sábado, 9 de agosto de 2008

Una visita a Urgencias a ver que me dicen

Los pacientes pueden acudir a cualquier centro sanitario cuando quieren y cómo quieren. Pero no voy a hablar de la disfunción que esto provoca en muchos casos, sino de la respuesta que se dan en los servicios sanitarios de Urgencias a estas demandas.
Una paciente de largo y extenso historial psiquiátrico acude a unas Urgencias hospitalarias por un aumento de su ansiedad de base que al día siguiente me refiere en la consulta.
Éste es el resumen del tratamiento que le ofrece un MIR en Urgencias tras describir con las palabras adecuadas (anhedonia. desmotivación...) el cuadro de la paciente.




La recomendación recoge unos mensajes, diríamos inadecuados.
* Obviando el largo historial de fármacos utilizados por la paciente, recomienda escitalopram
* Le aconseja acudir a "su psiquiatra", cuándo éste la ve cada 6 meses y no tienen urgencias en el Centro de Salud Mental, para eso está el Hospital (Salud Mental dixit)
* "Su médico de familia" no existe para la avezada MIR.
* La coletilla para cubrirse final: Si empeoramiento vuelva a Urgencias, es decir ¿cada vez que su ansiedad aumente un punto en la escala de Hamilton?.

Los adjuntos deben estar MÁS tiempo en Urgencias y supervisar tratamientos y mensajes
Pero ¿eso importa algo en nuestra sanidad actual?

4 comentarios:

  1. Es mi primer comentario en tu excelente blog.
    Totalmente de acuerdo con la crítica del tratamiento pero...
    apuesto cualquier cosa a que ese tratamiento ha sido recomendado o, al menos supervisado por el médico adjunto del servicio de urgencias.
    No creo que aqui el problema sea una falta de pericia del MIR... creo más bien que en el enfoque habitual de un servicio hospitalario.

    ResponderEliminar
  2. Probablemente tienes razón. En muchas ocasiones parece que el problema de la selección equilibrada de fármacos y la comunicación correcta entre los distintos profesionales sanitarios es una cosa pasada de moda que solo preocupa a unos pocos. Será la falta de tiempo, el cansancio de las guardias...
    Pero hay algo que descubrí hace mucho tiempo, acabé la residencia en el año 1987, ser adjunto hospitalario, no es por sí solo motivo de admiración y confianza, hay mucho inútil y vago.

    ResponderEliminar
  3. En primer lugar el residente tenía que encontrar al adjunto allí donde estuviese escondido, y en segundo lugar el adjunto debía saber algo acerca del tema y además molestarse en perder su tiempo en explicarlo.Las urgencias son caóticas, los residentes vamos sobrecargados de trabajo y unas veces no consultas por que no encuentras al adjunto , otras por que ni siquiera tienes tiempo de plantearte buscarlo, y otras por que te fias menos de él que de ti mismo.

    ResponderEliminar