Dedicatoria de su libro en 1983 |
"Frontera el cuerpo y su divisoria la muerte. Trampolín para el salto al más allá. Nadie abraza a la pobre muerte cuando viene por las vacías alamedas del alba y sólo encuentra necias resistencias". página 119 Octubre, Octubre
Descubrí a José Luis Sampedro en 1981 con la publicación de su libro Octubre, Octubre. Quedé impresionado con sus historias, con la descripción del barrio donde nací y viví mis primeros 5 años de vida, con su galería de personajes fascinantes. He leído la mayor parte de su producción literaria y siempre admiraba su inteligencia y su dominio del castellano. Revisando el libro veo una hojita manuscrita donde escribí las palabras que no conocía y que aumentaron mi bagaje lingüístico.
Su presencia pública siempre era interesante. Su papel de "viejo sabio" que analiza nuestra sociedad descubriendo las trampas de la economía vigente supuso, en estos últimos años de su vida, un soplo de aire fresco.
El mejor recuerdo para él y el agradecimiento por una obra literaria que enriqueció mi vida.
los indignados se quedan huerfanos.
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