¿Envejecemos o enfermamos?
Seguro que envejecemos y a veces, enfermamos, pero el envejecimiento no es la suma de enfermedades. Algo que parece razonable, a la vista de la evolución biológica del cuerpo humano con el paso de los años, se ha sido intentado presentar como enfermedad a lo largo de la historia.
La virilidad, como mito de la "eterna juventud" sexual, de la fuerza física y del vigor e interés intelectual ha sido buscada por los hombres desde siempre. Con poco éxito.
En el siglo XXI, la potente industria farmacéutica no podía ser menos y nos ofrece la testosterona como tratamiento, no para las enfermedades bien establecidas que producen una carencia severa de la misma, sino para ese otro concepto relativo que es la "deficiencia de testosterona asociada a la edad"
Por mi parte, gracias a la invitación de Vicente Palop y Mara Sempere del Departamento de La Ribera, ofrecí esta charla el pasado día 10 de marzo de 2015.
Junto al tema de la testosterona, reviso las evidencias que existen para la utilización del ácido acetilsalicílico y la heparinas en el aborto espontáneo recurrente.
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