Un excelente artículo publicado esta semana en PLOS Medicine evalúa la llamada "paradoja" de la osteoporosis: la falta de relación individual entre la "calidad del hueso" medida mediante la densitometría y el riesgo de fracturas, así como que la reducción del riesgo de fracturas mediante bifosfonatos o raloxifeno no se correlaciona con las medidas densitométricas. Cuando se valoran en los distintos estudios todas las fracturas combinadas, casi la mitad de ellas ocurren en personas que no pueden clasificarse como osteoporóticas siguiendo la clasificación de la OMS (menor a 2,5 desviaciones estándar). De esta manera el dato densitométrico solo es un modesto factor de riesgo para las fracturas. El incremento del riesgo de fracturas que ocurre con la edad no está relacionado con la medición de la densidad mineral ósea.
En la etiología de cualquier tipo de fractura entre las personas mayores existe una multifactoriedad que abarca factores extra-esqueleto y no son medibles por densitometría. Por ello, la calidad, o mejor dicho, la fortaleza del hueso no puede mediante la densidad mineral ósea, y por ahora no tenemos ese elemento de medida.
Excelente artículo clarificador de un tema sobre el que se ha sembrado siempre una confusión interesada.
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