Lamin y yo en Basse (Gambia) |
Una vez más, y esto no parará ni con concertinas ni "disparando al aire para asustar", cientos de personas procedentes de países subsaharianos intentaron pasar a España. No lo hacen por Ceuta y Melilla porque España les parezca el mejor sitio de Europa para ir, sino porque tenemos dos ciudades en el norte de África, residuo de viejas glorias y ahora fuente de problemas. Esta vez con muertos, 14 por ahora, en un episodio mal explicado donde queda la sombra de la falta de ayuda a los que se estaban ahogando y el uso de disparos de pelotas de goma a los que estaban acercándose, se supone que para que no lo hicieran. Desde luego, si a una persona que nada con dificultad no le permites que se acerque a la orilla, acabará ahogándose.
El argumento más manido para rechazar, incluso violentamente a los inmigrantes subsaharianos -palabra que digo por última vez, son de raza negra específicamente - es simple: no pueden venir aquí todos los que quieran porque es imposible. Ciertamente, pero en el fenómeno inmigratorio español, el racismo hacia los negros es más que evidente.
A raíz del boom-estafa inmobiliaria, la necesidad de mano de obra en la construcción y los servicios provocó la apertura laxa de las fronteras, fundamentalmente a los sudamericanos y a los procedentes de países como Rumanía y Bulgaria. La inmigración marroquí estaba asentada en los sectores de la construcción y la agricultura desde hace tiempo. Esta incorporación de inmigrantes, facilitadas por los gobiernos para mantener la actividad económica, los bajos salarios y los grandes beneficios empresariales, ha dejado fuera de juego siempre a los mismos: los inmigrantes del África negra. Mientras que los europeos del este entraban en España en coches y autobuses, la inmigración sudamericana por avión y visado de turista, los africanos negros debían jugarse la vida en pateras y saltando vallas mortíferas. Acosados por Marruecos, gracias a los acuerdos con España y la Unión Europea, perseguidos y abandonados en las montañas y el desierto, en riesgo continuo de perder la vida.
Nunca se ha facilitado una entrada ordenada y legal de la inmigración negra. Los que están en nuestras calles, han entrado como han podido y malviven en la mayoría de los casos del trabajo ilegal y de la mendicidad. Algunos en el tráfico de drogas. Aún así, siguen intentando llegar a España y Europa como si realmente fueran a encontrar una salvación a sus vidas.
He conocido africanos que han estado trabajando en Europa y han vuelto a su tierra. Vuelven como héroes y son objeto de admiración. En Gambia compartí experiencias con alguno de ellos. Por ejemplo, Lamín. Estuvo más de 10 años trabajando en el Reino Unido, Alemania y España. Persona inteligente y trabajadora, a su vuelta ha organizado la mejora de las condiciones de su pueblo, a lo que nuestra colaboración sanitaria ha contribuido. Imagino que muchos de los jóvenes africanos que se están jugando la vida para pasar la frontera tienen las características de Lamin: determinación, fortaleza, inteligencia. Probablemente, estamos perdiendo el potencial de los mejores africanos que intentan venir a nuestras sociedades.
Frenar la inmigración, incluso a una sociedad como la nuestra en crisis económica y laboral, parece ilusorio. Muchos han tenido la oportunidad de implantarse: marroquíes, rumanos, ecuatorianos, etc. y constituyen un porcentaje relevante de la población española. Los africanos negros nunca ha tenido esa opción y solo se les ha dejado la alternativa de jugarse la vida.
Si algunos pudieran, abatirían a tiros a cualquiera con el color de piel incorrecto o la nacionalidad incorrecta. El racismo y la xenofobia nos rodean, en algunos momentos me da asco compartir suelo con gentuza que se cree mejor que los demás por ser blanquitos europeos. El odio no parece tener distinción, el racista, el xenófobo, parecen odiar con igual fuerza (al menos en mi experiencia) a todos los que son distintos independientemente de su color o procedencia, consideran a todos subhumanos.
ResponderEliminarSin embargo, los de piel más oscura parecen llevarse la peor parte, aun siendo odiados al mismo nivel. Como tú bien apuntas, entran de peor manera, jugándose la vida. No sólo tienen luego que buscarse la vida en algún trabajo miserable como los demás que vienen, es que parten de una situación peor porque el viaje hasta aquí ha sido peligroso. Han apostado su vida para llegar, y la recompensa no es una vida digna con un trabajo digno: es una vida de mierda en un trabajo de mierda que simplemente es mejor que lo que dejaron atrás. Hace un par de días lo hablaba con un amigo, los negros parecen estar en el último escalón de la humanidad.
Y sí, no lo discuto, un país puede admitir a un número finito de extranjeros, es muy triste no poder compartir tus privilegios con todo el mundo, es injusto, pero la vida es así de puñetera. Sin embargo, entre abrir las fronteras y liarse a tiros con seres humanos (ni subsaharianos, ni inmigrantes, ni negros: son seres humanos, como yo pero sin mis privilegios por nacimiento) va un camino. No concibo como alguien puede irse a dormir después de matar a personas cuyo único delito es querer huir de una vida miserable. Dirán que cumplían órdenes cuando tiraban del gatillo, si eso tranquiliza sus conciencias pues muy bien, en mi opinión hicieron una matanza y tan culpable es que el ordena (y luego dice que no ordenó, miserables de mierda) como el que pega el tiro, que siempre se puede apuntar mal, no sé si me explico...
Mal acabamos la semana, y yo en justicia no me puedo quejar porque las únicas consecuencias son el estado de mala leche y de asco que me ha amargado unos días, el sentirme miserable por ser ciudadano de un país en el que este tipo de cosas se hacen. Como digo, yo no me puedo quejar mucho por todo esto, no he muerto en una patera, y no por ser mejor persona que quienes han fallecido, sino porque mi madre era blanca y me parió en un país rico. Y yo no tengo la culpa de haber nacido con esos privilegios, pero cuando pasan cosas como esta me da un poco de vergüenza :(
Coincidimos totalmente.
EliminarUn abrazo
la cuestión no es negro-no negro : la diferencia reside en que nuestro imperio español solo tuvo colonias negras en Guinea, cuya descolonización y/o relación con la metrópli (a diferencia de la portuguesa) acabó como el rosario de la aurora : los negros cubano-españoles no tienen ningún problema en la madre patria
ResponderEliminarSin duda las autoridades no han encontrado las soluciones adecuadas al problema
ResponderEliminarEs terrible lo que está sucediendo, pero piensen ustedes que los propios españoles están sufriendo una vida de mierda!
ResponderEliminarEsas madres que perdieron el trabajo, que tienen varios hijos pequeños, y que más encima fueron abandonadas por el marido...y ahora viene el gobierno, y las deja en la calle con todos sus bártulos...o esas que tienen hijos enfermos , muy enfermos, no tienen dinero, y la seguridad social las abandona...
Es un muy difícil problema este, y que se suma a la insensibilidad de quienes solamente se dedican a salvar su trabajo y su sueldo...seres que tratan a los demás como enemigos...esos enemigos que les llegan del sur...
Las diferencias son cada día más marcadas...cada día los pobres son más pobres, y los ricos son más ricos...y cuesta pensar hasta dónde iremos a llegar...