Todos los que trabajamos en Sanidad sabemos que, tras los previsibles resultados de las elecciones generales del día 20, se van a proponer cambios en la estructura sanitaria española. Cambios que afectarán a pacientes, a médicos y a todos los trabajadores sanitarios.
El caos presupuestario y la deuda en fármacos y material hospitalario se llevará una gran parte de los recursos económicos, lo que provocará restricciones en otras partidas, y sobre todo, como hasta ahora, en la atención primaria especialmente.
Según los datos de una excelente infografía publicada en El Mundo, mientras en el territorio de la OCDE se gasta una media 1.635 euros por persona año, en España la media es de 1.491 euros y en Madrid 1.158 euros persona/año. ¡Enhorabuena a los gestores de Madrid por haber empezado los recortes hace años!
Cada vez más nos parecemos a una "retail clinic" estadounidense, pero sin cobrar.
Hay varias cadenas de este tipo de establecimientos, una de ellas, Minute Clinic se anuncia bajo el lema de: "Tú estás enfermo, nosotros somos rápidos". Me veo reconocido. La diferencia es que estos centros son atendidos por enfermeras y cobran entre 29 y 89 dólares por sus servicios. Los principales consumidores son la gente joven, sana y con dinero. Sale más barato que acudir al médico de familia y se va sin cita y cuando uno quiere. Al menos no hay la presión de los citados. Nosotros tenemos citados a los pacientes cada 6 o 7 minutos y además, vemos a todo el que decide que le veas también.
Las políticas o la falta de política hacia la atención primaria están creando unos centros de salud que son más "retail clinics" para pobres que auténticos referentes de la salud de la población. Tanto los que se van del Gobierno como los que vienen, aunque en Madrid ya casi no me acuerdo de los otros, no se han atrevido a generar los cambios que pueden ser necesarios para crear, que no tiene porqué ser gastando más, una atención primaria pública de calidad.
Las noticias económicas generan desasosiego sobre nuestro futuro inmediato, los recortes van a cambiar el panorama a corto plazo, no como algo transitorio, sino como un auténtico cambio social. Y en estos temas, los más vulnerables siempre salen perdiendo.
Creo que hay un error de interpretación de la infografía, Vicente. Lo presupuestado en España para el año 2009 era de 1.491 euros por persona y lo gastado fue de 1.635 euros por persona (hubo por tanto un déficit de 144 euros por persona). Los datos por autonomías son estimaciones para 2011, aunque no veo que figure lo presupuestado para este año (es de suponer que más que en 2009), ni se desglosa lo que corresponde a atención hospitalaria y primaria.
ResponderEliminarNo sé si nos vamos pareciendo a una "retail clinic" estadounidense sin cobrar (o trabajando de balde). De lo que sí estoy seguro es de la “accesibilidad” se ha convertido en “barra libre” y que la “universalidad” asistencial se ha transformado en “macro-beneficencia”. Por otra parte, es tan lamentable la planificación que ni siquiera se factura correctamente a terceros.
Quisiera salir de mi galaico-hispano-escepticismo.
La gran parte de los recursos económicos en sanidad se los lleva el gasto en personal sanitario, un 50% si no recuerdo mal. Parece por tanto lógico que si hay que recortar el 100% del gasto, haya que recortar ese 50% también. El 20% que supone el gasto en tecnologías sanitarias (sean medicamentos, aparatos o simples gasas) también habrá que recortarlo, de hecho ya se está haciendo. Además mientras que a un 50% se le está pagando, al restante 20% no demasiado. Con lo cual no sé por qué lo llaman gasto. Harían mucho mejor en llamarlo factura, que en eso se queda.
ResponderEliminarAdjunto la noticia del 18 de Nov de CSIT que habla un poco de lo que nos espera a corto plazo en la comunidad de Madrid
ResponderEliminarSANIDAD
18/11/2011
LA COMUNIDAD DE MADRID SE VUELVE A
OLVIDAR DE ATENCIÓN PRIMARIA EN LOS
PRESUPUESTOS PARA 2012
En el proyecto de presupuestos para 2012, el gobierno de la Comunidad de
Madrid mantiene la “infrapresupuestación” crónica de la sanidad madrileña, manteniendo
el presupuesto per cápita por debajo de la media del resto de CCAA. Especialmente
grave es la escasa importancia y reconocimiento que concede a la Atención Primaria,
reduciendo el presupuesto un 2%, mientras lo incrementa, hasta en un 19%, para
Atención Especializada, principalmente para los nuevos hospitales.
Nuevamente, la Consejería de Sanidad desatiende las recomendaciones de las
diferentes organizaciones sindicales, así como otras instituciones y entidades de carácter
nacional e internacional, que aconsejan un equilibrio presupuestario entre AP y AE.
Mientras aumenta la financiación hospitalaria, cuya gestión no es enteramente pública,
los presupuestos destinados para AP continúan alejándose a pasos agigantados del
objetivo fijado por el Servicio Madrileño de Salud, el cual pretendía conseguir que se
destinara un 25% del presupuesto sanitario, aproximadamente 10 puntos más del
actualmente destinado por la CM para AP.
Además, CSIT UNIÓN PROFESIONAL confirma, lamentablemente, que los
recortes volverán a recaer sobre recursos humanos y retribuciones de los profesionales
tanto en AP como en Atención Especializada. Los recortes en el capítulo de personal se
notan especialmente en el caso de los eventuales. En AP se contempla una reducción
para estos profesionales del pago por el complemento de atención continuada, así como
un descenso de la productividad variable. Por otro lado, a pesar de la consolidación como
estatutarios fijos de más de 4.400 profesionales en AP, tampoco queda aprobado el pago
de los complementos de trienios, ni de carrera o promoción profesional, para estos
nuevos profesionales. Esta reducción en personal resulta aún más incomprensible al
constatar, por el contrario, una subida importante (aproximadamente del 15%) del
presupuesto destinado al personal directivo de instituciones sanitarias, tanto en salarios
como en el pago de la productividad variable.
Los graves problemas por los que atraviesa desde hace años la AP madrileña no
han sido obstáculo para que los ciudadanos dejen de mostrar su reconocimiento público
y social, gracias, en gran medida, a la gran labor que realizan diariamente estos
profesionales. Queda demostrado que en momentos de crisis socioeconómica como los
que vivimos, se incrementa la utilización de los servicios sociales y sanitarios. Con esta
reducción presupuestaria, la Consejería únicamente pretende que asumamos este
aumento de la demanda sanitaria con menores recursos.
Desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL exigimos a la Consejería de Sanidad que
tome las medidas oportunas para corregir el déficit presupuestario al que se enfrenta la
AP madrileña, un lastre que viene soportando desde hace cuatro años.
Pero no hay que perder la esperanza, que hemos podido con cosas peores