lunes, 22 de mayo de 2017

Hipertensión Arterial ¿cual es la prevalencia en España¿ ¿y en Europa? Tenemos un problema

Hace unos días se celebró el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, conocer la prevalencia de la hipertensión arterial en nuestro país y compararla con los países de nuestro entorno parece interesante.

En la European Social Survey se incluía la pregunta sobre los problemas de salud conocidos por los entrevistados. Uno de ellos era si tenían la presión arterial elevada en los últimos 12 meses. En España, reconocía ser hipertensos el 15,1% de los entrevistados. Las cifras europeas presentan una importante diversidad. Del más bajo de Irlanda 12.6% al más alto de Portugal 24.7%. Alemania 24.1%, Francia 15% y Reino Unido 20.6%. Son diferencias muy llamativas entre países. No soy capaz de aventurar hipótesis con fundamento que determine las diferencias a pesar de las evidentes diferencias alimenticias y estilo de vida que puede haber entre los distintos países. También hay diferencias entre los sistemas sanitarios. Creo que eso puede influir más en el porcentaje de pacientes que hayan sido diagnosticados o permanezcan no diagnosticados.


Si comparamos con el trabajo poblacional más amplio y reciente realizado: Prevalencia, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial en España. Resultados del estudio Di@bet.es Rev Esp Cardiol. 2016;69:572-8 - Vol.69 Núm.06 DOI: 10.1016/j.recesp.2015.11.036 
El 42,6% de la población adulta española de edad 18 años es hipertensa, más los varones (49,9%) que las mujeres (37,1%). El 37,4% de los hipertensos están sin diagnosticar, más los varones (43,3%) que las mujeres (31,5%). Toman tratamiento farmacológico el 88,3% de los hipertensos conocidos y solo el 30% tiene la presión arterial controlada, más las mujeres (24,9%) que los varones (16%).

La metodología de este estudio es más real para identificar a los pacientes diagnosticados y no diagnosticados.


Una prevalencia del 42,6% de los habitantes me parece una barbaridad. El propio estudio comenta sus limitaciones que han podido sobreestimar la prevalencia, pero aús así, me parece que estamos ante un grave problema de salud pública. Los datos de HTA se asocian con más frecuencia con la presencia de otros factores de riesgo, hecho bien conocido.

Hay una urgencia en implementar medidas de salud pública que reduzcan la obesidad y el sobrepeso, junto con la actividad física, desde la infancia. Nos jugamos mucho.

1 comentario:

  1. ¿Dónde está la frontera entre la normalidad y la enfermedad, cuando ésta es asintomática y se define por criterios de convenio sobre el punto de corte en una variable continua como la presión arterial?
    Hablando de una enfermedad con estas características, que además se presentan con frecuencias crecientes cuanto mayor es la edad del grupo poblacional ¿qué porcentaje de población afectada nos haría cambiar el concepto "enfermedad" por el de "variable fisiológica asociada a la edad"?
    Siempre hablando de procesos con estas características ¿seguiremos hablando de enfermedad cuando haya grupos etarios cuyo grado de afectación supera holgadamente el 50% de la cohorte?
    ¿Cuál es entonces la normalidad y cuál la anomalía?
    ¿Estamos seguros de que ese punto de corte entre normalidad y enfermedad se ha establecido fuera de la influencia de sectores económicos industriales y de servicios, que obtendrían más beneficios, cuanta más población fuera considerada como afectada por la enfermedad?
    Creo que cada vez son menos claras las respuestas a estas preguntas.
    Quizás deberíamos tener más certeza sobre esas respuestas, antes de persistir en estimaciones de prevalencia que, de una forma u otra, contribuyen a aumentar entre la población y los profesionales la percepción de importancia del "problema". Y ello en detrimento de la atención que se presta a otros problemas de salud y condiciones de vida con una relevancia posiblemente mayor.

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