Buscando agua. Uganda 2011 Foto original de Vicente Baos |
El libro Ébano de Ryszarg Kapuscinski es una fuente inagotable de relatos sobre la realidad africana. Para los que la conocemos, nos reafirma con su bella prosa, para los que no la conozcan, les ayudará a entenderla mejor. Sus gentes, sus políticos, su historia, su religiosidad; todo es apasionante en este libro. Al leer estos párrafos me vino rápidamente la foto de la que estoy más orgulloso de cuantas hice en Uganda: los niños a la busca del agua en la región de Kasenda.
" Y en la casa, al niño le corresponde el papel más importante: es el responsable del abastecimiento del agua. Cuando todo el mundo duerme todavía, los chicos pequeños se levantan de un salto en medio de la oscuridad y corren hacia las fuentes, los estanques y los ríos en busca de agua. La tecnología moderna ha resultado ser un gran aliado de estos críos, pues les ha regalado el bidón de plástico, ligero y barato. Hace una veintena de años, dicho bidón revolucionó la vida africana. En el trópico, el agua es la condición de supervivencia. Puesto que la canalización no es muy corriente por aquí y el agua no abunda en ninguna parte, a menudo hay que trasportarla a grandes distancias, a veces a más de quince kilómetros. Durante siglos enteros habían servido para este fin pesadas vasijas de piedra o barro.La cultura africana no conoce el transporte rodado, la gente lo lleva todo ella misma, preferentemente sobre la cabeza. Las vasijas las cargaban las mujeres, de acuerdo con el tradicional reparto del trabajo en el hogar. Además, un niño ni siquiera habría podido levantar una vasija como aquéllas, y en este mundo pobre, en una casa casi nunca había más que un solo recipiente. He aquí que apareció el bidón de plástico. ¡Un milagro! ¡Una revolución! En primer lugar, es relativamente barato (aunque en algunas casas sea el único objeto de valor): cuesta unos dos dólares. Pero lo más importante es que ¡es ligero! Como también lo es el que se fabrique en varios tamaños, de modo que incluso un niño muy pequeño puede transportar unos litros de agua. ¡Todos los niños la acarrean! Ahora mismo vemos a un tropel de alborotada chiquillería que, jugando y dándose empujones, se dirige a una fuente lejana en busca de agua. ¡Qué enorme alivio para la mujer africana, agotada hasta el límite de sus fuerzas! ¡Qué cambio tan grande en su vida! ¡Cuánto tiempo ha ganado ahora para ella misma y para la casa!Pero eso no es todo. El bidón de plástico tiene un número de virtudes ilimitado. Una de las más importantes radica en que sustituye a la persona en una cola. Había que hacerla (allí donde el agua se trae en cisternas) durante días enteros. Estar a la intemperie bajo el sol del trópico es una tortura. Antes no se podía dejar la vasija e irse a la sombra, porque la podían robar, y era demasiado cara. Ahora, en cambio, en lugar de personas, se forman colas de bidones de plástico, mientras sus dueños se refugian del sol o se van al mercado o a hacer alguna visita. Al viajar por África, se ven muchas de esas kilométricas y multicolores filas de bidones esperando a que aparezca el agua"
Tanto la foto como el relato, me resultan tristes, porque los niños deberían poder ser niños!!
ResponderEliminarMe apena ver que se exponen a peligros, y que deben sufrir cosas que no deberían sufrir.
Pero a pesar de todo, para ellos el bidón fue una bendición, es cierto. ¡algo que les toque!
A mí también me encantó ese libro de Kapuscinski. Me sorprendió también lo de los bidones de agua. La verdad es que bien pensado tiene razón. El plástico fue una revolución para llevar agua, comparado con los pesados recipientes tradicionales.
ResponderEliminarMe acuerdo de otro capítulo en el que describe cuando fue a vivir a un barrio muy duro, en el que le robaban continuamente y se quejaba de lo mal que le trataban, creo que ante su guía o traductor, y éste le contestaba: está muy equivocado, a usted aquí se le tiene en muy buena consideración, porque si no ya estaría muerto. Después le consigue un amuleto que colgó en la puerta de su casa, y nunca más le robaron. Duro, tierno, poético. Un gran libro.
Gracias por tu blog, Vicente.
La verdad es que andaba buscando información para la universidad, y no se como llegue a su blog, primero me atrajeron unas imagenes y luego empece a leer sus articulo, su manera de pensar y el relato me atrayern mucho, es increible ver como un objeto cambia el estilo de vida de toda una población!, gracias por su blog :D!
ResponderEliminarGracias a ti
EliminarViecente, acabo de encontrar tu fotografía en otro portal...pero no dice que sea tuya. Reclama.
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/photo.php?fbid=558101180887775&set=a.191177624246801.49298.115510461813518&type=1
A día de hoy, todos los niños deberían de disfrutar de su niñez jugando y siendo feliz, pero es triste ver estas imágenes que demuestran todo lo contrario. Aunque esos bidones le faciliten en transporte del agua, con todas las comodidades que tenemos nosotros en el primer mundo ellos tendrían que tener fuentes cerca de sus hogares para que no tengan que recorrer tantos kilómetros en busca de agua y tener una vida más cómoda.
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