domingo, 8 de marzo de 2009

La publicidad y el negocio en los centros públicos: Matronas y canastilla de regalo para embarazadas

En principio, parece que las actividades comerciales de promoción de productos de consumo, higiene y otros accesorios no son competencia de las instituciones sanitarias, y que dentro de los centros públicos: centro de salud y hospitales, no debería haber ese tipo de actividades realizadas por profesionales sanitarios. Pues no es así, la atención sanitaria pública a las embarazadas incluye el reparto de canastillas publicitarias llenas de productos de consumo. Se regala agua (cada tipo de canastilla tiene una marca: Bezoya, Solan de Cabras), muestras pañales, cremitas para el culito, chupetes, revistas, descuentos para tiendas de ropa, descuentos para videos Disney, etc. El mismo tipo de regalos reciben las embarazadas en charlas que organizan marcas comerciales como Mercadona, Toys ´R´Us


Las consultas de las matronas tienen una actividad científica concreta y bien definida.
¿Quién ha decidido que en toda España se regalen estas cajitas como si fueran vendedores que regalan galletitas en el Carrefour?

¿Quién autoriza este reparto comercial en una consulta de un espacio público?
¿Quién gana dinero con esta actividad?

En distintos foros, se ve como las mujeres reciben encantadas estos obsequios, sin darse cuenta que las empresas utilizan su ilusión de embarazadas para introducir mensajes publicitarios tempranamente que fidelizen el uso de esas marcas posteriormente.
Este es el mecanismo del negocio del consumo, pero ¿que eso se fomente en una institución sanitaria pública es correcto?

5 comentarios:

  1. no, no es correcto. Y el tema de enfermería como objetivo importante para los laboratorios farmacéuticos y otras empresas empieza a ser preocupante. En algunos sitios las enfermeras de las consultas de planificación familiar o ginecología están recomendando a las pacientes (independientemente de su edad o de que hayan tenido o no relaciones sexuales previas) que se pongan la vacuna frente al VPH. Para reflexionar....

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  2. Un ejemplo: un director de primaria lee tu post, decide prohibir a las matronas en su consulta repartir estas canastillas y a su vez convence al director del hospital a que haga lo mismo. Se hace a partir del martes y se notifica por escrito a todos los actores del proceso.

    ¿Resultado? ¿Que ocurriria? La cuestión es hacerlo a la vez en todas partes... o algo falla.

    Mañana se lo comentaré al gerente, a ver que opina :)

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  3. Sería interesante saber como se ha montado este negocio en toda España.

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  4. Respecto ese tema, yo encuentro preocupante por ejemplo que las empresas fabricantes de leche artificial utilicen esas canestillas para "acercar" sus productos a las madres, de manera que la madre inexperta tenga en casa biberones, muestras de leche y todo lo necesario para, a la minima dificultad, dejar la lactancia materna y pasarse al biberon. Dudo que las comadronas avisen a las madres de que, pese a tenerlos muy a mano, eviten hacer uso de segun que productos.

    Hubo tambien el caso de las canastillas regalo de cierta marca de supermercados que ofrecian cierto libro de un famoso neurologo que aconseja dejar llorar a los niños para conseguir que se duerman, a traves de un famoso y controvertido metodo que tiene a puericultores, psicologos infantiles y pediatras tirandose de los pelos. Las quejas de los consumidores consiguieron que el supermercado retirara el libro de la canastilla.

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  5. Completamente de acuerdo con rechazar el uso del espacio publico con fines comerciales.

    Sin embargo a las mujeres, la ilusión del embarazo, no nos hace cambiar el criterio para saber cuando un regalo es con fines promocionales o no.

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