Alicia pensó que todo esto era muy absurdo, pero los demás parecían tomarlo tan en serio que no se atrevió a reír,y, como tampoco se le ocurría nada que decir, se limitó a hacer una reverencia, y a coger el dedal con el aire más solemne que pudo.
La adorable Alicia de Lewis Carroll cae, presa de su curiosidad, lenta y ceremoniosamente, en la madriguera del Conejo Blanco de ojos rosados.
Las arterias, acumulando terribles placas de ateroma con nuestros detritus grasos, adheridos a las paredes vasculares por los factores de riesgo, se situaban prestas a la ruptura caótica de la placa con la ayuda trombótica de las plaquetas. Y tenemos a nuestras heroínas que luchan contra el riesgo cardiovascular: las estatinas, bellas moléculas que reducen el LDL-colesterol, enemigo social número 1 de nuestro particular ranking metabólico.
Las arterias, acumulando terribles placas de ateroma con nuestros detritus grasos, adheridos a las paredes vasculares por los factores de riesgo, se situaban prestas a la ruptura caótica de la placa con la ayuda trombótica de las plaquetas. Y tenemos a nuestras heroínas que luchan contra el riesgo cardiovascular: las estatinas, bellas moléculas que reducen el LDL-colesterol, enemigo social número 1 de nuestro particular ranking metabólico.
Con descarada similitud, se nos presenta la publicidad de la pitavastatina (Alipza) como Reina de Corazones en el Maravilloso Mundo Trombótico. Con unas acciones similares a otras estatinas, sin estudios clínicos relevantes y con un precio entre 5 a 10 veces superior a la simvastatina 40mg, referencia en el coste-eficacia de las estatinas.
Como siempre va haber un porcentaje de población que lo va a comprar pensando que es mejor porque es más caro.....
ResponderEliminary es ahí donde va a aparecer el farmacéutico haciendo volver a Alicia a la realidad.
Marcelo Nicéforo
Farmacéutico- Argentina
¿Pitavastatina? ¿En qué estaban pensando? Con la de colesterol que tiene una buena pita de carne , mas le valdría haber llamado a la molécula Kebabvastatina.
ResponderEliminarCoincido contigo, Emilio.
ResponderEliminarSaludos