A pesar de que la evolución de los casos de gripe AH1N1 siguen siendo leves, es previsible que en el otoño-invierno de 2009-2010, esta cepa pueda ser predominante en la temporada gripal del hemisferio norte (veremos que ocurre en el hemisferio sur en los próximos meses). Para ello, y si no hay una vacuna eficaz probada y producida antes del mes de octubre, parece conveniente elaborar planes ante una extensión y afectación masiva de la población, incluso aunque el cuadro clínico no sea grave. Todos sabemos el incremento de trabajo, bajas laborales, ausencia de un día o dos pero me piden la baja, etc. que se vive en los meses invernales en los servicios sanitarios. Las razones son múltiples, además del malestar personal: cuidar a otros familiares enfermos o incluso aislar en su domicilio a los afectados para evitar la cadena de transmisión. En los lugares de trabajo esenciales, esto puede ser un importante problema social. Recuerdo haber obligado a coger la baja laboral a una enfermera que trabajaba en Cuidados Intensivos para evitar la posibilidad de contagio a los pacientes en estado grave.Leo en El PAIS que el Ministerio de Sanidad ha hecho circular un borrador usando como base el documento de 2007 realizado ante la amenaza de la gripe aviar. El sistema sanitario se considera una parte esencial de la sociedad, ¿cómo afectaría que el personal sanitario sufriera de forma masiva la infección?
Mientras tanto: Higiene, higiene, higiene.
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