El último número del New England Journal of Medicine nos trae un interesante dato: cerca de 1/3 de los ensayos clínicos de los antidepresivos que fueron remitidos a la FDA para la evaluación de dichos medicamentos no fueron nunca publicados, y los estudios publicados eran mayoritariamente con resultado positivo. Por ello, las revisiones y metaanálisis que sustentan la evidencia de la terapia están claramente sesgados e incompletos.
Todos los ensayos remitidos a la FDA para apoyar la autorización de un medicamento deben ser registrados previamente, incluyendo los detalles en los que se basará su análisis. Los resultados deben ser remitidos completos a la FDA para realizar su propio análisis. De esta manera, se evitan análisis selectivos post-hoc. Dichos datos son conocidos posteriormente a la licencia del medicamento a través de la web de la agencia. Los autores compararon los análisis de la FDA con la de los datos publicados de 12 antidepresivos desde 1987 a 2004. Hubo 74 estudios resgistrados en la FDA con 12,564 participantes. De ellos,23 (31%, 3,449 participantes) no fueron nunca publicados. La publicación o no del estudio se asociaba al resultado del mismo. Este hecho afectaba a los 12 medicamentos estudiados. Al menos 1 estudio de cada medicamento acabó como no publicado.
De esta forma, la eficacia real de los medicamentos sería inferior a la anunciada.
Podéis leer un amplio resumen del artículo en la británica NeLM
Instructivo análisis de la realidad.
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