En el primer día del año, parecía prudente olvidarse de la Medicina por unas horas. Pretendía disfrutar del cine viendo Appaloosa, película de Ed Harris que vuelve al salvaje Oeste. La película no es gran cosa, pero había algo que no se me iba de la cabeza mientras la visionaba. Una actriz, que en su momento me parecía atractiva, Renée Zellweger, aparecía acartonada e hinchada sobremanera haciendo su personaje ridículo y algo repulsivo. En mi opinión, la actriz presentaba una sobredosis de toxina botulínica y colágeno. Esta misma sensación la he tenido en otras recientes películas: Victoria Abril en Solo quiero caminar, Nicole Kidman en La Brújula Dorada, entre otras. Si ése es el modelo social de belleza: acartonada, inexpresiva y falsa, lo llevamos claro. ¡Ah!, también hay hombres: Christian Slater.
Ostras macho...qué miedo la Kidman que no? lo que ha sido esa niña y en lo que se ha convertido...
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