sábado, 30 de julio de 2022

¿Resurgiremos o desapareceremos?

 Pablo Simón ha escrito un interesante artículo (Para que no todo se desmorone, política y pedagogía) donde reflexiona sobre la situación actual de la atención primaria y hacia dónde vamos y podemos ir, reivindicando una solución más amplia que la reorganización de los aspectos técnicos de los propios centros de salud y de la atención sanitaria pública en general.

Vivimos en una sociedad incluida en un contexto capitalista social y económicamente hablando, con el impacto cultural que ello tiene. ¿Hay algún otro modelo en algún país del mundo, fuera de las anécdotas residuales del comunismo leninista? Creo que no, con formas más democráticas o más falsamente democráticas, con formas dictatoriales directas o caudillistas indirectas esta organización de la sociedad impera y no hay modelos alternativos viables. Solo la socialdemocracia, realizada por partidos más del ala izquierda o de la derecha que acepta la intervención del Estado sobre el mercado para corregir desviaciones que generarían graves problemas sociales, ha conseguido limitar en una pequeña parte la clara injusticia de la mercantilización directa de todos los aspectos de la vida de las personas. Y la sanidad pública es uno de los ejes que en nuestro país ha servido con éxito para establecer una casi igualdad de oportunidades de tratamiento a cualquier enfermedad de toda la población. 

¿Y que ocurre ahora en España donde vemos amenazada la atención primaria, dentro de un contexto de deterioro por abandono de los servicios públicos? Las pésimas gestiones que durante años ha realizado todo el espectro político que ha gestionado la sanidad, en recursos humanos y en potenciación del primer nivel asistencial nos ha llevado a una crisis global material pero también de ilusión, de ganas de trabajar en ese contexto. 

El diagnóstico se ha hecho muchas veces así como la oferta de soluciones, con nulo impacto en la realidad de cada día, lo que aumenta tras la pandemia la frustración y el abandono de muchos profesionales. 

Pablo Simón define una atención primaria íntimamente ligada a objetivos de lucha social por los servicios públicos en conjunto. Creo que uno de los problemas fundamentales de la atención primaria en España ha sido no haber sabido hacerse imprescindible al conjunto de la sociedad, ir perdiendo clase media que contrataba seguros médicos. La culpa no es de nosotros (el ejemplo MUFACE es un buen indicador de la culpa de los políticos PSOE, PP y nacionalistas) pero fuera de ese entorno hemos ido retrocediendo. 

A los nuevos médicos de ahora, han pasado 40 años desde el inicio de la Medicina de Familia no se les puede pedir que tengan los mismos planteamientos porque el tiempo pasa y las utopías de juventud casi nunca se han cumplido, incluida ésta. Conocer los clásicos es imprescindible para formar conciencia de identidad, reconocer los trabajos que avalan nuestro beneficioso papel en nuestra sociedad es la vía para que se mantenga una organización sanitaria que garantiza un acceso universal a todos los pacientes. Exigir que se alcancen esos objetivos es lo que hay que pelear. 

La organización de la atención primaria en Francia, e incluso en el Reino Unido es muy diferente a España. Se centran sobre todo en la atención clínica de su población. Con problemas en todos los sitios, creo que deberían ser los modelos a imitar. Las pensiones, la educación pública, los servicios sociales son parte de la sociedad pero no son responsabilidad de los trabajadores de la atención primaria. Como  individuos coincidirán o no con los planteamientos de sus reivindicaciones pero no es todo un mismo paquete. Puede serlo en cada individuo pero globalmente, no. Atendemos pacientes con los que coincidimos o no en los planteamientos ideológicos y sociales pero ese elemento no forma parte de mi atención. 

Nunca me atrevería a pedir uniformidad de pensamiento para ser un buen médico de familia o para organizar la atención primaria española.



viernes, 11 de febrero de 2022

La intervención de JR Laporte en el Congreso.

 La intervención de JR Laporte en el Congreso de Diputados ante una escasísima presencia de diputados (solo PSOE, Más Madrid y Podemos parecían interesados) ha tenido un gran impacto en el entorno sanitario de Twitter (la principal ágora de debate y enfrentamientos que existe para casi todo en este momento). Para bien y para mal es el foro de información para muchas personas -y desde luego para los periodistas- que amplifican las noticias o crean opinión. 

Es curioso observar como personajes repulsivos como Jiménez Losantos insulta gravemente a JR Laporte y que grupos negacionistas y antivacunas utilizan partes de su discurso para apuntarse un tanto y confirmar su conspiranoia. El principal indicador es que Iker Jimenez quiera invitarle a su programa. 

Antes de expresar mi opinión declaro mi conflicto de intereses con Laporte. Le tengo un gran aprecio personal y profesional. Cuando en 1991 (siendo muy joven y casi recién acabada la residencia en MF) conseguí una beca FIS para analizar y realizar una revisión de los medicamenos autorizados para su aplicación parenteral de uso general, no hospitalario pedí ayuda a diversos profesionales, uno de ellos fue Laporte y me brindó su colaboración. Esa misma ayuda se repitió en 1996 cuando dirigí un libro ambicioso de recomendaciones terapéuticas farmacológicas para Atención Primaria bajo el patrocinio de semFYC y el Ministerio de Sanidad que lo financió. Durante años, Laporte ha colaborado en actividades formativas de semFYC en las que estaba implicado el Grupo de Utilización de Fármacos que dirigí durante más de 10 años.

La intervención de Laporte en el Congreso de los Diputados tiene dos aspectos en mi opinión. Aquellos dedicados a analizar las vacunas (habla exclusivamente de las de mRNA) y cuando hace consideraciones generales sobre la industria farmacéutica, las agencias reguladoras y otros aspectos sociales.

Lamentablemente discrepo de muchas de sus afirmaciones sobre las vacunas. Tildar de experimento (palabra usada y repetida por los grupos negacionistas de forma machacona y repetida) solo lleva a la confusión. Usar la definición del DRAE para decir lo que es o no es sencillamente ridículo. Son vacunas de una nueva tecnología aceleradas por una situación grave de pandemia que realizaron ensayos clínicos masivos y se llevan utilizando suficiente tiempo y en número de personas como para conocer con bastante detalle lo bueno y lo malo. Centrarse en los ensayos clínicos y sus defectos es anacrónico. No innecesario. Yo fui el primero en recordar que eficacia igual a % de reducción del riesgo relativo es una manipulación de la información y que la eficacia real se vería en el uso real, como así ha sido. El análisis crítico de los ensayos es necesario pero, en este caso, no ha invalidado su utilización. Claramente el beneficio riesgo es indudablemente positivo para las vacunas. Quedarse un año antes en el análisis y no negar, pero sí minimizar como hace varias veces el efecto en el mundo real es negativo. Por ello, los negacionistas acogen a Laporte como un médico que "dice la verdad".

Hay otros puntos claramente equivocados que confunden al auditorio. Lo de los futbolistas y espectadores que caen fulminados. Que en niños y adolescentes puede que haya más muertos por las vacunas que por la enfermedad no se sostienen ni en la teoría ni en la práctica de millones de adolescentes y niños vacunados.

La crítica a la falta de transparencia de los contratos, las agencias, los mensajes simplistas de las autoridades, la manipulación posible de casos aislados no invalida la realidad. Tras el paso brutal de omicron por nuestras vidas, sin las vacunas, la mortalidad hubiera sido no superior, sino catastróficamente superior. 

En ciertos puntos de su discurso, no es que genere controversia y diversidad de opinión, es que se equivoca gravemente. En otros pone el dedo en la llaga de manera acertada en su línea crítica con el mercantilismo de las terapias farmacológicas y en las simplezas gubernamentales.

Se habla varias veces de "salvar vidas" en el discurso y en las respuestas a la intervenciones sosas y poco documentadas de las diputadas presentes. Me recuerda tanto al debate gervasiano de que la medicina no salva vidas porque todos moriremos que mejor dejarlo ahí. 

Seguiré pensando después de esto que Laporte es la figura más destacada de la historia de la farmacovigilancia de España, un gran farmacólogo del que recordaré que parte de mi especial interés por el mundo de la utilización de los fármacos proviene de los estudios de Laporte asociando el metamizol (Nolotil) y agranulocitosis y la asociación de los AINEs y la gastropatía, de su batalla contra la manipulación de MSD del rofecoxib que nos abrió la luz a muchos.

Pero todo eso no justifica que ahora, en 2022, su intervención en el Congreso no ha sido afortunada. 

jueves, 3 de septiembre de 2020

#SOSAtenciónPrimaria

El programa Todo es mentira nos ha dado la oportunidad de hablar de la situación de la AP madrleña. José María Molero y yo comentamos el este programa
https://www.cuatro.com/todoesmentira/programa-completo-hd-416_18_3004320300.html

Desmontando tonterías de una vendedora multinivel

En el programa Todo es mentira del día 1 de septiembre, Fernando Frías y yo desmontamos a una vendedora multinivel de productos de una famosa cadena de "complementos alimenticios" y "factor de transferencia"

https://www.cuatro.com/todoesmentira/programa-completo-hd-416_18_3004320300.html

domingo, 30 de agosto de 2020

Entrevista Todo es mentira 18 de agosto de 2020

El pasado 18 de agosto fui entrevistado en el programa Todo es mentira junto a un manifestante negacionista.

Una de las afirmaciones que creo que quedó menos clara es cuando habla de la aspirina y yo le contesto que no se usa para la trombosis. Me refería al tromboembolismo pulmonar (se usa en la trombosis arterial, no venosa) que es lo que ocurre en la COVID19. En este enlace se aclara de donde viene la afirmación errónea de este señor https://www.newtral.es/el-covid-19-ni-es-una-trombosis-ni-se-cura-con-aspirinas-anticoagulantes-antiinflamatorios-o-antibioticos/20200422/

 

lunes, 22 de junio de 2020

Creencias sin evidencias. Charla con Plaza Radio

Charla entretenida sobre temas de actualidad, me meto con Bosé, el cardenal Cañizares, un poco de Pamiés y resto de magufos, incluido Trump.


jueves, 28 de mayo de 2020

Homenaje a los muertos de la COVID19


Cuando estaba ingresado y en el peor momento de la insuficiencia respiratoria, pensé claramente en la posibilidad de la muerte. La imagen que venía a mi pensamiento era la de que cerraba una puerta e inmediatamente pensaba que me había dejado algo dentro, que debía volver a abrirla. Que no había hecho testamento, que no había comentado con mi esposa los trucos de la caldera de la calefacción. Me venían asuntos operativos, no transcendentes sobre lo que significaba la pérdida de la vida. 

Cuando pensaba en “subir” a la UCI y ser sedado me daba dos opciones: volver “qué bien” o no volver “qué pena” Obviamente era un pensamiento desde la presencia, no de la ausencia. 

Me recuperé y “volví” a la vida cotidiana. Desde entonces no puedo evitar, de vez en cuando, ver mi vida desde fuera, como si hubiera muerto y se me haya dado la posibilidad de tener una prórroga a medias; es decir ,vivo, pero podría ser que despertara de la ensoñación y estuviera realmente muerto. 

Soy racionalista y sé que es una perspectiva inventada por mí porque claramente estoy vivo, pero aún así es didáctico pensarlo. Por ello, me doy cuenta de que todo sigue adelante y que los familiares y amigos cercanos del que ha perdido la vida son los únicos que sienten dolor. Una tristeza que el tiempo mitigará para continuar con su propia vida. No es un pensamiento original pero imaginaros a vuestro alrededor y pensad que no estáis, que sois solo espectadores del circo humano. 

Todo lo que nos rodea sigue siendo lo mismo, lleno de las estúpidas y simplonas disputas políticas a pesar de la tragedia, lleno del egoísmo personal por los propios asuntos y del de una importante parte de la población que no es capaz de aguantar sacrificios por el bien de todos. Los muertos perdieron sus momentos restantes de vida, a muchas edades, no solo ancianos, gente que esperaba vivir algo más hasta que llegó la guadaña segando vidas en marzo, abril, mayo y lo que queda. 

Para todos ellos, con la experiencia de haber podido perfectamente ser uno de ellos, les rindo el homenaje del superviviente.