Las características clínicas y la ausencia de signos eléctricos, de neuroimagen y analíticos indican que los episodios paroxísticos que presentaron las adolescentes de Valencia no se corresponden con una enfermedad o lesión neurológica, cardiológica o sistémica. La misma valoración cabe hacer de los episodios de la adolescente de las Islas Baleares.
Por mi parte, el tema está cerrado.
En otras ocasiones ya me he referido a que la controversia sobre la vacuna contra el VPH no está determinada sobre los datos de seguridad conocidos, sino sobre la valoración de su eficacia o supuesta futura eficacia basado en el análisis de los datos publicados en los ensayos clínicos realizados. La utilización de objetivos intermedios o subrrogados, como son los títulos de anticuerpos circulantes en adolescentes y la reducción de la progresión a CIN 2 y 3 de las cepas incluidas en las vacunas, que no son precisamente las más prevalentes en nuestro país, plantea interrogantes sobre el efecto global final de esta vacunación.
Volvamos al debate científico y dejemos a un lado el mediático.
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