Calle Princesa en Madrid Foto original de Vicente Baos |
Cada día, en la consulta, oigo las mismas palabras: estoy triste, tengo ansiedad, desánimo, una sensación de que nada merece la pena; que luchar día a día no vale para nada, que mi marido está en paro y le ha cambiado el carácter, que no sale de casa y cada vez estamos más tenso, que estamos ajustando los gastos y ya se sabe, todo sigue subiendo....
El malestar psíquico y físico se manifiesta con toda intensidad en las circunstancias vitales que nos ponen a prueba, y mucha gente no es capaz de soportarlo y pide ayuda. La mayoría hacen un buen análisis de la situación: identifican el origen, ven las consecuencias, pero no son capaces de abordarlo por sí mismos.
En la consulta no modificas las condiciones de vida de nadie pero ayudas a mitigarlas. Se critica mucho que haya que utilizar ansiolíticos y antidepresivos en estos casos, pero quedan pocas opciones. No hay posibilidades psicoterapéuticas para todo el que lo necesita. Y al menos, aliviamos el sufrimiento.
Me pongo a pensar en las numerosas veces que la dureza de la vida ha afectado a la mayoría de la población. Situaciones adversas, y más crueles aún, han existido a lo largo de la historia. Sangrientas revoluciones que han salpicado la historia europea se desencadenaban por este cóctel de diferencias sociales extremas que provocaba el levantamiento de las masas. Entonces no existía la química que modula la ansiedad y la desesperanza. Ahora, aunque la situación es difícil para muchos, esto no va a ocurrir. El mejor nivel cultural de la población hace ver el arma de doble filo que es la violencia y el caos social, pero también, y es una opinión, porque el sufrimiento, la ira, la desesperanza es mitigada por la medicación que administramos a quién la sufre. ¿Una forma de control social?
Excelente reflexión Vicente. Da que pensar
ResponderEliminarLo cual nos debería llevar a plantearnos qué responsabilidad tenemos, cuál es nuestra función real... Como en el que caso de unos educadores sociales amigos a los que su jefa les dijo, "vuestra función es contener", para así intentar frenar su impetu por ayudar. Contenedores sociales... ¿es eso lo que somos?
ResponderEliminarMe siento plenamente identificada con con la idea centinela de este post.
ResponderEliminarCada dia veo y oigo "me siento mejor ", " tengo mas fuerza doctor " tras unos dias de tratamiento .
Y DIGO : que hay de malo si se puede dar un empujon con medicacion controlada a pacientes muy escogidos
Debemos y podemos ayudar a lo que lo necesitan, pero es bueno conocer el contexto.
ResponderEliminarGracias a los tres.
Saludos
INMA LOZANO:
ResponderEliminarEn el Departamento al que pertenezco se está haciendo mucho incapié con cursos y otro tipo de reuniones sobre "desmedicalización";este comentario me ha dado que pensar: Si en este momento la sociedad y nuestros enfermos con el grado de cristación que se palpà en nuestras consultas están para desmedicalizar o más bien para apoyar con medicación ( siempre valorando el contesxto y la
situación),lo que no tiene solición con palabras ni hechos.
Ni mucho que te quemes...ni poco que te hieles...
ResponderEliminarPiensen ustedes que una persona depresiva, será más difícil que encuentre trabajo!
Si con unas pastillas, le ayudan a salir de ese hoyo, y la ayudan a ver la vida con un poco de optimismo, es más probable que aflore la creatividad y pueda generar una forma de ganarse la vida!
La terapia cognitiva conductual ha demostrado ser más efectiva que lo antidepresivos. Estoy más a favor de la desprescripción, y así nos evitamos efectos adversos, disminuimos la polimedicación y seguimos más la evidencia científica (no parece que ls antidepresivos ni ansiolíticos puedan disminuir el paro).
ResponderEliminarEs evidente que la terapia cognitiva conductual ofrece mas efectividad que los antidepresivos y cuanto mas personalizada sea mejor pero decidme si podeis realizar esa terapia en consulta de atencion primaria con cupos de mas de 1500
ResponderEliminarNo, ciertamente
Eliminarestoy muy de acuerdo
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