El argumento central es que no estamos ante una crisis de la Medicina de Familia como especialidad o cuerpo de doctrina, sino ante una crisis de la organización de la Atención Primaria que no ha permitido desarrollar correctamente nuestro trabajo y nos ahoga con determinantes burocráticas y de carga asistencial.
Nuestra especialidad no está siendo atractiva para los jóvenes médicos. ¿Cómo podemos recuperar un prestigio social y académico que nos haga ser bien valorados en nuestro trabajo?
En primer lugar, eliminando las trabas organizativas y burocráticas que lastran y desprestigian nuestro tiempo: modelo de receta, electrónica o no y un cambio en la regulación de las bajas laborales. Por otro lado, en cualquier consulta existe una absoluta falta de respeto a nuestro tiempo, lo que motiva trabajar con una sensación de apresuramiento inadecuada para la comunicación y la reflexión en la toma de decisiones. Necesitamos ser resolutivos mediante el acceso a pruebas diagnósticas en plazos razonables, no como hasta ahora con meses de espera. Es necesario favorecer la interconsulta electrónica con las distintas especialidades para ofrecer decisiones en plazos rápidos. Con medidas como éstas, liberamos tiempo y serenidad y damos una imagen de calidad ante la población.
Una Medicina de Familia de calidad, con un buen trabajo científico y comunicativo, puede ayudar a la población en un gran número de problemas. Si los estudiantes ven a un médico de familia satisfecho de su trabajo, bien remunerado y sosegado, podrá valorar nuestra profesión como una salida laboral atractiva.
Vicente
ResponderEliminartu ponencia, que defendiste con la pasión del que está herido de trabajar cada día en condiciones precarias, encantó a todo el mundo porque ofrecía soluciones concretas y relativamente fáciles de implantar si realmente hubiera voluntad de hacerlo.
Trabajar con menos chinas en el zapato nos podría dar aire y la posibilidad de demostrar lo que podemos hacer. Sería un reto porque también nos dejaria sin justificaciones. Pero creo que habría muchos dispuestos a intentarlo (o al menos eso me gustaría creer).
Muchas gracias por tu participación en el congreso.
jajajajaja..., te iba a decir que los de la foto de la diapo 14 son del centro de salud de villajoyosa, pero lo pone abajo. Reconozco a Arturo entre otros :)
ResponderEliminarBuena presentacion. Las cosas claras... lastima que nadie coja el toro por los cuernos
Absolutamente de acuerdo, Vicente. Creo que este mensaje hay que desarrollarlo y difundirlo para que, en primer lugar, lo asumamos los propios médicos de familia. Las condiciones en que se nos hace trabajar constituyen una indecente falta de respeto hacia nosotros... y hacia la propia población.
ResponderEliminarGracias a tí, Vicente. Tu ponencia encantó por estas tierras. Por aquí gusta lo de "al pan, pan y al vino, vino".
ResponderEliminarEspero lo pasaras bien en Ciudad Real.
José Manuel Morales.
Totalmente de acuerdo. LA MEDICINA DE FAMILIA no está en crisis. Yo diría, además, que la Atención Primaria tampoco está en crisis. Solo los enemigos de la misma, los que preferirian una atención primaria privatizada, o inexistente, insisten una y otra vez en poner de relieve nuestros problemas. Pero la Atenciòn Primaria es muy eficaz y eficiente, y la Medicina de FAmilia es una profesión que merece la pena. Ya decía el anterior Ministro de SAnidad: "hoy día es muy fácil ser superespecialista, lo realmente meritorio es ser un buen médico de familia". Y la Atención Primaria tiene que mejorar, por supuesto, hay muchos temas organizativos y de gestión a mejorar, pero ¿no los hay en la medicina hospitalaria? Claro que los hay y nadie se plantea que la medicina hospitalaria o la endocrinología o la cirugía cardicaca esté en crisis.
ResponderEliminarMédico de Familia de MAdrid
Estimado Vicente:
ResponderEliminarEn una Conferencia reciente escuche decir al Dr. Albert Jovell, Presidente del Foro Español de Pacientes, que ellos han realizado encuestas entre la población que indican que la satisfacción de los pacientes con su Médic@ de Familia es muy alta. El 81% de los encuestados conocian el nombre de su MF, por contra solo el 16% conocian el nombre de su Consejero de Salud.
Efectivamente sufrimos un descredito "entre profesionales", achacable a los problemas que tu señalas en tu ponencia.
Sin embargo, creo que en los Centros se puede hacer mucho. No podemos cambiar el modelo de receta, ni la normativa de IT; pero es una barbaridad que tengamos una frecuentación de 8-10 visitas/paciente/año.
Cuantos protocolos/programas absurdos tenemos en nuestros centros, cuanta gente obsesionada con NO ENFERMEDADES (obsesión que hemos facilitado, muchas veces, nosotros los médicos), cuanta gente sale de la consulta para volver en 2-3 semanas sin cita....Vaya, creo que efectivamente son problemas organizativos, pero creo que algunos de ellos hemos de intentar solucionarlos nosotros.
Cordialmente:
Dantés Tórtola
Hola a todos:
ResponderEliminarPues lamento no haberte podido oir, pero me hago una idea a través de la presentación que muestras.
Efectivamente La "Medicina de Familia" no está en crisis por la simple razón de que es un ente impersonal que no puede estar ni en crisis ni en auge. El "agua" no puede estar en crisis. Pero no quiero que se me entienda mal:
Los médicos de familia si podemos estar en crisis, por culpa nuestra o por culpa ajena, por los modelos de trabajo que se nos imponen. Y ahí estoy de acuerdo al 100% en tu opinión. Pero no así en quien la liga a diversos sistemas económicos (sanidad pública o privada). De hecho no creo que una sanidad - pública o privada - pero en este caso pública, en la que los pacientes no escojen al médico ni el médico escoje a los pacientes ayude tampoco mucho a sufragar la "crisis impuesta".
Desde hace tiempo los políticos se han metido en "su mundo" virtual de imágen, donde lo que vende es lo que se potencia, y hoy vende la medicina hospitalaria, la RMN abierta, la cojotecnología punta en el hospital punta. A eso si que se apunta el político profesional de turno rapidamente, guaperas Güemes en nuestro caso ¡Qué Cruz!
Reconozcamoslo, nuestros pacientes nos adoran pero no nuestros dirigentes de alta alcurnia.¡Son los tiempos que corren!
Pero soy de la opinión de que el tiempo pone todo en su sitio y resurgiremos como ente de nuestras cenizas a pesar de nuestros jefes ¿Por qué?
Pienso que el modelo se ha agotado/se está agotando. Médicos lo que se dice médicos sólo quedamos nosotros. Y la gente necesita un médico a menudo, no un ingeniero sanitario superior, que, lamentablemente es lo que cada vez abunda más en el hospital. La medicina es diferente de la Ingenieria sanitaria superior.
Los especialistas más veteranos y recientemente jubilados provienen todos o casi todos de la Medicina Interna clásica, herencia de Marañón, Jiménez Díaz, Farreras. Aun guardan las trazas de MÉDICO con mayúsculas, la medicina que contemplaba al paciente en su conjunto.
Pero las segundas generaciones y no digamos las terceras en las que nos encontramos han perdido aquellos mimbres, y contaminados por la organización del sistema sanitario y la industria farmaceútica - entre otros -, se han desecho de lo que antes explicaba que era la esencia del médico.
Ahora el cardiólogo ha pasado de ser tu médico a ser el médico de tu corazón, el digestivo de tu estómago y así sucesivamente. Se han creado compartimentos estancos, lo cual es la antítesis de la Medicina con mayúsculas entendida como tal.
Recientemente he asistido al paradigma de esto al acompañar a un amigo afecto de colitis ulcerosa a ver a su especialista. No dije que era médico. El especialista le instó a empezar a utilizar (R)Embrel para el tratamiento de la sintomatología. Mi amigo le preguntó algo así como qué tal le iría el medicamento en lineas "generales" al márgen de su "tripa". La respuesta fue exactamente: "Mirá, a tu intestino le va a ir bien".
No me gustaría generalizar, aunque lo estoy haciendo, porque hay de todo, pero cada vez ésto será más frecuente.
Y todo ello tendrá que explotar tarde o temprano.
De una manera u otra volveremos a ser los Reyes del Mambo :-)