Familias con pocos recursos y menor nivel educativo, clases más desfavorecidas, todos son términos eufemísticos y políticamente correctos par definir a los pobres. Sí, ese término en desuso que no se utiliza para enmascarar la realidad social. Hay gente pobre e inculta en nuestro país, y además se alimentan peor y están más gordos -otra palabra prohibida-, y tienen más fracaso escolar, y hay más paro, etc.
Tenemos un problema de salud pública en nuestro país y se llama sobrepeso-obesidad y los niños lo sufren porque es reflejo del tipo de alimentación que se propugna desde la industria alimentaria chuche-caprichosa y que tiene más calado en las personas con menos recursos culturales para defenderse, no tanto económicos. Y es reflejo de la estructura social y de la cada vez mayor brecha social que hay en nuestro país.
La mala alimentación y la obesidad consecuente no son causadas por agentes externos que provocan enfermedad, son enfermedades sociales, fruto de la oferta y de la necesidad de promoción de la comida basura, en su más amplio abanico de productos, en nuestra sociedad.
Eso me recuerda a dos cosas:
ResponderEliminarLa primera, la (gran) conferencia inagural del último congreso semFYC, en que Vicenç Navarro explicó, sin eufemismos, que ser pobre o de clase social baja influye directamente en la esperanza de vida. O sea: ser pobre no solo engorda, simplemente mata.
La otra cosa que me trae a la cabeza es una charla TED del cocinero Jamie Oliver (se puede ver en http://www.ted.com/talks/lang/eng/jamie_oliver.html ), en la que explica, casi en tono de riña colectiva, por qué necesitamos enseñar a nuestros hijos a comer.