La noticia se extendió rápidamente en los medios de comunicación y los blogs sanitarios. El Ministerio retiraba un lote (75.582 vacunas) de Gardasil por la aparición de dos casos, con dos días de diferencia y sin relación directa, de un cuadro compatible con una reacción anafiláctica a los 10 minutos de la aplicación de la segunda dosis de Gardasil.
La descripción clínica de la reacción adversa (RAM) que viene en las noticias es compatible con una reacción anafiláctica tipo I:
- Existe una exposición previa, es la 2ª dosis.
- Ocurren en breve plazo:A los pocos minutos comenzaron a sentirse mal, a notar que se "hinchaban por dentro, que les quemaba la piel", describen las informaciones de la Consejería de Sanidad de Valencia.
- El cuadro es severo, produce convulsiones generalizadas, probablemente secundarias a la isquemia resultante del shock anafiláctico.
Dado que no conocemos otros detalles, parece claro pensar en una RAM inmediata de resultados graves: ingreso hospitalario, cuidados intensivos....
¿Y esto porqué ha ocurrido?
La negación de la importancia de un efecto adverso parece la tónica del fabricante y de las "autoridades" científicas que han avalado la extensión de la vacuna, con la disculpa de que no se han producido casos similares en los millones de dosis administradas en el mundo. Esto no es totalmente cierto, dado que la información disponible a través del transparente servicio de notificación de reacciones adversas a las vacunas estadounidense existen registradas en EEUU una 544 convulsiones asociadas al uso de la vacuna.
La posibilidad de contaminación del algún tipo en el lote afectado y no en otros es algo bastante improbable. El lote consta de un gigantesco número de vacunas y si fuera así, los casos asociados no serían 2 sino miles probablemente. Pero algo había que hacer y antes de efectuar una suspensión cautelar de su administración han optado por algo parcial.
Me imagino que en las próximas semanas, muchas niñas y sus padres optarán por no administrar la segunda dosis prevista de la vacuna, descontrolando la progresividad inmunológica de la vacuna. Si no completan las tres dosis previstas, el despilfarro será histórico.
Las reacciones adversas ocurren, lo improbable también ocurre, sobre todo cuando los efectos adversos evaluados en un ensayo clínico pueden ser diferentes en la vida real, pasamos de pocos miles de personas expuestas a millones. La propia probabilidad estadística de efectos adversos se cumple en todos los medicamentos y también en las vacunas.
La pregunta resultante de esta experiencia y del conocimiento previo de la vacuna es:
Una vacuna contra un factor de riesgo (no protege a todas las cepas y ni siquiera probablemente a las más frecuentes en España), de eficacia limitada, solo demostrada por los títulos de anticuerpos en la población diana en la que no se ha ensayado los eventos clínicos (CIN2-3), -recuerdo que en los ensayos, la inmensa mayoría de las participantes ya habían tenido relaciones sexuales y eran de edad superior- se administra masivamente a población juvenil y sana para una enfermedad de baja prevalencia y con posibilidades de realizar una detección precoz eficaz.
¿Justifica esto la vacunación masiva?
Parece que el consumo mayoritario de la vacuna se efectúa fuera de la vacunación oficial, en las oficinas de farmacia. De las 75582 dosis, solo 21300 eran públicas. No está mal, es decir se está vacunando mucha gente fuera de los 12 o 14 años. Dado que la vacuna está autorizada de 9 a 26 años, adelante.
Como por ejemplo, esta publicidad del Colegio de Abogados de Madrid, animando a todas las mujeres a vacunarse. ¿Por qué los colectivos profesionales, titulados superiores son tan ignorantes?
Lo que no se entiende es que un tema tan importante no quede claro entre el colectivo médico. El espectáculo que se está dando es tremendo. Unos dicen que sí otros que no. ¿cómo van a ser mejores los coelctivos bien informados? ¿Hay solución a este embrollo?
ResponderEliminarEl tratamiento de la información me resulta incompleto. Falta un dato importante: el número de dosis de vacuna administradas en USA (imprescindible para calcular el riesgo) e información sobre la gravedad de los cuadros convulsivos, la página de VAERS habla de 94% de RAM no graves.
ResponderEliminarPor otra parte el enlace que se ofrece para el informe comparativo entre Gardasil y Menactra correspode a una cadena de televisión no a VAERS (no es lo mismo). No resulta facil encontrar esa información en la página de FRA o de CDC.
En todo caso felicidades por el cumpleaños.
¡Hola! Soy uno de esos médicos proscritos, de los que se ha echado al monte..., dede hace un capacico de años.
ResponderEliminarIntento ver la realidad desde una óptica global, general, sin perder ese halo de subjetividad que, al fin y al cabo, es la que termina por construir nuestra actitud frente al mundo.
Mi percepción sobre el tema de la dichosa vacuna es muy simple. Puro negocio.
Pienso que, en este caso concreto, con las posiciones encontradas dentro del mismo colectivo médico, la realidad es incontestable en cuanto a mi diagnóstico (aunque admito la discrepancia...).
La cuestión es que este caso no es el único. Más o menos sibilinamente, la industria farmacéutica nos tiene acostumbrados a esa dinámica lucrativa, caiga quien caiga...
Asumo que los productos farmacológicos generados tienen sus principios activos, con sus acciones directas sobre receptores concretos..., pero sigo pensando que se ha hecho del fármaco, en sí mismo, el icono de la Salud. Y eso no es así. No debe ser así.
Como siempre suelo decir, los fármacos son tontos: no saben dónde actuar en cada momento y en qué dosis..., a diferencia de nuestras propias sustancias, regidas por nuestro sistema de control.
El problema es que, con la administración de sustancias ajenas (y no dudo de la idoneidad de utilizarlas en casos de extrema urgencia), interferimos en la correcta función de reorganización de nuestro sistema. ¿Tenemos que hacer algo para que, en condiciones normales, una herida cicatrice?
Estoy convencido de que nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a restablecer el orden interno, desbloqueando interferencias de cualquier orden que son, generalmente, provocadas por nosotros mismos sin saberlo...
El arte de la Medicina creo que va por ahí: saber establecer una descripción acorde a la realidad (ojo clínico) y saber cómo interacturar con los mecanismos que detectamos en mal función. La dificultad reside en el 'modus operandi'. Se ha volcado toda la energía terapéutica en la Farmacología y, preventivamente, en la Cirugía.
¡¡Pobre Medicina...!!
Salud para ti y los tuyos.