El Día Mundial del Alzheimer se ha convertido en una conmemoración oficial políticamente correcta. Por ejemplo, el abandono de la palabra demencia para nombrar el conjunto sindrómico del que forma parte la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Suena peor estar demente que tener Alzheimer (los vocablos extranjeros suenan elegantes). La película sobre Maragall, los actos de presentación, con la Reina incluida, del Año Internacional para la investigación en Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, etc. En los noticiarios televisivos vemos ancianos haciendo ejercicios, consejos bienintencionados, magníficas instalaciones cuando en realidad, centros de día hay poquísimos y una lista de espera impresionante.
Las tragedias familiares de los enfermos avanzados -¿y la Ley de Dependencia en Madrid qué? - son inmensas. Las dificultades para aliviar sintomáticamente la agitación, el insomnio del demente, las numerosas complicaciones que padecen los enfermos hasta llegar al final. El tiempo médico necesario (mañana he cogido varios huecos de mi agenda para visitar a domicilio a una paciente de 92 años, traída de una residencia porque no comía, con todos los trastornos conductuales sin tratar y escarada). Eso es el Alzheimer-Demencia.
Os recomiendo el primer anuncio holandés.
Gracias por esta entrada Vicente. Muchos profesionales vemos a diario las grandisimas dificultades que tienen estos pacientes y sus familias. Efectivamente tiene mala venta la palabra "demencia", pero que se le va a hacer, no siempre se puede ser politicamente correctos... Un saludo!
ResponderEliminarConmovedores vídeos
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