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sábado, 28 de julio de 2018

Reparar a los vivos de Maylis de Kerangal

Reparar a los vivos es una gran novela de la autora francesa Maylis de Kerangal. Llegó a mis manos por una recomendación tuitera de Juan José Martínez Jambrina, psiquiatra asturiano.

No suelo leer las contraportadas de los libros, como en los trailer de las películas, muchas veces desvelan más información de la que deberían y anulan la capacidad de sorpresa que puede tener, tanto leer un libro como ver una película. Si un libro o una película ha llamado tu atención por motivos muchas veces no explícitos, déjate llevar por ella y entra en su lectura sin más. 

A partir de ahora, para hacer un comentario tengo que desvelar algunos aspectos de la novela, por ello, el que no quiera saber más que deje de leer.

Capacidad de sorpresa y admiración no le falta a la lectura de este libro. Crónica coral de una tragedia y crónica coral de todos los participantes en un trasplante multiorgánico en la Francia actual.
El libro comienza con estas frases:
"Lo que es el corazón de Simon Limbres, ese corazón humano, desde que se aceleró su cadencia en el instante de nacer cuando otros corazones se aceleraban a la par, saludando el evento, lo que es ese corazón, lo que lo hizo brincar, vomitar, engordar, danzar liviano como una pluma o pesar como una piedra, lo que lo aturdió, lo que lo hizo derretirse: el amor; lo que es el corazón de Simon Limbres, lo que filtró, registró, archivó, caja negra de un cuerpo de veinte años, no lo sabe nadie con exactitud; sólo una imagen en movimiento, creada por ultrasonidos, podría emitir su eco, mostrar su alegría que dilata y su tristeza que encoge. Sólo el papel calibrado de un encefalograma desenrollado desde el comienzo podría fijar su forma, describir su desgaste y su esfuerzo, la emoción que desata, la energía prodigada para comprimirse unas cien mil veces al día y hacer circular hasta cinco litros de sangre cada minuto, sí, sólo esa línea podría relatarlo, perfilar su vida, una vida de flujo y reflujo, de compuertas y válvulas, de pulsaciones, pero el corazón de Simon Limbres, ese corazón humano, él, se sustrae a las máquinas, nadie podría pretender conocerlo, y aquella noche, noche sin estrellas, mientras caía una helada impresionante sobre el Pays de Caux, mientras un oleaje sin reflejos rodaba a lo largo de los acantilados, mientras la meseta continental retrocedía, desvelando estrías geológicas, emitía el ritmo regular de un órgano en reposo, de un músculo que se recarga lentamente –un pulso tal vez inferior a las cincuenta pulsaciones por minuto– cuando sonó la alarma de un móvil al pie de una cama estrecha y el eco de un sónar que inscribía en palotes luminosos en la pantalla táctil las cifras 05:50, y cuando de repente todo se precipitó."
Con frases largas y subordinadas, llenas de palabras de gran intensidad y fuerte capacidad descriptora, Maylis nos va presentando a todos los protagonistas de la tragedia coral, con especial atención a los padres de la víctima, a la víctima y sus afanes juveniles, al médico responsable de intensivos, a los médicos que realizarán la extracción del corazón y a su receptor. En todos vamos viendo sus pensamientos y vidas propias, integrándose todo en una mezcla de normalidad y excepcionalidad como son los trasplantes hoy en día.

La autora describe a la perfección el ambiente médico y, asimismo, pone en palabras de los protagonistas los aspectos clave de las dudas, los miedos de los padres ante la estupefacción del hecho de la muerte del hijo y las decisiones que hay que tomar en pocas horas para integrar, asumir, expresar el dolor y después la serenidad de aceptar la muerte del hijo.

Imagino que habrá otras novelas sobre los trasplantes (no conozco otras) pero esta me parece la "novela de un trasplante" para recomendar a estudiantes de ciencias de la salud interesados y para comprender todos los lados del tema.

El estilo narrativo me gusta especialmente. Las frases largas pero donde no sobra nada, me parece una forma ideal de describir situaciones intensas, además del carácter extremadamente poético que la autora desarrolla en su discurso.

Señalar que la traducción me parece excelente. Desde el francés original, el traductor Javier Albiñana ha conseguido un perfecta adaptación en calidad literaria utilizando un castellano excelente.

Muy recomendable. 

sábado, 12 de enero de 2013

Sano y salvo (y libre de intervenciones médicas innecesarias)


Juan Gérvas y Mercedes Pérez son conocidos por una gran parte de los lectores médicos, y sanitarios en general, que lean estas líneas. Su trayectoria profesional y humana es indiscutible, y juntos, han desarrollado una de las bibliografías -en forma de libros y artículos de revista- más amplias que se pueda ver en nuestro país. Su papel destacado en "hurgar" en aquellas parcelas de la medicina y de la sociedad que no son las concordantes con el "pensamiento único", ha sido fuente de inspiración para generaciones de médicos de cualquier especialidad. Y siguen muy activos, a pesar de su jubilación laboral. 
El presente libro, tiene en mi opinión, categoría de tratado sobre el pensamiento independiente y crítico sobre la salud, la sociedad, la información científica, la desinformación interesada, la manipulación sanitaria y la "malicia" sanitaria. Con sencillez en sus planteamientos, con claridad expositiva y con mensajes contundentes y nada conformistas con nuestra profesión y sus inercias y conformismos, Mercedes y Juan nos dan una lección de escritura y de pensamiento médico "crítico" e independiente. Cualquier profesional sanitario va a disfrutar con su lectura, pero lo creo especialmente interesante para todos los jóvenes que empiezan su andadura como estudiantes o residentes. En los tiempos oscuros en los que estamos, leer algo escrito con libertad, con inteligencia, con afán de servicio es muy de agradecer. Gracias Mercedes y Juan por haberme mandado vuestro interesante libro. 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Haciendo hueco

Haciendo hueco.
Foto original de Vicente Baos
¿Cuántos libros, revistas y papeles de todo tipo has guardado y no has leído?

jueves, 7 de julio de 2011

Laboratorio de médicos de Miguel Jara: El catálogo de la vergüenza

" Sin control del médico no hay prescripción. Quizá por ello muchas farmacéuticas los denominan prescriptores anteponiendo el apellido al nombre, el objeto de su labor a su condición. Prescriptor, un concepto que despoja al médico de su humanidad, del valor de su trabajo, de la cercanía con los ciudadanos y pacientes. El término prescriptor es el súmmum de la alienación aplicada al campo de la salud. Se convierte así al profesional sanitario en simple expendedor de sustancias patentadas; de objetos de consumo llamados también medicamentos; mercancías, fetiches imbuidos de un halo de sanación; pócimas producidas para enaltecer el mito de la curación. Sin control del prescriptor no hay venta, no hay ganancia".
Laboratorio de médicos. Viaje al interior de la medicina y la industria farmacéutica de Miguel Jara apareció en las librerías en el mes de abril de 2011. Probablemente no hayáis oído hablar de él. Es un libro editado por Editorial Península y disponible de forma general. Sin embargo, este tipo de libros no recibe una publicidad masiva ni es comentado en los círculos y periódicos sanitarios. El mundo informativo de la sanidad española corre un tupido velo a un libro de estas características. ¿Por qué?
Miguel Jara es un periodista de investigación, free lance, que casi involuntariamente, se ha especializado en temas sanitarios. Nos conocemos personalmente y creo que tenemos una buena comunicación. 
Se ha atrevido a plasmar por escrito, la realidad de  lo que durante muchos años han consistido las técnicas de marketing y las prácticas de un buen número de laboratorios farmacéuticos en España. Con la ayuda de delegados de ventas de distintas compañías que se mostraban, o disgustados, arrepentidos o con deseos de revancha sobre sus antiguas compañías, el libro nos muestra la galería de la vergüenza de muchas prácticas de promoción de medicamentos, de la colaboración y beneficio que muchos médicos han obtenido de ello y de la necesidad de desterrar prácticas infames de promoción que hacen perder la dignidad profesional de médicos y de trabajadores de la industria farmacéutica. 
Honestamente, creo que muchas técnicas descritas ha pasado al olvido y a la historia. Sin embargo, este libro debería ser de lectura más que recomendada para los médicos y trabajadores y directivos de la industria farmacéutica; motivo de reflexión personal y de análisis de las formas de colaboración, relación y acercamiento de una industria que quiere vender medicamentos y unos profesionales de que deben mantener íntegra su dignidad profesional y su trabajo por el beneficio del paciente. 
Libro duro, pero necesario. 

domingo, 1 de mayo de 2011

El Doctor Arrowsmith y la investigación

Mirar hacia atrás en Medicina puede ser terrible o glorioso. Terapias ineficaces o crueles sin el más mínimo sentido científico se han aplicado hasta fecha reciente. Sin embargo, el siglo XX supuso la explosión del conocimiento científico de las bases de numerosas enfermedades, y principalmente, de las infecciosas. Se ha reeditado en fechas recientes la novela de Sinclair Lewis : Doctor Arrowsmith, escrita en 1925, donde se narra la historia de un médico vocacional en el mundo de la investigación, sus grandezas y sus miserias, las ambiciones y presiones que aparecen en ese ámbito. El protagonista no acepta fraudes ni anuncios precipitados de los descubrimientos científicos y mantiene una apuesta ética por la investigación. Todo esto en el año 1925, donde no había convenciones internacionales sobre la ética de la investigación.
John Ford dirigió en 1931 una adaptación cinematográfica de la novela. Unos de los fragmentos disponible en You Tube nos puede servir de ilustración de lo que era la difteria infantil en aquellos años. La vacunación contra la difteria es uno de los momentos gloriosos de la historia de la Medicina.

sábado, 19 de febrero de 2011

La timidez: Cómo un comportamiento normal llegó a ser una enfermedad

El libro de Christopher Lane: La timidez: cómo la psiquiatría y la industria farmacéutica han convertido emociones en enfermedad, fue escrito en 2007 y ha sido publicado recientemente en España por Zimerman Ediciones. Este libro fue incluido entre los libros premiados por la revista francesa Prescrire el año pasado, después de un largo recorrido de éxito en EEUU y otros países europeos.
Es un libro duro, de los más duros que he leído sobre el comportamiento médico profesional en sí mismo, y la industria farmacéutica.  La timidez "patólogica" o fobia social sirve de detonante para un análisis en profundidad de la creación de las definiciones diagnósticas realizadas en la clasificación de DSM, actualmente en su cuarta versión (DSM IV). Pero no solamente se desmenuzan en el libro las discusiones alrededor de los criterios diagnósticos, la delicadeza del lenguaje para definir una situación u otra, el rigor metodológico basado en la pruebas parar definir una enfermedad; también, la capacidad que puede tener un pequeño grupo de personas para determinar el sentido final del diagnóstico y la terapia psiquiátrica en el  mundo entero. El Dr. Robert Spitzer fue el arquitecto y renovador de la clasificación psiquiátrica en el DSM III. El autor del libro desmenuza, a través de los documentos internos y de la entrevista con el propio Dr. Spitzer, las discusiones para erradicar el término neurosis, la timidez o la ansiedad social y otros términos de uso actual. 
El libro va más allá, evaluando la publicidad de las compañías farmacéuticas para estimular el consumo de los distintos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), con ejemplos más que ilustrativos.
De una manera razonada e inteligente, se ponen a la luz las cuestiones que hacen que la respuesta médica ante el sufrimiento humano en esta época ansiosa, sea la modificación farmacológica de los niveles de neurotransmisores cerebrales. Es la respuesta fácil y rápida para modular los síntomas, pero que olvida los condicionamientos psicosociales que influyen en la variabilidad del comportamiento humano. 
En la frase final del libro podemos encontrar las claves del libro:
Como sostiene Hamn en la obra Fin de partida, de Beckett: "Estás en la Tierra, ¡para eso no hay remedio!" Y, sin embargo, los neuropsiquiatras y sus patrocinadores corporativos han gastado incontables horas y dólares intentando convencernos de lo contrario.
El índice del libro es:
Introducción: no más tímidos
1.- La guerra de los cien años contra la ansiedad
2.- Las guerras diagnósticas: las emociones se convierten en patologías
3.- Una victoria decisiva: la timidez se convierte en enfermedad
4.- Directo al consumidor: ¡ahora a vender la enfermedad!
5.- El efecto rebote: cuando los tratamientos fallan
6.- Llega la reacción: la nación Prozac se rebela
7.- El miedo al prójimo en una época ansiosa
Notas, agradecimiento, discurso de recepción del Premio Prescrire 2010, principales protagonistas.
Conflicto de intereses: La editorial se dirigió a mí preguntándome por el interés del tema y me envió gratuitamente un ejemplar.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La escucha terapéutica según el padre de Charles Darwin: Autobiografía

Saber escuchar. Dedicar tiempo a ello. Son dos de los retos que tenemos cada día en la consulta. Las angustias y sufrimientos, los síntomas mal definidos, el paciente quiere decirlo, aunque no sepa cómo. Si dejamos que las palabras fluyan, éstas provocarán un efecto terapéutico. La medicina de finales del siglo XVIII y principios del XIX ya lo sabía.
Charles Darwin cuenta en su Autobiografía varias anécdotas de su padre médico.
Mi padre solía explicarme muchas menudencias que le habían sido útiles  en la práctica de la medicina. Por ejemplo, que las señoras lloraban mucho cuando le contaban sus problemas, haciéndole perder así gran parte de su precioso tiempo. No tardó en descubrir que, si les suplicaba que se dominaran y contuvieran, las hacía llorar aún más, así que a partir de entonces las animaba siempre a seguir llorando, diciéndoles que eso las aliviaría más que ninguna otra cosa, con el resultado invariable  de que enseguida dejaban de llorar y él podía oír lo que tuviesen que decirle y darles su consejo. 

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La Malaria según Javier Reverte: El Río de la Desolación

Javier Reverte es un excelente escritor de libros de viajes. Sin visitar África, el río Amazonas, el río Yukon en Alaska, la Grecia interior y otros muchos lugares; la lectura de sus libros me han transportado con todo lujo de detalles: históricos, sociales y personales a estos lugares. En el libro El Río de la Desolación, un viaje por el Amazonas, Javier nos cuenta la grave malaria que sufrió durante su viaje, de la salió vivo de milagro. A los que no conozcan a este autor y sus libros, les animo a viajar con la imaginación, dado que con el dinero no será muy posible.
El frío me vencía. Me bajé de la hamaca, me acerqué a la de Uri y le desperté: -¿Tienes frío? - No. El aire es caluroso. Bajé a la cubierta inferior y me aproximé a la escalera que llevaba a la sala de máquinas. Veía allí dentro sudar a los operarios y una vaharada de aire caliente trepaba por la escalera, Me acurruqué allí, intentando recuperar la temperatura de mi cuerpo.
Estaba infectado de Plasmodium falciparum, la clase de malaria que produce el cien por cien de las muertes. Llevaba nueve días con la enfermedad a cuestas, mis riñones habían cesado de funcionar y mi sangre estaba invadida de urea. Tan sólo cabía intentar una o dos hemodiálisis de emergencia, transfusiones de sangre y encomendar luego mi vida a Dios o al Diablo. Lo supe más tarde, claro: cómo maldije después al médico colombiano de Santarém. un tal Edgar Bueno que me diagnosticó dengue y me hizo perder nueve días de tratamiento. Entre los vapores que rodeaban mi cerebro, oí decir a mi mujer: "Tus hijos y tu hermano vienen de Madrid. Dicen los médicos que eres muy fuerte". No pensé en la muerte: en ese momento, me encontraba incapcitado para tener ningún tipo de idea.
Vi en en mis alucinaciones a la bacteria de la malaria, muy semejante a como me la había descrito Patarroyo semanas antes en Leticia: un bicho en forma de pera, blando, grasiento, ciego...que avanzaba dentro de mí, haciendo estallar glóbulos rojos, como si jugara con ellos, para luego devorarlos. Yo no lo sentía enemigo ni desagradable. Hacía bien su trabajo, eso era todo.
La sala de la UCI, de unos ochenta metros cuadrados, tenía doce camas y todas estaban ocupadas por pacientes. el número de enfermeros y médicos era el doble, más o menos que el de enfermos, y rotaban en forma constante. Había una habitación aneja en la que por la noche podían dormir los galenos de guardia.
Podía ver los movimientos de mi pulso reflejados en la pantalla que había sobre la cama. Ese nimio asunto daba fe de que estaba vivo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

La Migraña según Ian McEwan: Expiación

Ian McEwan es mi escritor británico contemporáneo favorito. Sus novelas nunca dejan indiferente, actualmente me esfuerzo en leer en inglés Solar, su última novela, todavía no traducida. La anterior, una breve joya, Chesil Beach, fue un auténtico placer. Mi técnica es leer una página en inglés y a continuación, leerla en castellano para degustar y aprender de los dos idiomas.
Expiación, fue un gran éxito de la que se hizo una mediocre película con buenos actores y excelente ambientación.
La descripción de la migraña de Emily Tallis, madre de la protagonista, debería estar en los libros de texto médicos.
"Poco después del almuerzo, en cuanto se hubo asegurado de que los hijos de su hermana y Briony habían comido como debían, y de que cumplirían su promesa de no acercarse a la piscina durante al menos dos horas, Emily Tallis se retiró del fulgor blanco del calor de la tarde a una habitación fresca y oscura. No le dolía, no todavía, pero se retiraba antes de notar la amenaza. Había en su visión puntos luminosos, pequeños alfileres, como si al tejido desgastado del mundo visible lo sostuvieran en alto contra una luz mucho más viva. Sentía una pesadez en la esquina superior derecha del cerebro,  el peso del cuerpo inerte de algún animal ovillado y dormido; pero cuando se tocaba la cabeza y apretaba, la presencia desaparecía de las coordenadas del espacio real. Ahora estaba en la esquina superior derecha de su mente, y en su imaginación ella podía ponerse de puntillas y alcanzarla con la mano derecha. Era importante, sin embargo, no provocarla; una vez que aquella perezosa criatura se desplazase desde la periferia hasta el centro, los dolores, agudos como un cuchillo, borrarían todo pensamiento y no habría la menor posibilidad de cenar con León y con su familia aquella noche. Se movería como una pantera enjaulada: porque estaría despierta, o por aburrimiento, o por el mero hecho de moverse, o por ningún  motivo en absoluto, y sin la menor conciencia. Se tumbó en la cama boca arriba, sin almohada, con un vaso de agua al alcance de la mano y, a su lado, un libro que sabía que no podría leer. Lo único que quebraba la oscuridad era una larga y borrosa franja de luz del día reflejada en el techo, encima del bastidor. Estaba rígida, llena de aprensión, paralizada por la amenaza de un cuchillo, consciente de que el miedo no la dejaría dormir y de que su única esperanza residía en permanecer inmóvil."
"El murmullo de voces indistinto, percibido a través de un suelo alfombrado, superaba en nitidez a una transcripción tecleada a máquina; una conversación que cruzaba una pared o, aún mejor, dos paredes, le llegaba despojada de todo lo que no fueran sus giros y matices esenciales. Lo que para otros era una sordina, era una amplificación casi intolerable para sus sentidos alerta, tan afinados como la antena de una vieja radio. Tendida a oscuras, lo sabía todo. Cuantas menos cosas podía hacer, más percibía. Pero aunque en ocasiones ansiaba levantarse para intervenir, sobre todo cuando Briony la necesitaba, el miedo al dolor la contenía. En el peor de los casos, un conjunto de afilados cuchillos de cocina, incontrolables, le atravesaban una y otra vez el nervio óptico, con una presión más fuerte hacia abajo, y la dejaban totalmente aislada y sola. Incluso gemir agravaba el calvario. De modo que permaneció en la cama mientras discurría el atardecer."

jueves, 5 de agosto de 2010

Cosas del verano: Dormir... dormir


A Oriana prendió gran sueño, como quién no había dormido gran cosa la noche pasada e dijo: "Amigo, tan gran sueño me viene que me no puedo sufrir". "Señora - dijo él- vamos a aquel valle e dormiréis". E desviando de la carrera se fueron al valle, donde hallaron un pequeño arroyo de agua e yerba verde muy fresca; allí descendió Amadís a su señora e dijo: "Señora, la siesta entra muy caliente, aquí dormiréis hasta que venga la fría; y en tanto mandaré a Gandalín a aquella villa e traernos ha con qué refresquemos.
Amadís de Gaula. Antología de la Literatura Española. Edad Media. página 190

sábado, 12 de junio de 2010

El placer de leer "Un hombre afortunado" de John Berger

John Berger se siente afortunado de haber conocido a John Sassall, médico rural inglés: un hombre afortunado. El Dr. Sassal atiende con pasión y emoción a unos dos mil habitantes de una comarca rural inglesa en los años 60 -los del bosque- donde comparte con ellos, desde una posición cercana pero inevitablemente superior, las desdichas, alegrías y devenires de sus vidas. John Berger no escribe un relato novelado, analiza en primera persona las reflexiones que le surgen al observar al médico, a sus pacientes, a las relaciones de la comunidad con su médico y viceversa. El escritor-observador disecciona con elegancia y sutileza el comportamiento del doctor en las relaciones con los pacientes, la fuerza de su liderazgo global sobre sus habitantes, la entrega incondicional del mismo para buscar soluciones, para entender su sufrimiento, condicionado por el bagaje cultural de una zona atrasada y con pocas expectativas de futuro. El Dr. Sassall es un incansable trabajador, día y noche atiende todas las necesidades de sus pacientes desde el nacimiento a la muerte de una manera admirable.
Pero tanta energía y capacidad tiene su cara oculta, los períodos depresivos donde se siente incapaz de mantener su compromiso y aún así es un excelente doctor, por encima de la media como define el escritor-observador.
[..] Se le considera un buen médico. Puede que no se aprecien en lo que valen la organización de su consulta, los adelantos que ofrece, su ojo clínico y sus técnicas. Puede que sus pacientes o se den cuenta de la suerte que tienen con él. Pero en cierto sentido es inevitable. Sólo los más conscientes consideran que es una suerte tener tan bien cubierta una necesidad primordial. Y es a un nivel muy básico, elemental, donde se reconoce que es un buen médico.
Los pacientes dirían que es honrado, que no le asusta el trabajo, que es fácil hablar con él, que es amable, comprensivo, que no es estirado, que sabe escuchar, que siempre acude cuando se le necesita, que es muy concienzudo.También dirían que no es temperamental, que no es fácil de entender cuando habla de uno de sus temas teóricos. como el sexo, que es capaz de hacer cosas sólo para sorprender, que es atípico [...].
El escritor-observador disecciona la forma en que Sassall busca comprender a sus pacientes para entenderse a si mismo de una forma casi compulsiva. Necesita saber, entender para poder ayudar mejor. Asimismo, la comunidad admira y acepta a su médico como uno más, y de esa manera, respetarle todavía más.
El libro es un excelente relato antropológico de las relaciones de un médico con sus pacientes y la comunidad donde trabaja. Una fuerte personalidad singulariza al doctor y de esa manera considerarlo un hombre afortunado. La personalidad de Sassal me recuerda a la del capitán Fitz Roy -Sassal también fue médico marino en su juventud-. Podríamos hablar de este personaje y su relación con Charles Darwin, el que tenga interés que lea: Hacia los confines del mundo de Harry Thompson. Sus destinos y esfuerzos me recuerdan ambos personajes.
Leer el libro genera admiración por el personaje, para a la vez reconocer que tal grado de compromiso y entrega es imposible de generalizar.
Con una prosa elegante, culta y reflexiva, este libro es de obligada lectura para todos los médicos jóvenes que empiezan su andadura laboral, y sobre todo a los médicos de familia como Jesús Abenza (El Cánido de Paulov).
Gracias a Ermengol Sempere por recomendarme el libro

domingo, 3 de enero de 2010

El mayor espectáculo sobre la Tierra, Evolución de Richard Dawkins

Acabo de finalizar el libro de Richard Dawkins: El mayor espectáculo sobre la Tierra, que aquí en España han añadido el antetítulo de Evolución, para que el lector no fuera a ir despistado y piense que compra un libro sobre el Circo o algo así. Desde hace años disfruto de todos los libros de R. Dawkins y admiro su capacidad divulgativa sobre temas complejos de Biología, además de su faceta como agitador social del ateísmo. El presente libro es un compendio estructurado y actualizado de las ideas desarrolladas en sus libros anteriores, junto a unos capítulos finales de gran claridad conceptual para resumir en breves palabras la irrefutable, no teoría sino evidencia, de la Evolución. La comprensión global de la Naturaleza y de nuestra existencia como seres vivos en este complejo desarrollo evolutivo produce, no desazón como pueden pensar muchas personas, sino una gran satisfacción por liberar al pensamiento humano de los rasgos mágicos y supersticiosos, y dotarlo de un pensamiento analítico y racional que nos sitúa, no en lo más alto del árbol evolutivo, sino en una periferia de ciencia inteligente.
Para los amantes de la Biología y la Medicina, la lectura de este libro, si no conocen nada previamente de R. Dawkins, es muy recomendable. Hay aspectos de un gran interés que para mí eran desconocidos. Richard Lenski es un profesor de la Universidad Estatal de Michigan que lleva más de 20 años realizando el estudio sobre evolución experimental más importante. Usando 12 líneas diferentes de Escherichia Coli ha ido estudiando y seleccionando diferentes características de forma separada modificando los nutrientes. A través de 40.000 generaciones han podido demostrar la adaptación evolutiva y la supervivencia de los linajes que mejor usaban los diferentes ambientes que se creaban. En su página se puede ver el proyecto y sus logros.
El libro está plagado de textos subrayables, como tengo costumbre de hacer. Os dejo un compendio de frases de interés.
"La edad media de nuestro planeta es de unos 4.600 millones de años o de unos 46 millones de siglos. El tiempo que ha pasado desde que el antepasado común de todos los mamíferos actuales caminó sobre la Tierra es de unos 2 millones de siglos. un siglo nos parece mucho tiempo. ¿Podemos imaginar dos millones de siglos, desde el principio hasta el final? El tiempo que ha pasado desde que nuestros primeros antepasados se arrastraron fuera del agua hasta la tierra es de unos 3.5 millones de siglos: dicho de otra forma, unas 20.000 veces el tiempo que tardaron en hacerse todas las razas diferentes - realmente diferentes- de perros, desde el antepasado común que comparten" (antes del lobo, su origen común, añado yo)
"La selección natural es la supervivencia diferencial de los genes con éxito frente a genes con menos éxito en acervos genéticos. La selección natural no elige los genes directamente. En lugar de eso escoge a sus representantes, los cuerpos; y esos individuos se eligen -obvia y automáticamente y sin intervención deliberada- en función de si sobreviven para reproducir copias de esos mismos genes. La supervivencia de un gen está internamente ligada a la supervivencia de de los cuerpos que ayuda a construir, porque viaja dentro de esos cuerpos y muere con ellos."
"Pero la naturaleza nunca sobreselecciona nada. La naturaleza consigue el equilibrio adecuado"
Desde el primer árbol evolutivo de los animales esbozado por Charles Darwin hasta el esquema actual hemos avanzado mucho en estos 150 años. Ampliad la imagen de la derecha para ver dónde nos encontramos los humanos.


miércoles, 31 de diciembre de 2008

El Autocuidado y la Educación Sanitaria.

El objetivo de cualquier persona es mantener su salud. Cuando se siente enfermo, la mayor parte de las veces se autoobserva y valora la necesidad de pedir ayuda profesional o de autotratarse. La mayor parte de las veces, los síntomas leves y reconocibles de las enfermedades más comunes podrán ser tratados sin intervención profesional. Si no es así, el paciente optará por acudir a una oficina de farmacia y solicitar algún remedio que conozca o pida opinión la farmacéutico. Esto es un hecho habitual que debemos aceptar y trabajar con ello. O bien, el paciente solicitará ayuda a un médico, de forma urgente o no.

Los temas relacionados con el Autocuidado y la Automedicación me han interesado desde hace muchos años. En 1996 publiqué un libro en la editorial Temas de Hoy del Grupo Planeta titulado: Sin Receta, la automedicación correcta y responsable. Vendí 5.000 ejemplares, que dada la cifra media de ventas de libros sin una promoción especial, no está mal. Aún así, no cubrí el anticipo de la editorial. Dado que el libro está descatalogado, me permito ponerlo a disposición del que quiera verlo. El 90% del contenido sigue estando vigente.



La relación de los médicos con los farmacéuticos no ha sido lo adecuada que debería. En estos temas, la colaboración debería redundar en el beneficio de los médicos, visto desde nuestro punto de vista. En el Reino Unido, una demanda de atención sanitaria por un problema menor es recomendada que "Pharmacy first", es decir que primero vayan a la farmacia. Aquí, ¿porqué no? Nuestro sobresaturado Sistema Nacional de Salud (puede ir el que quiera, cuando quiera y las veces que quiera por el mismo precio) se vería favorecido por este tipo de medidas. Para homogeneizar el mensaje sanitario entre las oficinas de farmacia y los médicos de familia, el Grupo de Utilización de Fármacos de semFYC que yo coordino, ha colaborado con el Grupo de Investigación de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada en la edición de un texto: Protocolo de Indicación Farmacéutica y Criterios de Derivación al Médico en Síntomas Menores que podéis descargar aquí. Son las ideas, mensajes y recomendaciones que deberían dar en las oficinas de farmacia ante los síntomas menores más consultados. Si esto se aplicara, por supuesto que podíamos confiar en la valoración de los farmacéuticos.

Por otro lado, la Sociedad Española de Medicina de Familia Y Comunitaria (semFYC) ha puesto a disposición del público en general, la Guía de Actuación de Salud, obra divulgativa de información y manejo de los problemas de salud más habituales.





Sí, es posible conseguir una población educada en salud y en autocuidados. Hay herramientas de sobra, solo falta divulgarlas, darlas a conocer con los medios de comunicación de masas que se utilizan para otras cosas. Todo redundaría en un beneficio social y en una descarga del sistema de salud, a punto del colapso.

martes, 8 de abril de 2008

Medicamentos y conducción de vehículos: ¿sabemos suficiente?

La preocupación social sobre los accidentes de tráfico va calando progresivamente en la sociedad española. Una mezcla de medidas coercitivas y una progresiva educación social va avanzando en la reducción del número de víctimas de los accidentes de tráfico. Los factores como el alcohol y distintas drogas son determinantes en un gran número de accidentes, pero los medicamentos de uso habitual también pueden tener un papel en la reducción de las habilidades y concentración necesarias para realizar una conducción segura.

Hace 4 años, la Dirección General de Tráfico hizo llegar de forma gratuita a los médicos españoles un volumen bastante completo sobre este tema. ¿Cuántos lo han leído u hojeado?. El volumen es muy amplio y toca diversos temas de una forma poco didáctica (hacen falta tablas más claras y sencillas para acceder a la información) pero es una obra de referencia.
Otros textos disponibles en Internet:
- Patología Médica y Conducción de Vehículos - editado por la Dirección General de Tráfico en 2002.
- Conducción de Vehículos y Uso de Medicamentos de la Generalitat Valenciana de 2004

Este mes Australian Prescriber ha publicado una artículo referido a este tema y de una forma sencilla nos presenta una tabla muy didáctica sobre la influencia y riesgo que los medicamentos, tanto de forma aguda o como en el uso crónico pueden afectar a la conducción.
De los datos de la tabla podemos sacar interesantes conclusiones. En mi opinión las menos conocidas:
* Los antihistamínicos menos sedantes (loratadina, cetirizina, etc.) tienen un riesgo bajo a moderado. No son tan inocuos como a veces planteamos.
* Los analgésicos opiáceos tienen un riesgo claro, incluido el tramadol cuyo uso va en aumento, aunque sea a dosis bajas.
* Los antidepresivos más usados tienen un riesgo bajo (fluoxetina, paroxetina, venlafaxina).
Una gran parte de la población que conduce en nuestro país está usando algún tipo de medicación, es un deber por nuestra parte interesarnos sobre sus posibles efectos.

lunes, 17 de marzo de 2008

Our Daily Meds. Un nuevo libro que analiza las prácticas de la Industria Farmacéutica

Siguiendo la estela de Marcia Angelli con su “The Truth About the Drug Companies", Melody Petersen, periodista del New York Times dedicada a la información de salud e industria farmacéutica, ha publicado este libro dónde analiza los efectos de la sobreprescripción o la prescripción errónea en la salud de los estadounidenses. El comentario del NYT aporta datos interesantes, como por ejemplo: durante el periodo de 1980-2003 los estadounidenses doblaron su gasto en automóviles, mientras que en los medicamentos lo hicieron en 17 veces.
Promete ser un título interesante.
Yo compro los libros extranjeros en Barnes&Nobles.