El rescate de los mineros atrapados en Chile ha atraído la atención mundial por su mezcla de épica y tragedia. La oscuridad, la suciedad, el aire viciado, el esfuerzo físico, la presión de los espacios estrechos define el entorno de un oficio milenario que debería haberse acabado hace muchos años. No debe haber un solo minero que no haya pensado cada vez que descendía hacia el interior de la mina, muchas veces a una gran profundidad, que podía ser la última vez que lo hacía. Imaginar que por encima de sus cuerpos existían millones de toneladas de mineral y roca que podían colapsar sobre ellos, debe ser inevitable. Pero peor que la muerte rápida por aplastamiento debe ser pensar en quedarse atrapado en un espacio entre dos murallones destruidos, un espacio pequeño, inútil, sin esperanza de rescate, solo viendo como es morirse poco a poco. Los 33 mineros de Chile han tenido, digamos, suerte. En un espacio amplio en el que han podido disponer de agua y alimentos han sobrevivido hasta que una sonda del tamaño de una botella de agua les abrió el contacto con el exterior. Para salir definitivamente es necesario realizar un orificio de apenas algo más que los hombros de un hombre y colocar una cápsula que puedan ascenderles los 700 metros. Esto será así si no hay nuevos desprendimientos o resulta posible perforarlo paralelo al lugar donde se encuentran. Nada fácil y no antes de varios meses.
Ponerse en el lugar de estos hombres es muy duro. Cada uno con su personalidad intentará gestionar su angustia, su miedo, la relación con los demás. Ésta misma situación sin compañía sería terrible.
Deseo que el final de esta historia sea la feliz salida de todos los mineros, el reencuentro con sus familias, que respiren aire limpio, que vean la luz clara de Atacama y no necesiten nunca más trabajar en las condiciones asfixiantes de las minas.
Gracias por escribir sobre algo que a los chilenos nos ha tenido en ascuas.
ResponderEliminarEl tiempo es el que manda ahora... Esperemos que todo salga bien y en unas semanas todo sea historia y tenga final feliz.
ResponderEliminarRealmente estas noticias y otras semejantes nos indican el valor real del trabajo, y tambien la justificacion de la lucha por la dignidad del trabajo y la seguridad, que no son un juego.
ResponderEliminarEn nuestro trabajo tambien nos jugamos la vida y la salud , asi como la de los pacientes Desgraciadamente todos conocemos compañeros que ya no estan o estan incapacitados fisica o mentalmente por las condiciones inhumanas de trabajo, entre otras causas por no descansar lo necesario o por tener que resolver o afrontar urgencias vitales cada 5 minutos