Reparto de medicamentos en Honduras y ya sé que no es lo mismo que en España. Foto original de Vicente Baos |
Estaría bien dejar claro desde el principio si lo que se pretende con las reformas propuestas es recaudar más dinero o gastar menos desincentivando el uso de medicamentos, supuestamente excesivo que hacen los pacientes y sobre todo, los pensionistas.
Las medidas que ahorran claramente no se toman y pasan inevitablemente por la financiación selectiva de los medicamentos en función de su utilidad y coste-efectividad. Decisiones claras y firmes en este campo, ayudarían sobremanera en esta época. Habría muchos ejemplos, pero voy a poner uno simple y no de los más sangrantes: Si el Estado financia por igual la parte que le corresponde de un antihistamínico como la bilastina que cuesta 12.8 euros y de la loratadina que cuesta 3.11 euros; o bien financia por igual la budesonida nasal de 64 pcg a 3.12 euros que la fluticasona 27,5 mcg nasal a 16.03 euros, se está, estamos, pagando y repagando entre 4 y 5 veces más por ninguna diferencia clínica o una diferencia clínica (¿?) que no se puede permitir un país a punto de ser intervenido económicamente. Si revisáramos grupo a grupo, si tuvieran la valentía de establecer estándares por grupos haciendo una financiación clara: esto sí, esto no, de forma radical, el Estado ahorraría muchísimo más, sin perder los pacientes ni dinero ni eficacia. Si estamos tan mal como anuncia el Gobierno y no tiene reparos en subir las tasas universitarias a niveles de exclusión social para muchos estudiantes y familias, vamos a jugar a ser duros de verdad. ¿A qué no se atreven?
Implantar electrónicamente en las tarjetas sanitarias la clasificación del nivel de copago va a llevar tiempo y dinero. Se cruzarán los datos de la Seguridad Social y Hacienda (enhorabuena defraudadores que vosotros pagaréis los que menos) y se etiquetará numéricamente o con dígitos la tarjeta sanitaria para que la farmacia, electrónicamente o en el papel, adjudique un nivel de copago. ¿Cada cuanto se revisará? Las situaciones económicas no son permanentes en muchos casos: parado, nivel de ingresos fluctuantes, etc.
Ninguna de estas medidas son desincentivadoras para el consumo de medicamentos. Los médicos y los usos sociales son los que han creado muchas de las necesidades farmacológicas de la población que son innecesarias, pero que ellos consideran imprescindibles. Es muy viejo hablar de que las consultas invariablemente aceleradas de nuestro sistema sanitario provocan un mayor consumo de medicamentos. ¿Alguien piensa que se podría reducir el consumo de fármacos con una atención primaria sosegada? Aburre insistir en este argumento, pero lo único que nos espera en el inmediato futuro es la masificación eterna de las consultas, las prisas, la sensación de que con muchos pacientes podrías tener una mayor comunicación que evitaría el uso de medicamentos. ¿Han oído hablar del poder terapéutico de la comunicación médico-enfermo?
Los propios médicos somos responsables de una gran parte del consumo de medicamentos. El rigor en las indicaciones y aprender a desprescribir en muchos pacientes debería ser una reflexión útil y una toma de posición en todas las especialidades médicas y quirúrgicas. Distinguir con rigor y honestidad profesional lo útil y lo inútil, ayudaría más que cualquier modificación del porcentaje de repago. ¿Invitan las autoridades a los profesionales a participar en las decisiones que faciliten la viabilidad económica del sistema? No, te regañan, te ponen horas gratuitas que no están dedicadas a una mayor atención a los pacientes sino a suplir compañeros para no gastar dinero, condenando a jóvenes médicos al trabajo más que precario o a la emigración.
parece ser que hay algo en el proyecto de ley que iría en ese sentido : los precios seleccionados para princpios activos pertenecientes al mismo subgrupo terapeuticos de 4 digitos ATC que tengan idénticas indicaciones
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, una vez más. El copago por renta va a ser injusto para muchos y su implantación me temo que cara y burocrática. Los que no declaran por defraudadores de nuevo beneficiados frente a los nominados. En fin, un verdadero desastre. Inútil, innecesario y desmoralizado. La industria estará contenta con Mato. Por cierto, qué poco sabe de esto esta mujer. La consejera andaluza le da 20 vueltas.
ResponderEliminarSe va a aplicar una fórmula re-complicada, cuando es evidente que primero hay mucho que desfinanciar.
ResponderEliminarEjemplo sangrante: la crema anestésica Emla sigue estando inexplicablemente financiada, para regocijo de quienes se hacen la depilación láser (“pídela con receta…”).
http://foro.enfemenino.com/forum/f131/__f1181_f131-Sobre-la-crema-emla.html
¡Inaudito! Hay demasiados fármacos que se pueden prescribir en receta oficial y que no deberían estar financiados. Pero, de verdad, ¿el Ministerio no se entera del derroche?
Sinceramente pienso que algo habria que hacer, y siempre sera mejor que no hacer nada.
ResponderEliminarPor desgracia me toca ver la realidad diaria al margen de la demagogia de los politicos atiendo a pacientes pensionistas que mandan a consulta a su chofer o mayordomos, por hallarse de viaje de compras en Paris o Londres, para recoger a la "barra-libre" su coleccion de medicamentos desde adiros o clopidogrel, antihipertensivos de ultima generacion... hasta pañales , batidos, lagrimas artificiales, etc..
Algunos ademas "exigen" "Jonny-walker etiqueta negra porque es el unico que toleran" y el que le mandó el especialista.
Al mismo tiempo me toca atender a familias enteras en paro con 4 hijos( NO pensionistas) que no tienen ni para comer, si acaso con 400 euros al mes por algun trabajo de limpieza de la mujer.
Sinceramente creo que en general ser pensionista hoy y ahora , no es ser un paria en este pais, mas bien al contrario para algunas familias de parados ( recordemos casi 6 millones pero que afecta a mas de 20 millones de personas) incluso esta siendo la tabla de salvacion
Las desigualdad de financiación para productos farmacéuticos "iguales" tiene una solución administrativa muy evidente a ojos de cualquiera. Está claro que tal desigualdad es fruto de la vinculación que existe de la financiación y el precio del medicamento (PVP), ya que supone un porcentaje fijo del mismo. En un sistema "justo" la financiación tendría que ser proporcionada a la magnitud e importancia del problema sanitario. ¿Y cómo se calcula el PVP? Pues mediante complejos cálculos y negociaciones entre la empresa con interés de comercialización y el Ministerio de Sanidad, en los que entran en juego la compensación de la inversión realizada para investigación. Así pues, a cargo de fondos sanitarios, que en última instancia proceden de los impuestos que pagamos y hemos pagado durante toda la vida, se están financiando también las líneas de investigación, elegidas y ejecutadas por intereses de empresas de ánimo de lucro, y no por intereses estrictamente sanitarios. Desligar la financiación estrictamente sanitaria de la financiación a la investigación, de forma que ésta última corra a cuenta del Ministerio que corresponda (industria, supongo), tal y como se realiza con cualquier otro proyecto y legislar para que esa financiación a la financiación sea valorada y concedida (o no)según el interés del pagador son cuestiones absolutamente básicas para conseguir la coherencia del sistema y reorientaría muchos problemas actuales, como el abandono de gran parte dela formación continuada de los profesionales del sistema público en manos de los intereses privados. Mientras la financiación investigación farmacológica esté tan perversamente ejecutada, y sin que los que la pagamos seamos inconscientes de cuál es el destino de nuestras cotizaciones, no se arreglará nada. Y ello sin mencionar lo absurdo de la comparación de precios de aquellos productos que sí han tenido investigación y los que no (pañales de incontinencia, por ejemplo).
ResponderEliminarRuego se corrija mi comentario anterior que tiene algunos errores subsanados en este texto:
ResponderEliminarLas desigualdad de financiación para productos farmacéuticos "iguales" tiene una solución administrativa muy evidente a ojos de cualquiera. Está claro que tal desigualdad es fruto de la vinculación que existe entre la financiación y el precio del medicamento (PVP), ya que la primera es un porcentaje fijo del segundo. En un sistema "justo" la financiación tendría que ser, obviamente, proporcionada a la magnitud e importancia del problema sanitario y no al PVP ¿Por qué? Simplemente porque el PVP se calcula mediante complejos cálculos y negociaciones entre la empresa con interés de comercialización y el Ministerio de Sanidad, en los que entran en juego la compensación de la inversión realizada para investigación, las cuales han sido por las empresas en función de sus intereses. Así pues, a cargo de fondos sanitarios, que en última instancia proceden de los impuestos que pagamos y hemos pagado durante toda la vida para nuestra protección, se están financiando también las líneas de investigación, elegidas y ejecutadas por los intereses que tienen empresas de ánimo de lucro, y no por intereses estrictamente sanitarios. Desligar la financiación estrictamente sanitaria de la financiación a la investigación, de forma que ésta última corra a cuenta del Ministerio que corresponda (industria, supongo), tal y como se realiza con cualquier otro proyecto, y legislar para que esa financiación a la investigación con cargo a fondos públicos sea valorada y concedida (o no) según el interés del pagador, son cuestiones absolutamente básicas para conseguir la coherencia del sistema y reorientaría muchos problemas actuales, como el abandono de gran parte de la formación continuada de los profesionales del sistema público en manos de los intereses privados. Mientras la financiación de la investigación farmacológica esté tan perversamente ejecutada, y mientras que los que la pagamos seamos inconscientes de cuál es el destino de nuestras cotizaciones, no se arreglará nada.
Y ello sin mencionar lo absurdo de la comparación de precios de aquellos productos que sí han tenido investigación y los que no (pañales de incontinencia, por ejemplo).
Totalmente de acuerdo contigo Vicente. La crisis del capitalismo se intenta resolver con la desfenestración de la socialdemocracia, no con los cambios en el propio capitalismo, así que de Guindos Brothes al poder.
ResponderEliminarDe igual modo la crisis de la sostenibilidad del sistema sanitario, y en concreto el del gasto farmaceútico no se intenta superar con la aplicación de medidas tan lógicas com las que planteas, cosa que haríamos todos si la empresa fuera nuestra, sino cargándose aquí también los restos que queden del estado de bienestar, el capital no se toca.
¿Qué intereses están de por medio, tan intocables ellos?
TOTALMENTE DE ACUERDO. GRACIAS POR TU CLARIVIDENCIA
ResponderEliminarMe hace gracia el comentario de Emla, parece que el médico no pudiera negarse a recetar lo que le exige el paciente.
ResponderEliminarSobre lo de la financiación selectiva estoy totalmente de acuerdo. Lo que no sé es qué intereses habrá detrás para que a pesar de todas las voces a favor, no hayan hecho ni caso.
ResponderEliminarNo solo el problema es del Emla. En Murcia, donde ahora trabajo, aunque como en todos los lugares esté prohibido que se hagan recetas de privados con cargo a la seguridad social, la realidad es que es un coladero. Cuando trabajaba en Andalucía no había manera, y los pacientes lo sabían. Pero aquí, que es costumbre, si te niegas, ya te miran con cara rara, y te arriesgas a perder la relación médico-paciente. Y no solo pasa con el Emla, y no solo con las recetas privadas. En especialidades donde el porcentaje de trabajo en la privada es más alto, la posibilidad de que vengan tras una derivación con un tratamiento más nuevo, más caro, fuera de indicación, o que se sustituya un medicamento bien indicado por otro parecido pero más caro, son muy altas. Pero a quienes penalizan la administración es a AP por luego seguir con la prescripción y no a especializada. Es verdad que si uno tiene suficiente habilidad, confianza, buena relación con el paciente, tiempo para explicarlo se puede llegar con él a un consenso donde el coste del tratamiento también se tenga en cuenta, y no se trate al paciente como a "tonto" que simplemente acepta el tratamiento y la diferencias de criterios.
Pero hacer una medicina de AP bien hecha requiere tiempo, requiere una cierta pedagogía del paciente, una colaboración mutua, compartir responsabilidades, contemplar las alternativas de tratamiento, comprender para qué se hace, conocer las creencias y las expectativas del paciente, saber y ayudarle a saber qué quiere y espera de nosotros, y eso requiere más de los 6 minutos que dan por paciente, una mejor formación por nuestra parte, una estabilidad laboral (yo llevo ya 5 años de eventual desde que terminé la residencia, y estoy a la espera de una oposición que no se resuelve), una fidelización de los pacientes (que nos vean como realmente su médico), un seguimiento, una adaptación y también, por que no, una libertad para elegir que tipo de médico te interesa más según tus expectativas...
Y todo eso, lamentablemente, me parece que va camino de desaparecer. A quienes nos quieren meter el palo más gordo es a AP, los que más hemos hecho sostenible el sistema. Pero les saldrá el tiro por la culata. El problema es que si nos perjudican mucho, ¿habrá luego la oportunidad de volver atrás? Tengo mis dudas.
Anónimo (o anónima), claro que el médico se puede negar a recetar Emla. Pero ¿por qué razón está financiada esta crema anestésica? (¿Esto no te hace gracia?) Y en consecuencia, ¿por qué permitir la accesibilidad a una cita médica, en perjuicio de otos, para demandar lo que no procede? (Hay muchos más ejemplos)
ResponderEliminarMe llama la atención la hipocresía de SEMFYC que redactó un documento en contra del 'copago'. Sin embargo en estos últimos días, SEMFYC no ha 'dicho ni mu'. Yo, aunque no llego a los 40 años... hace años que escarmenté de eso que llaman 'sociedades científicas' (SEMFYC, SEMG.......) y ya me di de baja de SEMFYC por su hipocresía. Mucho meterse con la relación de la industria farmacéutica, pero luego cobran un pastón en los congresos por cada 'stand' o taller patrocinado. No se puede ser más falso e hipócrita que esas 'sociedades' llamadas científicas (?).
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que comentas Vicente. Es cierto que semFYC el año pasado publicó un documento sobre Copago donde ,con criterios científicos no ideológicos,se manifestaba en contra del Copago.Sin embargo en ese documento no se abordaba el copago farmacéutico pero se hacia referencia a que el criterio de estado activo o pensionista no era equitativo a la hora de pagar los medicamentos.En un lúcido análisis se JSimon se demuestra lo inequitativo que era la medida previa donde el 5% de la población pagaba el 46% de los los ingresos por receta a expensas de lo que no pagan los pensionistas. Muchos pensionistas tienen ingresos superiores a trabajadores.Es necesario reequlibrar esa situación.En ese mismo trabajo argumenta que los países que tienen una corresponsabilidad en el pago para toda la población el crecimiento en el gasto farmacéutico es menos intenso.A pesar de lo anterior como medida única no nos parece efectiva y como bien comentas los gastos administrativos van a superar claramente el ahorro.Apostamos por medidas como las que comentas más arriba.En cuanto a lo que dice Gerinaldo,le recomiendo leer la prensa u oir la radio pues hemos participado en más de 30 entrevistas tanto en radios nacionales como autonómicas y nos hemos posicionado en periódicos como el Mundo,El Pais o Expansión. En cuanto al tono de su comentario,no entro.
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