De nuevo he participado en un debate organizado en el programa Cuarto Milenio. En mi anterior intervención sobre el Reiki ya expresé mi particular interés en poner voz a una opinión que represente el pensamiento racional y escéptico en un programa de masas de un medio de comunicación generalista. Acertado o no, creo que mi presencia y mis opiniones pueden ayudar a difundir unas ideas que tienen muy poco impacto en la opinión pública general.
El tema del presente debate, las experiencias cercanas a la muerte (ECMs), supone el abordaje de los aspectos neurocientíficos de las situaciones límites del cuerpo humano pero también, una valoración sobre la trascendencia, la consciencia en la vida y la muerte. Los relatos efectuados por las personas que viven estas experiencias límites nos llevan a diversas interpretaciones. Por un lado, los defensores de una trascendencia lo valoran como una prueba de la existencia de una "entidad" llamada alma, "energía" o carga espiritual que residen en el ser humano que ve un camino y una señal de lo que se espera que exista tras el fallecimiento orgánico del cuerpo. Respeto esa interpretación pero no la comparto. El relato de las ECMs supone una expresión de un cerebro en una situación limite. Con sus matices y sus peculiaridades, al igual que las experiencia del final de la vida, en mi opinión, suponen un último mecanismo adaptativo de nuestro cerebro que busca dar explicación y consuelo a la cercanía de la muerte. El relato está cargado de referencias culturales y antropológicas que todos llevamos en nuestro bagaje intelectual.
¿Eso significa que la percepción de extracorporeidad, la conversación con los seres queridos fallecidos antes que nosotros y otras percepciones, en general, agradables son un anuncio de una existencia posterior a la muerte biológica?
En mi opinión, no. Las religiones y multitud de filósofos han dedicado muchos esfuerzos a elaborar una teoría y una realidad de la trascendencia. Todo ello es una construcción cultural de nuestro cerebro evolucionado para dar respuesta a una incertidumbre. Entrar en este terreno es entrar en las creencias personales, no en la ciencia que quiere respuestas plausibles y demostrables sobre los hechos que acontecen a la biología humana y al universo físico que nos rodea y del que somos parte.
Somos el fruto evolucionado de los seres vivos. Compartimos origen con todas las formas de vida existentes en nuestro planeta. Somos la especie dominante en este momento que ha tenido la capacidad de reflexionar y cuestionarse su propia existencia, asumiendo y abordando el fin de nosotros mismos. Y para darnos respuesta, hemos construido teorías diversas que dan esperanza y consuelo al que finaliza su vida y a los seres queridos que le rodean. Sin embargo, en el momento actual, la certeza de la muerte biológica como el fin de nuestra existencia, al igual que el resto de los seres vivos de todas las especies que nos rodean, es la única realidad tangible y evaluable. Como cada persona rellena su creencia de lo que ocurre después pertenece al ámbito personal y cultural, no a la ciencia como hoy en día la entendemos.
El debate versó sobre estas cuestiones, que no se plantean en ningún debate público y menos en un medio de comunicación televisivo. Las respuestas en Twitter fueron de todo tipo, he de decir que la inmensa mayoría, aunque contrarias a mi posición, adecuadamente respetuosas. Mi respeto a las creencias y pido el mismo respeto a la no creencia.
En estos vídeos siguientes se ven fragmentos de los diálogos. Aquellos que quieran ver programa completo pueden hacerlo en este enlace: Más allá de la muerte. Cuarto Milenio. Temporada 11. Programa 441
Nota:
Mi afirmación -que hay que escuchar en el contexto general de la conversación- de "ya está demostrado que no hay nada después de la muerte" es la que ha provocado un mayor número de respuestas contrarias. Aclaro la afirmación. La muerte biológica es el fin de la vida como la conocemos. No hay otras formas de "vida" medibles, evaluables y comprobables. Eso es inapelable. Las "otras formas de vida tras la muerte" son ideas indemostrables y creadas por nuestro pensamiento. Por ello, la percepción de una persona viva en este momento es que no hay nada -en los términos que ahora definimos lo contrario a la nada- que exista después de la muerte. Los que pensamos así no tenemos que demostrar lo contrario, son los que afirman lo contrario los que tienen que presentar la carga de la prueba.
Me encantó el debate de enorme nivel. Señor Baos estuvo magnifico, magnifico. El resto de contertulios expusieron cosas muy interesantes, lo reconozco a pesar de mi postura. Es insóltio un debate de altura en la tele de hoy. Le felicito por asistir al programa, por debatir , por que estén expresadas todas las opiniones. No conozco muchos programas donde esto ocurra.
ResponderEliminarMuchas gracias. Ese es mi interés
EliminarRespecto a este tema, creo recordar que en su momento en un servicio de urgencias hicieron el sencillo experimento de colocar un cartel luminoso con una palabra clave en un armario mirando al techo, de manera que si es cierto que el "alma" "flota" y la persona adquiere una visión "por encima" de su propia situación y la de los médicos que le atienden, será capaz de recordar la mencionada palabra clave. Los resultados fueron concluyentes: nadie recordaba ninguna palabra clave ni ningún display luminoso.
ResponderEliminarBuena idea. Gracias
EliminarSi vivir no tiene sentido…¿Para que seguir viviendo? ¿Entonces la vida es una broma de mal gusto?
ResponderEliminar¿Para que intentamos que la vida tenga un buen futuro si de todas formas vamos a morir?
Igual los que vienen detrás nuestro también van a morir y hasta el propio planeta...¿qué sentido tiene estirar el chicle?
Si algo he aprendido es que de la nada no puede surgir nada.
Son grandes preguntas con inciertas respuestas
EliminarVicente Baos, unas preguntas algo paranoicas.
ResponderEliminar¿Y si la vida en verdad fuera una emulación como en Matrix?
¿Cree que a las altas esferas de la pirámide que nos controlan y vigilan les interesaría que supiéramos la verdad?
¿Y si en verdad hay vida después de la muerte?
¿Y si nos intentan engañar para que vivamos de forma normal y con miedos…ya que la sociedad en general seria como un entretenimiento como en la película El Show de Truman?
¿Si todos supiéramos que hay vida después de la muerte... cree de verdad que a todos nosotros nos interesaría seguir viviendo en este mundo lleno de dolor, sufrimiento, vacio, guerras, injusticias entre otras cosas?
La gente se suicidaría en masa para escapar de este lugar e ir a otro mejor.
Si hubiera un camino más rápido, con un final más claro a la vista, todo el mundo lo elegiría.
Estaría interesante abrir un gran debate sobre la multitud de cosas que puede significar la existencia y todo lo que nos rodea, mirar las cosas con varias perspectivas.
Hay una frase de Ramón De Campos muy interesante que dice…
“ Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira: todo es según el color
del cristal con que se mira.”
El Dr. Gaona mencionó durante el debate un experimento con un generador de números aleatorios en un matadero porcino. Debo mencionar que no vi acabar el debate y no sé si se explico este experimento. Dr. Baos,¿sabe que experimento ese ese?
ResponderEliminarGracias.
chema
Es éste.
ResponderEliminarhttp://jcer.com/index.php/jcj/article/view/379
Un mensaje ECM, dos canalizaciones (luz y oscuridad) y un miembro de la élite cuentan prácticamente la misma realidad. https://etnoesmiamigo.wordpress.com/
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