Mi admiración y pasión por la biología evolucionista me llevó este pasado puente a visitar la casa donde vivió y trabajó Charles Darwin en el pueblo de Downe (Condado de Kent), aproximadamente a 100 Km de Londres. Su casa se convirtió en 1929 en un museo dedicado a su vida y obra. La visita de su despacho o el lugar donde reposaba tras las comidas y escuchaba el piano de su mujer Emma están perfectamente conservados. Como había muy poca gente (es un sitio bastante difícil de llegar, pasa un autobús cada hora al pueblo desde Bromley) me detuve en curiosear los lomos de su biblioteca. Autenticas joyas como la edición original de Sense and Sensibility de Jane Austen o el tomo dedicado de Das Kapital por Karl Marx a Darwin. Numerosos escritos (era un hombre meticuloso hasta el extremo de llevar su diario de salud) se presentan en la exposición.
Los jardines conservan su viejo invernadero con plantas herederas de sus originales y el campo adyacente transmite su amor por la naturaleza y crea el ambiente adecuado para su vida de estudio y recogimiento.
Conozco bien su vida y su obra, y para mí fue una gran satisfacción esta visita.
Todos los científicos tenemos una gran deuda con Darwin, su clarividencia y audacia y su paciencia para construir una teoría de la evolución en 20 años de estudio y experiencia crearon la mayor revolución de la biología, y también del resto de las ciencias. Tras siglos de oscurantismo, nada se ve igual de la comprensión del mundo y sus fenómenos tras el darwinismo.
Mi envidia por la visita. Soy también admirador de Darwin, al que conocí sobre todo a través de la obra de Gould. Para los que nos dedicamos, más o menos, a la ciencia, la historia de la teoría evolucionista es reveladora. No se trata de un grupo de revolucionarios que luchan por cambiar el estatus. Se trata de científicos leales con su trabajo que observan y buscan explicaciones, sin mentir, mentirse ni exagerar. Mucho genio de hoy día debería repasarse este tema.
ResponderEliminarObservando sus papeles veías un hombre meticuloso, reflexivo y paciente, algo que parece que ahora hemos perdido. Los ensayos clínicos duran poco, se busca el reconocimiento rápido y no tenemos tiempo para nada. Ciertamente ahora la ciencia es un proceso industrial que busca rendimientos. darwin con paciencia tejió una explicación a una de las preguntas clave de nuestra existencia. Todo debería ser diferente tras sus aportaciones: filosofía, religión, etc.
ResponderEliminarVoy a poner una serie de fotos de la casa y su invernadero.
Enhorabuena por este blog:
ResponderEliminarAparte de todas las aportaciones científicas que Darwin hizo y todavía hace, quiero aportar un dato de este personaje. Darwin era tartamudo. La tartamudez es una condición limitante que moldea la personalidad de la persona que la padece. Tal vez Darwin no hubiera sido Darwin si no hubiese sido tartamudo.
Fernando Cuesta. Tartamudo, Médico de Familia (http://mitartamudez.blogspot.com/)
Desconocía este dao. Muy interesante. Gracias por tu comentario
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