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sábado, 5 de diciembre de 2015

Ideas manidas sobre sanidad para viejos y nuevo partidos

"Me duele"
Las próximas elecciones generales van a ser decisivas para el futuro de España, dicen todos los partidos que nos piden el voto. Siempre he oído esa frase, siempre hemos estado en encrucijadas, momentos de cambio y situaciones trascendentes para una sociedad.

El Diario Médico ha tenido a bien preguntar (#MiPrioridadEnSanidad) a unos cuantos profesionales sanitarios que expresamos nuestras opiniones de forma pública, cuales serían las prioridades o ideas sobre el futuro político de la sanidad española. Dado que no soy un tertuliano todoterreno -que podría-, opinaré sobre la sanidad y sobre su organización con un aviso previo: la política es global en su acción social; por ello, la ideología y los comportamientos de los distintos partidos políticos son determinantes para enfocar la organización sanitaria de una sociedad. Llegar a un pacto en el que todos los partidos políticos estén de acuerdo ha sido imposible hasta ahora.

Realmente me cuesta definir los mundos ideales donde todo sería maravilloso si mis ideas se llevasen a cabo. La realidad cambia lentamente, con una gran inercia negativa, y veo pros y contras en los modelos rígidos. Me es más fácil enumerar lo que no quiero: lo que ahora es real y negativo en mi opinión, aquello que creo injusto y dañino.

Una sanidad universal para todos los ciudadanos que habitan este país
La iniciativa del Partido Popular de establecer el aseguramiento como la vía de acceso a la sanidad pública, y no mediante el derecho de cualquier ciudadano a una atención sanitaria pública, me parece una medida profundamente injusta e ineficaz. Todavía estamos esperando conocer la evaluación económica que justificaría la exclusión social de los inmigrantes no legalizados. Privar a los más desprotegidos de la asistencia sanitaria si la precisan, en un contexto de incapacidad real del gobierno para regular la inmigración irregular, es profundamente injusto y dañino en el punto más sensible.

Descapitalizar la sanidad pública favoreciendo la concertación
El porcentaje de dinero que las comunidades autónomas dedican al pago de servicios concertados sanitarios ha crecido de forma espectacular con los gobiernos del Partido Popular. Justificar dicha medida diciendo que se alivian las listas de espera, ha sido la disculpa perfecta para reducir la inversión en los centros públicos, derivando una importante cantidad de dinero a la entidades privadas sanitarias. Esa política, que en Madrid ha tenido la máxima expresión con el famoso y desconocido "call-center" que siempre ofrece primero una actividad quirúrgica fuera del hospital público que la indica, es manifiesta y políticamente interesada: la descapitalización y la reducción de una sanidad de gestión pública.
Asimismo, la falta de innovación de las formas de gestión en la administración pública está llevando al deterioro global de la atención sanitaria, provocando una selección de actividad y riesgos que hace que las patologías más severas o caras sigan en los hospitales públicos y la patología más simple y rentable pase a los centros concertados. Selección de riesgos que hace el proveedor para la rentabilidad de los centros concertados.
El modelo MUFACE y su oferta de aseguradoras privadas es el culmen de la doble vara de medir de los gobiernos pasados y presentes.

Una organización de Atención Primaria anquilosada y necesitada de renovación
Después de tantos años funcionando, la atención primaria necesita una renovación global, un nuevo enfoque y estímulo para su revitalización. Lamentablemente, no hay ningún partido político que tenga ideas para ello. La supuesta oferta de autogestión que el anterior gobierno del PP de Madrid hizo contenía tantas trampas que fue masivamente rechazada. Son muchas cosas las que hay que cambiar, y podemos fijarnos en los distintos modelos europeos, desde el inglés al francés o el noruego.
Hay que cambiar y renovar la organización y las expectativas de trabajo para las próximas generaciones de médicos, pero también para ofrecer a la sociedad una atención primaria que gane adeptos y sea asumido por todas las clases sociales como una parte imprescindible de su sociedad, como la interpreta la sociedad británica, por ejemplo.

Medicalización de la sociedad, selección y financiación de medicamentos
Si no hay una política educativa de cara a la sociedad respecto al buen uso de los medicamentos y de los servicios sanitarios, el impacto de las políticas sanitarias seguirá presentando bolsas de ineficiencia. El uso de antibióticos, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos, la búsqueda de pseudoterapias alternativas, son algunos de los muchos temas que incluye tener una visión global de la sanidad. La política debe ser educativa socialmente y mantener un liderazgo en la información sanitaria. Algo que no se hace en absoluto. El inicio de la crisis del Ébola, la antigua crisis de la gripe AH1N1 son ejemplos de la necesidad de una educación sanitaria desde los estamentos políticos y administrativos. Y dada mi especial atención a las pseudoterapias, regular definitivamente los ámbitos profesionales y de uso público de las numerosas ofertas terapéuticas sin base científica.

¿Y con qué dinero?
Con el que hay, pero distribuido con criterios políticos diferentes. La tarta del PIB es la que es, pero el corte de la tarta se realiza intencionadamente de una manera u otra. No voy a hacer demagogia con ello, o no demagogia, sino decisiones valientes en contextos difíciles. ¿Favorece más la economía, el empleo y el bienestar social, la construcción y mantenimiento del líneas de AVE que el gasto sanitario? etc, etc, etc.

Seamos realistas, espero pocos cambios gane quién gane, solo espero que la sanidad, que es una de las grandes partidas del gasto público en España, merezca atención y las políticas que se han denunciado como injustas e ineficaces no se vuelvan a repetir.

lunes, 2 de febrero de 2015

Los riesgos en las residencias de ancianos. Hay cosas que cambiar

Dr. Eugene Smith - Country Doctor- LIFE 1948

Los riesgos en las residencias de la Comunidad de Madrid. Necesidad de un debate urgente que cambie la situación actual.


Joaquín Morera Montes
Centro de Salud “Mirasierra”
Área Norte. SERMAS

No podemos mirar por más tiempo hacia otro lado.

Son tantos los problemas y tantas las incongruencias que se producen en la atención a los pacientes ingresados en residencias desde hace años que, ante la dificultad de resolverlas, siempre se ha eludido un autentico debate entre los actores implicados y nunca se ha llegado a soluciones satisfactorias que sirvan para dar una correcta atención. Muy al contrario, a pesar de la buena voluntad de muchos profesionales, tanto de las residencias como del sistema público de salud, la desconexión, la descoordinación y los intereses diferentes y en ocasiones contrapuestos han dado lugar a una situación insostenible y llena de riesgos que estoy dispuesto a denunciar públicamente con el único interés de llamar la atención para que se busquen y establezcan mecanismos correctores.

Nos llenamos la boca con “calidad de atención”, “incidentes de riesgo”, etc, pero cuando se describen y se denuncian las deficiencias en la atención y las situaciones de riesgo que se provocan en la atención a pacientes ingresados en residencias solo se ponen parches, no se apuesta por verdaderas soluciones.

La mayoría de las residencias o son privadas o tienen conciertos con la Comunidad y son atendidas por profesionales contratados de forma privada por las propias residencias. Los pacientes son adscritos a médicos del sistema público para, fundamentalmente, disponer de las funciones administrativas que requieren (dispensación de recetas, informes para solicitud de ayudas, certificados oficiales, etc.). A pesar de que los médicos del sistema público, en la mayoría de las ocasiones no son quienes atienden a los pacientes en las residencias y no ser los prescriptores ni quienes solicitan interconsultas con otros especialistas cuando se precisa ( lo hace el médico de la residencia), son sin embargo los “responsables” del consumo de medicación y de otros recursos sanitarios (transporte, derivaciones, etc.) de cada paciente, y son evaluados y juzgados por ello por sus respectivas Gerencias.

Cada Comunidad Autónoma ha regulado de forma diferente los requisitos que debe reunir el personal que trabaja en una residencia. En la Comunidad de Madrid, según el artículo 16 de la Orden 766/1993, de 10 de junio, de la Consejería de Integración Social, por la que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento de las Residencias de Ancianos que gestiona directamente el Servicio Regional de Bienestar Social, actualizada el 4 de diciembre de 2008, en las residencias: Existirá un Equipo Multiprofesional integrado principal pero no exclusivamente por profesionales de este Área, que asumirá la tarea de seguimiento integrado e individualizado de la evolución del residente, y las consiguientes propuestas sobre los niveles y modalidades de asistencia que haya de recibir.
Y en al artículo 18 especifica las funciones de la Unidad de Atención Sanitaria de cada residencia.
Corresponde a esta Unidad la realización de las siguientes actividades:
a) El reconocimiento médico de los nuevos residentes.
b) La apertura, conservación y actualización del Historial Médico y de Enfermería de cada residente.
c) La asistencia sanitaria dentro de los límites que se establecen en este mismo reglamento.
d) El seguimiento de la evolución de los residentes y el desarrollo de tratamientos para su mantenimiento, mejora física y psíquica y prevención de las enfermedades.
e) La atención, aseo y limpieza de enfermos y encamados.
f) La ayuda en las actividades de la vida diaria a los residentes impedidos o dependientes y en general a los sometidos a control continuado.
g) El mantenimiento de las medidas de vigilancia implantadas sobre los residentes sometidos a control continuado, dando cuenta de cualquier anomalía observada.
h) El pedido, recepción, custodia, control de inventario y salidas de material sanitario y farmacéutico.
i) La administración de medicamentos a los residentes sometidos a control continuado, enfermos y encamados.
j) Atender e informar a los familiares o tutores de los residentes en las situaciones de emergencia por enfermedad o defunción.

Según la Resolución de 27 de febrero de 2001, de la Dirección General de Trabajo («BOE» núm. 64, de 15 de marzo de 2001, páginas 9686 a 9705) por la que se dispone la inscripción en el Registro y posterior publicación del texto del Convenio Colectivo Nacional de Residencias Privadas de Personas Mayores y del Servicio de Ayuda a Domicilio, las funciones del médico de residencia, entre otras, son las siguientes:
Hacer el reconocimiento médico a cada nuevo usuario y rellenar la correspondiente historia médica y certificaciones profesionales, en que contarán las indicaciones de tipo de vida más acorde, la rehabilitación necesaria, y el tratamiento a seguir si hace falta.
Atender las necesidades asistenciales de los usuarios. Hacer los exámenes médicos, diagnósticos, prescribir los tratamientos más acordes en cada caso para llevar a cabo las terapias preventivas, asistenciales y de rehabilitación de los diagnósticos clínicos y funcionales de los residentes del centro.
Dirigir el programa de movilización y rehabilitación de los usuarios, fijando en equipo los programas a desarrollar de forma individual y en grupo. Hacer el seguimiento y evaluar los programas conjuntamente con el equipo formado por todos las personas que intervienen.
Asistir al personal destinado al centro en los casos de necesidad y de urgencia.
Como máximo responsable de su departamento médico, en el caso de que el centro no pueda tratar debidamente a los usuarios, derivarlos a un centro hospitalario o de salud.
Participar en la comisión de supervisión y seguimiento del usuario en cuanto a las necesidades asistenciales y de la vida diaria de los residentes y de los usuarios del centro de día, lo cual hará en colaboración con el director, el asistente social, el psicólogo, y otros profesionales, de acuerdo con la situación física de los usuarios los objetivos a conseguir y las características del centro.
Programar y supervisar los menús y dietas alimentarias de los residentes o usuarios.
Supervisar el trabajo del personal.
Supervisar el estado sanitario de las dependencias del Centro.
En general, todas aquellas actividades no especificadas que se le pidan, de acuerdo con su titulación y profesión.

Teniendo en cuenta estas normativas especificas para residencias y médicos de las mismas voy a relatar las deficiencias y los riesgos que se producen en 7 residencias asignadas al centro de salud donde trabajo, con un total de más de 1000 pacientes ingresados en ellas, algunas totalmente privadas, otras con diversos acuerdos con la Comunidad de Madrid y otras de pleno control y gestión por parte de la Comunidad. Los pacientes ingresados en algunas son mayoritariamente disminuidos psíquicos, en otras pacientes muy complejos por limitaciones físicas y psíquicas postraumáticas graves y en otras fundamentalmente ancianos con patologías crónicas.

Quiero destacar que no son residencias pequeñas con 20 ó 30 pacientes ancianos con las patologías crónicas esperables en ese rango de edad, son residencias con gran número de pacientes (más de 100) y donde se atienden patologías especificas graves que requieren del tratamiento y atención por personal especializado, tanto médico como de enfermería o auxiliar, especialmente por dar atención a pacientes con paraplejias, tetraplejias, importantes enfermedades neurológicas degenerativas, disminuidos psíquicos graves o demencias con graves deterioros funcionales.

Por ello, todas las residencias de nuestra zona disponen de personal sanitario propio y, dependiendo del número de ingresados, la mayoría tienen sus propios médicos. Una de las residencias está “nominalmente” dividida en 2 secciones (disminuidos psíquicos y ancianos) y a pesar de tener más de 100 residentes en conjunto no disponen de personal médico. La residencia de la Comunidad, casi en su mayoría con disminuidos psíquicos graves (cerca de 120) dispone de médico propio, aunque no se suple su ausencia en periodo vacacional, quedando el control a cargo del personal de enfermería y responsabilizando a los médicos del centro de salud de la atención a demanda que pueda surgir en ese tiempo. (Esto último ha sido comunicado y denunciado ante la Comunidad y la Gerencia de Atención Primaria en varias ocasiones por el déficit de control que supone para pacientes institucionalizados con graves patologías crónicas).

¿Qué papel jugamos los médicos del Centro de Salud? En principio facilitamos el tratamiento, hacemos las recetas y gestionamos la realización de pruebas o el transporte y tramitamos las derivaciones a especialistas que nos solicitan los médicos de las residencias privadas o con conciertos. En cuanto a la atención en la residencia que no tiene médico atendemos la solicitud de cuidados de procesos agudos según nos demanda el personal de enfermería. Los ancianos de esta residencia también pueden solicitar consulta directamente o lo hacen a través de personal de enfermería de la residencia o de sus familiares. El seguimiento de patologías crónicas depende de cada médico del centro de salud que tienen asignado.

En toda la Comunidad existen múltiples residencias con un número pequeño de pacientes, y cuando es así especialmente son ancianos. Sería muy interesante conocer realmente el grado de seguimiento de sus patologías crónicas cuando la residencia no tiene médico y es atendida exclusivamente por los profesionales del Centro de Salud.

Por otro lado, por las características de nuestras residencias, nos vemos en la obligación de controlar la medicación de pacientes muy graves a los que, en la mayoría de las ocasiones, no hemos visto en la vida y que son atendidos, controlados y seguidos por otros médicos. Muchos se asignan temporalmente por días o meses, la mayoría de las veces como desplazados y solo tenemos conocimiento de la medicación o suplementos nutricionales que de ellos nos solicitan.

¿Dónde están entonces los riesgos?

El primero es el que se deriva de intentar controlar la medicación pautada por otro facultativo. Esto lleva a un enfrentamiento permanente que en nada beneficia a nadie. Lo razonable es que cualquier prescriptor sea responsable de lo que hace y que no tenga un compañero de su mismo nivel que le esté “enmendado la plana” atendiendo a criterios inducidos por la Gerencia, sin conocimiento de la realidad asistencial en cada residencia. No obstante intentamos establecer buena relación con estos
compañeros de las residencias y les hacemos llegar nuestros comentarios especialmente si se ve alguna situación medicamentosa con riesgo. Por poner un ejemplo de la falta de coordinación y entendimiento, los médicos del centro de salud tenemos “penalizada” la prescripción de quinolonas. De estas el 90% está realizada por los médicos de las residencias. Nuestra gerencia nos penaliza a nosotros esta prescripción de la que tenemos muy malos indicadores. Nuestra decisión natural es discutir esta prescripción con los médicos de las residencias pero resulta que en pacientes institucionalizados las quinolonas, según en qué procesos, pueden ser medicamentos de primera elección. Presionados los médicos de las residencias por nuestros continuos comentarios pueden no prescribir el medicamento indicado. Esto no sería un problema si la Gerencia fuese consciente de esta realidad de prescripción en pacientes institucionalizados, o más fácil aún, si cada uno fuese responsable de lo que prescribe y nada más, es decir que tengan sus propias recetas como en otro tiempo tuvieron. Otro ejemplo parecido lo tenemos con la utilización de benzodiacepinas, cuyo consumo es mucho mayor, y la mayoría de las veces justificado, en pacientes institucionalizados.

Otro problema realmente serio en las residencias es la polimedicación, fundamentalmente porque son pacientes muy mayores (más de 75 años la mayoría) y con múltiples patologías crónicas. Entiendo que es bueno y pertinente la revisión de los tratamientos y sus pautas de forma periódica, y es más, soy un ardiente defensor de la deprescripción, del uso racional del medicamento y de evitar la polifarmacia, entre otras cosas porque desconocemos la bondad de la múltiple asociación de medicamentos y de si su realización conlleva realmente beneficios en cuanto a supervivencia y/o calidad de vida. ¿Pero esto significa que tengo que cambiar la pauta de pacientes seguidos y controlados por otro médico y en una institución privada? ¿Cuántos enfrentamientos ocasiona esto con el paciente, si es consciente, con el médico que le atiende y con sus familiares? En diversas ocasiones he solicitado la valoración de discontinuidad de algunos tratamientos para la demencia después de más de 8 años de uso. Nadie se atreve a retirarlo, ni los neurólogos, normalmente porque esto significa una discusión con familiares y dedicar un tiempo extra que probablemente no existe para explicar y convencer de que ya no es necesaria o no es útil la medicación. Es más fácil mantenerla. Como esto se suele hacer en todos los servicios en los que consulta el paciente no es infrecuente que tome más de 10 tipos diferentes de medicación, algunas veces con justificación más que discutible en cuanto a los beneficios que aporta. A toda la medicación habitual, en los últimos tiempos hay que añadir la prevención de posibles carencias (Vitamina D, Calcio, nutrientes, etc).

Ante esto a los médicos de los centros de salud que tenemos pacientes de residencias se nos asigna una papel “controlador” y, o decidimos la solicitud permanente de revisar los tratamientos, o asumimos la polifarmacia vigilando en lo posible la posibilidad de interacciones y posibles efectos secundarios. No deja de ser una duplicidad de funciones con la que tiene establecido el médico de la residencia que por ser el prescriptor debe hacer lo mismo.

Podemos juzgar permanentemente lo que hacen otros facultativos, pero ¿quién controla lo que yo juzgue o diga?. ¿Por qué es mejor mi indicación que la suya? En cualquier caso se podrá establecer una discusión entre colegas, pero no me da más autoridad a mí el hecho de pertenecer al Sistema Sanitario Público.

Como es muy difícil abordar este tema la mayoría de las veces miramos para otro lado, hacemos las recetas que se nos solicitan y punto. El riesgo es para el paciente, quien a más medicación tiene más probabilidad de efectos secundarios, que ineludiblemente son controlados con más medicación, no con la valoración de retirada de medicamentos. Como quiero dar soluciones creo que debería encargarse alguien ajeno al centro de salud de ese control de la medicación y de la prescripción realizada por sus médicos, y no con afán controlador, sino exclusivamente con intención de mejorar la atención que reciben los pacientes ingresados. Si tiene que haber algún control de la prescripción de un médico privado deberá ser realizada por otras instancias (Colegios de Médicos, Unidades de Farmacia de las Gerencias o los organismos que se determinen competentes para ello dependientes de las Consejerías de Bienestar Social o de Sanidad). Cuando se expone esto la respuesta de la Gerencia es “los pacientes los tienes asignados tu y son responsabilidad tuya”. También lo son cuando están ingresados en el hospital y no se me ocurre ir a ver como les están tratando o si la medicación que les pautan durante el ingreso es la correcta. Si cada médico dispone de su propio talonario es fácil pedir responsabilidades de lo que prescribe, y si está en su mano mejorar la prescripción así lo hará sin duda.

Otro riesgo: la historia clínica. Durante el año 2014 la historia clínica se ha situado entre el “Top Ten” de las causas que más incidentes de riesgo han causado en EEUU (fuente: Medscape), especialmente por información incompleta o errónea que da lugar a confusión, en los datos del paciente o sus procesos, además de los ataques informáticos sufridos últimamente en diversas instituciones. El problema que tenemos aquí en el caso de las historias de los pacientes de residencias es enorme.

En muchas de las áreas se indicó que para facilitar y dedicar menos tiempo a la realización de las recetas de los pacientes ingresados en residencias se pusieran los medicamentos que tomaban de forma crónica “a demanda”. En nuestro centro algunos médicos así lo hicieron pero la mayoría los puso como medicamentos crónicos cuando así era, y a demanda o agudos cuando correspondía, aunque entrañaba un mayor tiempo de realización de las recetas. Con el paso del tiempo es imposible saber cuál de los 50 medicamentos o más que puede tener un paciente en su historia “a demanda”, es lo que está tomando. Esto conlleva un peligro enorme de cambio en las pautas de medicación y puede ser una fuente de graves errores, aunque por fortuna quienes facilitan los fármacos en las residencias (enfermeras y médicos) suelen darse cuenta. Esto también implica que cuando el paciente acude al hospital o a otros centros de salud (lo que no es nada infrecuente) es imposible saber lo que toma. La historia se convierte así en un auténtico problema. Además si alguien tiene a bien actualizar el tratamiento basta con fusionar posteriormente la historia actual con las previas para que todo vuelva a descontrolarse.

Buscando soluciones esto solo se resuelve si los medicamentos se hacen constar en la historia como realmente son (crónicos, a demanda y agudos), y antes de cualquier derivación o cambio de domicilio actualizar de forma obligada la historia. ¿Pero como actualizar la historia de un paciente al que no estás siguiendo porque está ingresado en una residencia? La única solución real, por mucho que cueste, es que en las residencias sus médicos tengan o acceso a la historia clínica electrónica o dispongan de modelos de historia clínica compatibles y fusionables con los del sistema público, porque son ellos los que tiene que ir actualizando la historia durante toda la vida del paciente en la residencia.

Como se puede ver los riesgos para los pacientes no derivan, a mi entender, de la atención directa recibida por parte de las residencias, salvo en los casos en que existe evidente falta de personal en relación al número de internos y patologías que atienden. Los mayores riesgos surgen de la duplicidad de funciones, de la imposición de tareas que llevan al enfrentamiento entre instituciones, de la falta de coordinación, de la ausencia de criterios y protocolos de colaboración y de la mala utilización de la historia clínica.

Todo esto no implica que la Atención Primaria se desentienda de la atención sanitaria en residencias. Todo lo contrario. Es que las residencias también son parte de la Atención Primaria, pero con matices, como también lo son por ejemplo los centros de día. Pero no por ser parte de la Atención Primaria son atendidos por profesionales de los centros de salud. Atendiendo a los principios de la Atención Primaria, debemos continuar siendo los garantes de elementos conceptuales básicos, que tienen que ser realidades, como la atención integral, la función integradora o la atención permanente y accesible para todos los ciudadanos, asegurando con ello en todo momento la equidad del Sistema. La atención primaria y la asistencia que realice debe estar por tanto perfectamente coordinada con la que se realiza en las residencias y facilitar en todo caso el objetivo último que es la adecuada atención y de forma permanente de las personas institucionalizadas. Esto en ocasiones implicará tener un papel proactivo y en otras saber “dejar hacer”. Tenemos la misma responsabilidad sobre estos pacientes que cuando están ingresados en el hospital o en un centro de crónicos o de cuidados específicos y tenemos que facilitar que se reciban los cuidados que en cada momento necesiten. Cuando están en residencias pequeñas sin otros médicos que los atiendan toda la responsabilidad será de los profesionales del centro de salud y, en estos casos, habrá que valorar muy bien las necesidades de personal en los centros de salud para facilitar la mejor atención posible.

Se debe afrontar un cambio en la normativa de las residencias, de forma que los recursos que necesitan para dar una atención de calidad queden perfectamente especificados y sean acordes a la realidad y necesidades de cada residencia. No se puede pedir lo mismo a una residencia con pacientes que solo requieren de cuidados mínimos que a otra con asistidos por patologías neurológicas severas. Puede que sea necesario disponer de un comité de evaluación o algo similar dependientes del organismo que se estime oportuno (Consejería de Sanidad o Bienestar Social, Ministerio de Sanidad, etc) que, tras analizar cada solicitud de apertura o renovación determine cuales son los recursos mínimos en cada caso para lograr unos niveles de calidad concretos y posteriormente evaluables.

Creo que los gestores de nuestro sistema de salud tienen mucho de lo que preocuparse si no quieren incurrir en “negligencia de gestión” en un aspecto de la práctica asistencial que es muy importante por número de pacientes, por fragilidad y por necesidad de cuidados de calidad y por expectativas de crecimiento en los próximos años. Hay que dedicar tiempo y recursos para mejorar la atención en las residencias, cambiar la normativa si procede y establecer mecanismos que garanticen la calidad del acto médico y de las herramientas necesarias para ello (facilitar recetas para prescripción, acceso a historia clínica electrónica, adecuación de personal sanitario, etc). Con ello ganamos todos pero fundamentalmente aseguraremos mejor atención a nuestros mayores y a todos los pacientes institucionalizados.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Suicidarse arrojándose a los leones

El hombre que se ha adentrado en la zona de los leones
La noticia y la foto impresiona. Un hombre se adentra en la zona de leones y es atacado con mordiscos y arañazos. Tras ser rescatado, se encuentra en estado crítico.

¿Alguien piensa que una persona así no tiene un problema de salud mental grave?

Y si esa misma persona ha sido identificada previamente realizando actos extravagantes de protesta como colgar cruces esvásticas en protesta por el aborto colgándose en una fachada y quemar banderas ¿no presentaba ningún signo de inestabilidad mental en su discurso y justificación de sus actos?
Parece difícil pensar que no.

Un enfermo mental grave puede tener alteraciones del pensamiento y el discurso verbal que no son tan difíciles de identificar, incluso en personas ajenas al ámbito sanitario. Parece muy importante que las fuerzas de seguridad que están en contacto con estas personas, en el contexto de las alteraciones del orden público u otros delitos, sean capaces de diferenciar al delincuente del enfermo mental con un brote psicótico.

Las inmovilizaciones forzadas que han acabado con personas muertas, actuaciones policiales que se ríen o desprecian al enfermo, deben desaparecer en base a un comportamiento profesional con formación adecuada. 

El enfermo mental que presenta un cuadro de agitación es, sobre todo, un peligro para sí mismo. Ayudarle es nuestro deber. 

jueves, 4 de diciembre de 2014

Nuevo ministro, nuevo consejero.... las decisiones las toman otros.

Mendigo pidiendo al Rey Jorge (UK) @HistoryInPics 
Un dirigente político de un servicio público esencial, como es la sanidad, debería ser una persona con cierto prestigio ganado en su campo de actuación y unas características de habilidades en comunicación que unieran el conocimiento y la empatía social. Llevamos muchos años sin verlo, si es que lo hemos visto alguna vez. 
La desaparición de la Sra. Mato y su manifiesta incompetencia para el cargo y el Sr. Rodríguez, médico de profesión, pero incontinente verbal de sus rencores es una buena noticia. 
Realmente, no espero nada de los nuevos responsables, tanto del ministro de Sanidad (político versátil que vale para todo) como del nuevo responsable de la Consejería (alto cargo previo con el Sr. Rodriguez). Solo deseo mejores formas y maneras de relacionarse con los profesionales y la población. Ya es bastante.

Los temas de fondo están decididos desde hace tiempo y no por los responsables temporales del cargo. Los problemas de fondo de nuestra sanidad en este momento han sido muy bien definidos por dos grandes compañeros y amigos: Alberto López y José Luis Quintana, en la carta publicada por EL PAÍS: Carta al ministro de Sanidad Os invito a leerla, mejor no se puede definir.

Nuestra sociedad está en una encrucijada importante. La desigualdad social crece y la pobreza que conlleva también. La corrupción conocida y la desconocida flotan en el ambiente asfixiando la confianza en los responsables políticos. El buen empleo del mengüante dinero público en servicios sociales y sanitarios es una prioridad social. Las decisiones importantes proceden de la política económica y fiscal europea y su impacto en nuestro país. ¿Algo va a cambiar que no sea empobrecer a una parte significativa de la población y devaluar nuestro sistema de protección social?

domingo, 18 de mayo de 2014

Todos los MIR a la privada


En el número de hoy de la Revista Médica nos presentan un reportaje que define muy bien la situación actual, y aún más, la que viene para los próximos años. Pero antes voy a contar una anécdota que me relató un residente de cirugía que finalizaba su formación MIR en un prestigioso centro público.
"Cuando acabé la residencia sabía que no era fácil quedarme en el mismo hospital donde me había formado y en el que todo el mundo me apreciaba. Aún así, pregunté en dirección si había alguna posibilidad a corto o medio plazo, dado que varias personas del servicio iban a jubilarse. Me contestaron que aquí no podemos contratarte, ni siquiera eventual, vete a las privadas a las que mandamos los pacientes que allí van a necesitar más gente. Así hizo, y así trabaja".
Llevamos años desmontando la estructura de la sanidad pública de nuestro país. Ante la existencia de listas de espera quirúrgicas o no, se ha optado por derivar a centros privados y pagar por ello, en vez de reinvertir en la mejora de la gestión y de recursos humanos de los centros públicos. Y esto no es una decisión cualquiera, es una apuesta por la reducción hasta la mínima expresión de la sanidad pública, igual que a la educación, igual que a la gestión de numerosos servicios de interés general. En Madrid somos campeones de ello. A pesar del parón de las privatizaciones, las derivaciones por las que hoy ha salido a la calle la Marea Blanca, son el Caballo de Troya de la política del partido gobernante.

El dinero derivado a estos centros concertados supone enormes cuantías que aumentan su poder y su capacidad resolutiva, asumiendo cada vez más tareas en una espiral de alta rentabilidad. Mientras tanto, los hospitales públicos ven menguados sus recursos y presupuestos. La relación entre el Hospital Puerta de Hierro y la Fundación Jiménez Díaz es una buena prueba de ello. Mis últimos pacientes intervenidos de cataratas en dicha institución firmaban una "factura" de 900 euros por dicha operación. Y según me contaron "éramos unos 25 para operar ese sábado por la mañana".

Pero ¿para qué esperar a acabar el MIR? Dado que la oferta de docencia MIR va aumentando cada año en los hospitales privados, hacer el MIR en ellos se ha convertido en una interesante oportunidad laboral, en detrimento de unos centros públicos que ya avisan de que no van a contratar a nadie. Tenemos una enorme maquinaria de formar y estrujar residentes que luego no van a tener oportunidades laborales a corto plazo. En cualquier especialidad. Salvo en la privada.

No quiero ser agorero pero cada vez que miro al futuro más cercano veo muchas sombras o quizás, y no quiero reconocerlo, un plan muy trazado y delimitado de medio recorrido donde la sanidad española va a dar una vuelta de campana a sus estructuras. Y creo que sé quiénes tienen la culpa.

martes, 26 de noviembre de 2013

¿Quejarse por Twitter, sirve para algo?

La inmediatez en la llegada de información a través de Twitter es una de sus glorias y de sus miserias. Cuando alguna de estas informaciones genera tu interés, positivo o negativo, tiendes a reenviarlo a tus seguidores, dando sentido a Twitter como red social. En minutos, varios contestaciones o retuits han amplificado el alcance original. También puede ocurrir que tengas el deseo de interpelar al actor o actores de esa noticia. Y ¿te contestan?

Veamos varias situaciones de esta semana:
1.- Recibo una foto en la que se observa un stand de McDonalds en el último congreso de SEMERGEN. Primera impresión chocante ¿qué hacen esos ahí? No parece el sitio y el lugar de  más adecuado, un congreso médico, para la promoción de las hamburguesas más baratas. ¿Será la necesaria financiación de las sociedades científicas para mantener su organización y las misiones encomendadas por los socios?

http://www.consalud.es/see_news.php?id=7652
Varios tuiteros nos sorprendemos y decidimos preguntar directamente a SEMERGEN el porqué de esta decisión. Y recibimos una respuesta. En este caso nos han contestado, no demasiado satisfactoriamente, y ante la repregunta, ya no contestan.


2.- La próxima semana se celebra un importante congreso en Madrid: el I Congreso Internacional y III Nacional sobre Hidratación. Es un congreso que no está organizado por ninguna sociedad científica sino por la propia Coca Cola, empresa que lleva hidratando al mundo desde 1886. El programa es una mezcla de fisiología del deporte y cuñas de lo bueno que es beber más, no digamos de qué tipo de bebidas, porque el agua como tal ni aparece. Sin embargo, el poder de convocatoria de Coca Cola es enorme. Una gran cantidad de sociedades científicas de todo tipo figuran "con la colaboración" "con la participación de"; incluidas las dos sociedades más numerosas entre los médicos de familia (semFYC y SEMERGEN), colectivo altamente preocupado por la hidratación en este país nuestro cada vez más tropical y sudoroso por el cambio climático. Otro grupo de tuiteros nos sentimos extrañados de lo que hace nuestra sociedad en el evento cocacolero. Me imagino que por lo menos habrán cobrado algo para la formación continuada de los socios. Aún así, decidimos preguntar por Twitter, dado que somos conscientes que nos siguen por esta vía.


Respuesta: la callada, la silenciosa, la ignota respuesta del que no responde. Bien, gracias.

3.- El tercer ejemplo es más personal. Tras comer a las 4 y media de cada tarde (no llego antes a casa tras el trabajo) en La Otra, la segunda cadena de Telemadrid, veo una noticia sobre la paciencia de la policía municipal y escribo un post. Sinceramente, me parece que el afectado es un enfermo mental, no un borracho o un gilipollas que va a incordiar a la policía local mientras ésta lo graba para demostrar lo bien que se portan con los ciudadanos pesados y molestos. Sintiéndome realmente dolido, decido envía a los tuits oficiales de los grupos del Ayuntamiento: PP, PSOE, UPyD e IU un mensaje para que mostraran interés por el tema y se pudiera evitar situaciones de este tipo. Con buena intención, lo juro.



Respuesta: ninguna. El mismo y abrumante silencio. He mirado sus timelines y han seguido tuiteando, por lo que no son cuentas fantasmas o inactivas. Es solamente, la callada por respuesta.

¿Es Twitter una red social? Si. ¿Es Twitter una vía de comunicación con instituciones y partidos? Creo que no. Creo que Twitter tiene mucho de POSTUREO: Yo, mi, me, conmigo.

NOTA: Postureo no es una palabra admitida por la RAE. Creo que su uso está muy extendido y define una actitud que no recoge con exactitud otra palabra admitida como presumido, pinturero, etc. ¿Mando un tuit a @RAEinforma?

martes, 30 de julio de 2013

De buenas intenciones está enladrillado el infierno


Debe ser bonito ir al Palacio de la Moncloa y dar la mano al presidente del Gobierno y a la ministra. Desde luego viste más una audiencia real con foto incluida. Creo que nunca accederé a ellas. Cuento las personas que se ven en la foto y que han ido a firmar de forma solemne El Acuerdo entre el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y el Foro de la Profesión Médica  y hay unas 60 personas apiñadas para la foto. Firmando un acuerdo, que en mi opinión, contiene palabras vacías, papel mojado. De buenas intenciones está enladrillado el infierno. 

Veamos algunos de sus párrafos. 
Para consolidar y garantizar la sostenibilidad y la calidad de nuestro SNS, se considera indispensable un Pacto por la Sanidad, basado en los siguientes criterios:
I.1.-     Evitar que la Sanidad sea objeto de confrontación partidista, revitalizando los consensos políticos, profesionales y sociales fundamentales, de modo que el SNS, sea defendido entre todos como uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar.
No hay ni un solo dato en la reciente historia española de que esto se esté cumpliendo. Cualquier conflicto en cualquier comunidad autónoma genera confrontación política y no hay el más mínimo consenso con los profesionales. Véase Madrid.
I.2.-     Garantizar plenamente una asistencia sanitaria pública, gratuita, universal, equitativa, de calidad, financiada mediante impuestos y cuya gestión se desarrolle conforme plenamente a lo establecido en la Ley General de Sanidad.
Desde que el acceso a la sanidad pública española está determinado por el aseguramiento o su falta, se ha perdido la universalidadm y la gratuidad es mentira por los diferentes copagos. Se financia por impuestos (no gratuita) y se determina su acceso por la cotización o no a la Seguridad Social.
I.3.-     Garantizar, en el contexto actual, las condiciones básicas de los profesionales, dentro del SNS, que sean competencia del Estado, según la legislación vigente.
Las condiciones precarias de las nuevas contrataciones existen desde hace muchos años. La falta de recursos en la sanidad pública para atender a las necesidades reconocidas por las autoridades hacen de esta frase algo vacío. La gestión autonómica no va a volver atrás.
I.4.-     Definir un nuevo modelo de financiación estable, suficiente, respetuoso con el principio de estabilidad presupuestaria y consolidación fiscal  y que sea coherente con los principios de cohesión territorial, igualdad y equidad en el acceso a las prestaciones de acuerdo a una cápita adecuada, impulsando las necesarias reformas en las políticas presupuestarias de las Comunidades Autónomas (CCAA) para que sus Presupuestos garanticen un gasto sanitario per cápita adecuado para la cartera de servicios del SNS, evitando descensos significativos de asignación que puedan reducir la provisión de servicios por debajo de los estándares de calidad.
No se puede decir financiación estable al descenso previsto de 7.000 millones de euros en sanidad. Un gasto sanitario pero cápita adecuado será el que decida el Gobierno y punto.

En otros apartados se habla de:
La contratación con instituciones o centros privados se podrá llevar a cabo en los supuestos y con los requisitos, condiciones y estándares de calidad previstos en la Ley General de Sanidad, y normativas de contratación pública y disposiciones de desarrollo, optimizando siempre  los recursos propios del sistema sanitario público.
Veáse la Comunidad de Madrid.
Sobre el empleo médico. Se acuerda promover medidas en materia de empleo, a través del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS), con el  objetivo de lograr un entorno profesional favorable y una mejora de las condiciones de ejercicio profesional de los médicos que sean apreciables en el conjunto del Sistema pero también por cada profesional, estableciendo dicho objetivo como uno de los ejes centrales de las políticas sanitarias y de la gestión de los recursos humanos en el SNS.
Suena a broma en estos tiempos.

Asimismo, a estas alturas, se tiene que hacer un registro central de profesionales, hacer un desarrollo profesional, unidades de gestión clínica. A veces me parece estar leyendo una declaración de intenciones de hace 20 años. Hoy las cosas han cambiado rápidamente. Los gestores quieren desprenderse de la gestión directa del personal sanitario, entregando a empresas privadas todo el entramado, por lo que lo que se está diciendo en este documento carece de sentido racional. La realidad no se encamina en el sentido de una mejora de la gestión pública con los profesionales, sino en su desmantelamiento y entrega a la gestión privada que ya hará sus ajustes, condiciones, desarrollo profesional o lo que le dé la gana para mantener unos beneficios económicos con la financiación pública. Las administraciones públicas de todas las autonomías llevan años ofreciendo contratos precarios, sueldos disminuidos, incremento de la carga de trabajo de sus profesionales. Ahora ¿va a ser distinto en el contexto actual?
Generaciones de médicos bien formados en hospitales públicos solo acceden a trabajo precario en la administración o como falsos autónomos en aseguradoras o instituciones privadas. O la emigración pura y dura, a pesar de tener un porcentaje de residentes y médicos extracomunitarios muy importante.

A nada de eso da respuesta el documento y la foto. Lo siento, compañeros, me habéis defraudado mucho. 

sábado, 29 de diciembre de 2012

De amos y siervos

Foto original de Vicente Baos

....señorito, no se ría así, por sus muertos se lo pido, y el señorito, ¿es que tampoco me puedo reír en mi casa? y otra carcajada, como el cárabo, cada vez más recias, y, a sus risas estentóreas, acudieron la señorita, la Lupe, Dacio, el Porquero, Dámaso y las muchachas de los pastores, y todos en el zaguán reían a coro, como cárabos, y la Lupe, pues no está llorando el zascandil de él por ese pájaro apestoso,...
Los Santos Inocentes. Miguel Delibes

Llegó el día. No hubo discusión. Se aprobó la Ley de Acompañamientos que tanto vale para facilitar el desembarco del juego corruptor del señor Adelson con sus leyes a medida: laborales, ambientales, tabaquismo y lo que le dé la gana, como para realizar un cambio radical en la gestión del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid. Sin negociar nada, haciendo propuestas-trampa y despreciando el esfuerzo de los que se creyeron que presentando alternativas para reducir 533 millones de euros iban a replantarse sus objetivos, los diputados del partido gobernante, distraídamente y jugando a Apalabrados con los Ipad e Iphone que les ponen a disposición los impuestos de todos los ciudadanos, aprobaron la Ley-Escoba.
En estas semanas se ha argumentado en debates de los medios de comunicación, se les ha pedido información y proyecciones económicas que no saben o no quieren mostrar, se han escrito numerosos razonamientos en los que se cuestiona la afirmación simplista de que la gestión privada del sistema sanitario público es más eficaz y económica, se han conocido noticias de otras comunidades donde se está viendo que no todo es tan sencillo y simplista; sin embargo, su decisión estaba tomada y siguen adelante.
Los médicos, y los trabajadores sanitarios públicos hemos sido menospreciados por las declaraciones públicas de los máximos dirigentes autonómicos: "sus propuestas son decepcionantes" "si dimiten, bienvenidos sean" "los médicos no operan porque no quieren". Palabras prepotentes y chulescas adornadas al decirlas de esa falsa calma entrenada en cursos de comunicación.
La huelga ha costado a los seguidores unos 15 millones de euros, mucho dinero en estos tiempos. Nadie la quería y ha perjudicado a pacientes y a los participantes, y mientras, la Comunidad de Madrid, firme el ademán, mirando hacia el futuro con orgullo, ha ganado una batalla y ha retratado con claridad a cada uno. Han definido quiénes son los amos y quiénes los siervos. A la Historia no le gustan esas relaciones.


Comendador:        Conquistará poco amor.
                            Es llave la cortesía
                            para abrir la voluntad;
                            y para la enemistad
                            la necia descortesía.
Ortuño:                 Si supiese un descortés
                            cómo le aborrecen todos
                            --y querrían de mil modos
                            poner la boca a sus pies--,
                            antes que serlo ninguno,
                            se dejaría morir.
Flores:                  ¡Qué cansado es de sufrir!
                            ¡Qué áspero y qué importuno!
                            Llaman la descortesía
                            necedad en los iguales,
                            porque es entre desiguales
                            linaje de tiranía.
Fuenteovejuna. Lope de Vega 

martes, 6 de diciembre de 2011

Me siento culpable por no trabajar hoy

El vertedero inmobiliario
Foto original de Vicente Baos
Me siento culpable por no trabajar hoy. Los medios de comunicación llevan todo el día regañando sobre lo mucho que perdemos por tener "tantas fiestas" en un país en crisis. Está claro que trabajar más, ganando menos, es la única solución propuesta. Más pacientes que atender, menos sueldo. Tener trabajo estable (ganado por oposición hace muchos años) debería ser motivo de gratitud a este "papá-estado-autonomía" que nos paga a final de mes. ¿Hacia dónde vamos como sociedad y como economía?
Una lectura de interés para aumentar nuestra información económica: Vicenç Navarro, Alberto Garzón y Juan Torres. Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España editado por Sequitur y ATTAC

jueves, 23 de junio de 2011

El día que no funcionó el sistema informático de la consulta

Llevaba varios días avisando. Se iba, volvía, te desesperabas, al rato estaba de nuevo contigo. Pero ayer, dijo basta. El servidor no podía servir más y agotó su servicio a la comunidad. Y de la Comunidad vinieron, tras reiteradas y desesperadas llamadas, el CESUS, los geo de la informática comunitaria madrileña. Y el diagnóstico fue certero: su paciente, nuestro servidor, había agotado su vida. No había nada que hacer. De esa manera, papel y boli para todo... lo que no fueran papeleos -¡qué alivio! si no fuera porque el viernes tendré que dedicar una hora a lo que no he podido hacer: bajas laborales, sacar análisis, pedir derivaciones y pruebas complementarias..-
Y la consulta ha sido rápida y amable. Problemas clínicos, exploraciones, diálogo. ¿Papeles? Hoy no.
La solución para tener una consulta de medicina de familia satisfactoria es fácil: no hacer ningún papel electrónico en la consulta del médico. Yo indico una mamografía, pero no tengo que hacer 15 clics para pedir una mamografía. Yo establezco una pauta de tratamiento pero no tengo que imprimir las recetitas de papel. Yo indico un reposo laboral mediante una incapacidad temporal pero no tengo que hacer papelitos semanales. Y así, con un grupo de auxiliares administrativos eficaces y bien organizados, dedicaríamos nuestro tiempo y conocimiento a lo esencial. Mira qué es fácil, pero no hay manera. ¿Y saben ustedes por qué? Porque los que tienen que decidir no han hecho en la vida dichos papelitos y los que diseñan los programas informáticos mucho menos. 

miércoles, 15 de junio de 2011

Los enfermos no enfermarán, según los presupuestos catalanes

Según todos los comentarios y por la ley de "las barbas de tu vecino", las líneas para recortar los gastos públicos que está siguiendo el nuevo gobierno catalán serán la guía probable para el resto de las autonomías. Hay que recortar de aquí y de allá, y dado que las autonomías gestionan directamente, y casi exclusivamente, gasto social (educación, sanidad y servicios sociales), los recortes llegan. Curiosamente, nadie ha planteado una reforma, un replanteamiento de los servicios públicos que optimizaran los recursos a la vez que ahorrasen dinero. No, hay que recortar directamente y además que la población lo acepte. 
Sin embargo, plantear que va a atender 76.000 pacientes menos en Urgencias y por eso va a ahorrar, me parece de una ingenuidad o una memez soberana, o bien, no he hecho un Máster de Engaños Posibles en la Gestión Pública.
Según la información publicada en EL PAIS:
  1. La reducción implica la paralización de 23 centros de asistencia primaria y los proyectos de cinco centros nuevo hospitalarios
  2. Los quirófanos de varios hospitales en horario vespertino se han cerrado y no se está renovando todos los contratos a quienes tienen una relación eventual
  3. Si el tiempo medio de espera era antes de 5,3 meses, ahora será de ocho.
  4. Se prevé atender 76.000 pacientes menos en urgencias que en 2010 (fueron entonces 756.250); se realizarán 290.000 consultas externas menos de las 2,85 millones en 2010 y 20.000 sesiones de día menos
  5. Reducir un 7% las altas hospitalarias que comportarán una reducción de 75 millones de euros y otros 65 en la reordenación de las operaciones complejas y las urgencias
  6. La partida farmacéutica ha aumentado un 27%. 
Que por orden de la autoridad, y en vistas de las necesidades presupuestarias, se pretenda que haya 76.000 urgencias menos, 290.000 consultas externas menos y que las "sesiones de día", como son los tratamientos antineoplásicos, se van a reducir, roza la sátira negra y cruel. ¡Qué ojo, qué tino presupuestario! ¡Y luego dicen que los presupuestos se desvían!
Cuando se reordenen las operaciones complejas y urgentes para ahorrar, sería bueno que se lo digan a la cara de cada enfermo que se no se va a operar o se va a reprogramar para cuando toque
Lo mejor venía al final: la partida farmacéutica se incrementa un 27% en este marco de recortes brutales. Me callo los epítetos que me merecen esta decisión.
Hoy se ha montado bronca delante del Parlamento catalán. Hablar de los incidentes va a servir para que nadie se entere del despropósito y la agresión que realiza el gobierno catalán a su servicio sanitario público y que los indignados no consigan el objetivo de denunciar dicha agresión. 

viernes, 1 de abril de 2011

Quita aquí, pon allá. El Plan para la Industria Farmacéutica

Las ayudas públicas a distintos sectores económicos de nuestro país son noticia diaria. Las pobres Cajas de Ahorro que pusieron sus capitales al servicio de los constructores depredadores de los espacios urbanos y del litoral para después dar generosas hipotecas, creando la espiral de la burbuja inmobiliaria, deben ser rescatadas por el dinero público. Si hay crisis energética y económica y la venta de automóviles cae, hay que dar dinero público para comprar coches, aunque luego haya que aconsejar el transporte público para reducir la contaminación y el gasto. Etc, etc. Contradicciones continuas en esta sociedad donde la colusión entre los intereses privados y públicos ha provocado que un ilustre brasileño, profesor de Harvard diga: “España es una democracia secuestrada por las grandes empresas, por una plutocracia mercantilista que ha puesto las instituciones del Estado a su servicio"
Si nos adentramos en el ámbito sanitario, ¿hay algo de verdad en todo esto?
Ayer, con gran alegría y ceremonia, los Ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad y de Ciencia presentaron junto a Farmaindustria un Plan Sectorial para la Industria Farmacéutica. La información oficial, disponible en la web del Ministerio, habla de las grandes intenciones del plan, mezclando buenos deseos con palabras grandilocuentes y elogios y beneficios para la industria farmacéutica. Para ellos es el plan ¿no?. Veamos los objetivos:
1.- Colaborar en la garantía de acceso del conjunto de la población a todos los medicamentos que necesite en condiciones de igualdad efectiva.
2.- Colaborar en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, tanto en sus aspectos económicos como en los concernientes a su calidad, equidad y cohesión.
3.-Estimular el uso racional del medicamento.
4.-Favorecer un marco regulador del medicamento que dote al sector de la mayor estabilidad y predictibilidad posibles.
5.- Impulsar la I+D+i biofarmacéutica en general y especialmente la dirigida a aportar soluciones o avances significativos en el tratamiento de determinadas patologías, con planteamientos colaborativos público-privados.
6.- Potenciar la producción farmacéutica en España y la expansión exterior incrementando las exportaciones.
7.-Favorecer la estabilidad y el desarrollo del empleo en el sector, especialmente el empleo cualificado y el empleo de la mujer.

Leyendo el plan, al menos lo que han publicado, solo se ve que van a crear un montón de grupos de trabajo para que el el Grupo de Alto Nivel decida qué hacer. Pero para todo esto hace falta dinero. Solo la información periodística nos dice que se van a disponer de 327 millones de euros para 2011. Pero cuidado, si alguien ha pensado que esto es una compensación por los recortes:
Por su parte, Pajín ha querido aclarar que este plan "no es un programa de ayudas" para compensar los recientes recortes del Gobierno a la industria. Según la ministra de Sanidad, se trata de crear "una plataforma para el desarrollo armónico del sector", que permita a estos empresarios contar "con mayor certidumbre de futuro". En concreto, Sanidad destinará 47 millones de euros al desarrollo de este plan: 20 millones a la realización de proyectos público-privados de investigación en Biomedicina y 27 millones a subvenciones para proyectos de investigación independientes, especialmente dedicados a avanzar en el conocimiento de las enfermedades raras y el desarrollo de terapias avanzadas.
El papel de las Administraciones públicas como principal comprador, y a la vez, subvencionador de la industria farmacéutica genera contradicciones y posibles conflictos de intereses. La política pragmática y posibilista del "toma y daca" es el juego de nuestra sociedad. 
Las decisiones que se toman al final consisten en reducir el gasto público en Sanidad: bajando sueldos, aumentando la carga de trabajo, reduciendo empleo y prestaciones ¡Ay, Cataluña!; mientras que no se aborda la "financiación racional de los medicamentos", se mantienen ineficacias burocráticas y se maltratan los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud. Pero mientras, se firman y reparten millones de euros con una alegría tal que solo les falta hacer la ola a los firmantes que aparecen en la foto. 

miércoles, 16 de febrero de 2011

¡Qué bien! Voy a poder recetar UNA pastilla de paracetamol o ibuprofeno

Las ganas de generar titulares de prensa cada día provoca que las medidas que se van a llevar a cabo para implantar las "monodosis" "unidosis" o como quieran llamarse, sean vistas como un despropósito, en mi opinión.
Ayer, el Ministerio y la ministra, en las habituales rondas periodísticas que hacen cada día, anunció que:


Tener disponible envases de ¿una? pastilla de paracetamol o ibuprofeno financiadas por el Sistema Nacional de Salud ¿aporta algo? Un paciente acude a consulta porque le duele la aparición de la muela del "juicio". No hay signos de infección y le receto: ¿un? ibuprofeno, o uno + uno + uno por si le sigue doliendo, o le hago: ¿tres? ibuprofenos en recetas aisladas o tres en una receta. Y si necesita más, vuelve a consulta a que le recete más, porque está financiado. O bien, le hago una caja de 20-30 o 40 comprimidos o sobres.

En los analgésicos simples, las monodosis no deberían estar financiadas
El uso esporádico de estos medicamentos ya está contemplado como OTC para el alivio o manejo de síntomas menores que el paciente puede, solo o asesorado por el farmacéutico, usar. No tiene ningún sentido recetar monodosis para el tratamiento de procesos de mayor duración o uso habitual, como sería lo lógico que atendiéramos en las consultas. 

Una empresa ya está lista para comercializarlo:  Onedose Pharma. Estoy deseando saber el precio por pastilla, más su minicajita, más su prospecto, para saber cuánto vamos a ahorrar. Si una caja de 40 comprimidos de ibuprofeno 600 mg vale en su menor precio 1.98 euros, ¿cuánto va a valer la monodosis? Cada unidad son 4 céntimos, más el envoltorio que vale más que la pastilla (cartón, impresión, blister unidosis, etc) ¿Dónde va a estar el ahorro? En los analgésicos simples no hace falta unidosis financiadas por el SNS, está bien hacerlas OTC para que la gente las compre para sus síntomas menores que requieren pocas pastillas, algo habitual, por ejemplo, en el Reino Unido.
La adecuación de los envases a las recomendaciones terapéuticas en dosis y duración estimada sí es positivo y se debería haber hecho siempre, cuando se autoriza un envase, debería cumplir ese requisito. Ciertamente, la mayoría de los tratamientos están adecuados y es bueno revisar aquellos que no lo estén. Los envases de medicación crónica tienen un defecto de adecuación tradicional, estaría bien, ya puestos, que este tema se revisase (no lo he oído en ningún lado).
Cuando se lanza un plan global que pretende, además, producir un gran ahorro, se cuentan todos los detalles posibles: precios, forma de prescripción en papel y electrónica (por ejemplo, para que los servicios de urgencia hospitalarios y PAC que hagan su receta de monodosis y no vaya el paciente al día siguiente a por la "mono-receta") , principios activos que se van a incluir, empresas que van a participar ¿solo una?, etc.
Y no digamos, el tema del paracetamol del 1 gramo que deberíamos desterrar de la farmacopea. ¿Alguien en el Ministerio y la Agencia del Medicamento lee a la FDA?

lunes, 31 de enero de 2011

De Madrid al......

Soy de Madrid, mis padres también eran de Madrid, trabajo en Madrid, mis hijos son de Madrid y probablemente, moriré en Madrid. Llevo toda la vida viviendo y trabajando en Madrid, en un Centro de Salud de la Comunidad de Madrid. Conozco médicos de familia en toda España y cuando cuentas cómo estamos en Madrid, les damos pena. La carga de trabajo, la ausencia de receta electrónica, los tiempos de demora de muchas especialidades son algunas de las razones para valorar a la Comunidad de Madrid. Es la segunda autonomía que menos gasta por persona protegida, la que disminuye el presupuesto en Atención Primaria año tras año, la que no aumenta las plantillas aunque el incremento poblacional sea el más alto de España.
La dimisión de la mayoría de los jefes de estudio de las Unidades Docentes de MF, es una mala noticia más sobre nuestra especialidad y el futuro de los residentes.
Así estamos, y sin ninguna expectativa de mejora.
Paulino Cubero, el presidente de la Sociedad Madrileña de MFyC explica muy bien en esta entrevista cómo se hacen las cosas por Madrid.

martes, 26 de octubre de 2010

La iniciativa gallega de financiar solamente los medicamentos más baratos. Una propuesta coherente

En los últimos días, una iniciativa de la Consejería gallega de salud ha creado una importante controversia entre los distintos sectores farmacéuticos y médicos, así como entre las distintas comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad. La propuesta gallega, llevada al Parlamento autonómico, conllevaría la financiación exclusiva de los medicamentos más baratos dentro de una lista de principios activos concretos que se debatirá por una comisión profesional. Sin tener acceso al texto original, dicha medida me parece un paso positivo hacia delante para la financiación selectiva de medicamentos. Conllevaría un ahorro inmediato para el absurdo actual de que el uso de un mismo principio activo tenga diversos precios (entre genéricos y marcas). Dicha medida permite la libertad de elección (principio activo) pero no una financiación caprichosa de todos los productos que lleven ese principio activo al precio que sea. Algo que parece razonable para todo el Estado provoca el rechazo del Ministerio de Sanidad y de Farmaindustria.
Los argumentos que usan ambos son similares. La fijación de la política de financiación del SNS depende del Gobierno central -y luego dicen que el Ministerio de Sanidad no tiene competencias- y que "rompería la igualdad entre los españoles". Curioso, unos reclaman su poder y que no se lo quiten y los otros ven una disminución de ingresos y protestan. Siempre, ambos, argumentando por el "bien de los pacientes", "el paciente, eje del sistema", etc. 
El único que se ha manifestado claramente a favor a sido el presidente de la OMC, Juan José Rodriguez Sendín. 
Limitar la financiación al medicamento más económico es una medida simple de ahorro que provocaría el ajuste competitivo de los precios a la baja. Asimismo, evitaría situaciones actuales como la coexistencia de un genérico y una marca con una diferencia de precios de más de un 30%. No hay que esperar a que los médicos vayan pasando poco a poco de marca a genérico, explicando mil veces que un genérico tiene las mismas garantías, aguantando las prescripciones inducidas de "marca" y... que su médico no se lo cambie, etc. El paciente va a la farmacia, le dan el medicamento financiado y si quiere otro que pague de su bolsillo la diferencia. Así de simple. Así se gestiona el dinero público, escaso o sobrado. Así se consigue liberar dinero para otras necesidades y no tener una factura farmacéutica hipertrofiada que lastra y limita el presupuesto en otras áreas como los recursos humanos. Veremos en qué queda. 

jueves, 2 de septiembre de 2010

Cosas del verano: Las tontinoticias que no cesan...y una alegría


¿A qué no se lo creen?
El titular de una noticia es como la esencia de un periodista. Si haces un buen titular, te leerán y tus jefes te apreciarán. Si no lo haces bien, lo que pones no tiene nada que ver con la noticia, la exageración es tu norma y se nota que no sabes de qué hablas o escribes deberías ir a... El redactor del anterior titular es un supercampéon de los titulares.


A veces, los burócratas, políticos y demás gente que organiza el sistema sanitario demuestra una clara falta de sensibilidad social. Las "estrictas normas y protocolos" que rigen la Urgencia Hospitalaria, impidió que alguien fuera a atender a una persona lesionada en la cercanía de un Hospital. Ellos no, los médicos de familia de los Centros de Salud podemos ser sacados de la consulta de forma urgente e inmediata por cualquier persona, policía municipal, guardia civil o paisano que reclame tu ayuda para atender a alguien que ha sufrido un percance. Ya se sabe que los estrictos protocolos solo buscan la eficiencia. Y dicen esa famosa frase de que "podrían quedar desatendidos otros enfermos..." Ya sabemos todos lo solitaria que es la urgencia hospitalaria.

Y la última noticia, no es una tontinoticia, es que me alegro mucho de haberme dado cuenta yo antes que Stephen Hawking.