEliminarCada uno que responda de sus actos