martes, 5 de abril de 2011

Ilusión o realidad

Mi reciente propuesta "Atrévete con la Medicina de Familia" ha recibido dos tipos de respuestas. Por un lado, los entusiastas de nuestra especialidad que ven el lado positivo de la realidad y se reafirman de su elección y no reniegan de su práctica; y por otro lado, los que sin atreverse a decirlo claramente, envuelven su decepción en un manto de explicaciones más relacionadas con la organización del sistema sanitario que con la práctica y concepto de la Medicina de Familia.
Me imagino que muchos médicos de cualquier especialidad que se hayan visto maltratados por el sistema sanitario, en forma de contratos basura, inestabilidad laboral o bien por trabajar en un lugar de trabajo considerado inferior a su capacidad o mérito, crean que equivocaron su camino. O bien que la dedicación a la realización repetitiva de una técnica o atendiendo al mismo tipo de pacientes (la superespecialización) provoque hastío y aburrimiento. Todo puede ser.
Sin embargo, solo en la Medicina de Familia se produce, no solo el rechazo a una organización sanitaria que no produce satisfacción en el profesional, sino que se cuestiona la existencia misma de dicha figura, o bien, se afirme que los médicos de familia son necesarios, pero.....que lo sea otro. La progresiva incorporación de médicos extracomunitarios en los últimos número MIR para Medicina de Familia es un claro ejemplo.
En primer lugar, ¿son necesarias casi 2000 plazas de Medicina de Familia cada año? En mi opinión, no. ¿Se contratan y se incorporan 2000 médicos de familia cada año al sistema sanitario en atención Primaria? No. A pesar de que las estimaciones demográficas, en tanto a la población como a la renovación generacional de los médicos en ejercicio, parecen apuntar que hacen falta médicos, la realidad de los médicos de familia que acaban la residencia es un futuro de inestabilidad laboral en forma de suplencias. No se les ofrece un trabajo estable, así durante años. De esta forma, un gran número de ellos no ve plasmado su esfuerzo e ilusión y se plantea repetir el MIR o emigrar o pasar a otras áreas de empleo. Así se destruye una especialidad. Y con la crisis y antes de la crisis (las políticas contrarias a una atención primaria de calidad vienen de lejos) seguiremos igual.
Vivimos en un mundo de fragmentos, donde la realidad no se percibe globalmente, y en Medicina, la globalidad de la salud y la enfermedad se llama Medicina de Familia. 
Es triste que en la Universidad no se enseñe esto. Es triste que los gestores públicos sean tan torpes y maniqueos. Si tienen valor que hagan un modelo francés o británico, si no lo tienen, que procuren que por el bien de la sociedad, a corto, medio y largo plazo, la figura del médico de familia sea prestigiada y valorada social y laboralmente.

NOTA: Me examiné del MIR en 1982. Saqué el número 825 de más 20.000 que se presentaban al examen para menos de 1200 plazas en total. No eran tiempos fáciles. Y sin embargo, lo tuve claro y no me arrepiento

9 comentarios:

  1. Yo soy de los entusiastas, pero la medicina de familia es muy difícil y exige mucho esfuerzo de estudio, de preparación emocional y humana. Por tanto exige un reto personal diario que se supera a veces con aciertos y otras veces con errores. Yo no creo en las culpas ajenas. Yo soy el responsable de mi especialidad. Cada vez que derivo algo que no debería, simplemente porque no me lo sé, o cuando derivo tarde, o si no soy amable, o si paso de un paciente, hago mal a la medicina de familia. Si me esfuerzo para resolver los temas que entran en el ámbito de mi especialidad, sin sonrio, si soy paciente, la prestigio y me siento bien. Otras especialidades pueden ser mejor valoradas socialmente, pero, de verdad, ¿eso es lo que importa? ¿lo que nos importa? Creo que lo que más peso tiene para el médico de familia es la valoración que nos hacen los pacientes cada día. Creo que mayoritariamente buena, aunque siempre hay insatisfacción. Así es la vida.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. José Cortés,

    Ya no se trata de prestigio o de hacerlo bien o mal. Se trata de contratos.

    ResponderEliminar
  3. Este tipo de cosas desmotiva y mucho a quienes estamos empezando a dar los primeros pasos en la MFyC. En serio, es que son palos por todos lados, hasta de otros residentes de otras especialidades. Si al final acabamos la residencia en torno a los 29 años, aún somos jóvenes para pensar hacer otra. Y si la cosa sigue así, que no tiene pinta de mejorar, dicha opción se va volviendo cada vez más atractiva.

    Dejo un regalo a los dermatólogos. Con cariño: http://www.youtube.com/watch?v=hCsePZkIitc

    ResponderEliminar
  4. Es cierto que los contratos laborales son míseros.

    Es cierto que la salida pasa por trabajar en Urgencias, o realizando funciones de Pediatría de Atención Primaria algunos años.

    Pero también es cierto que bajo mi punto de vista , es la más interesante y más gratificante.

    También es cierto que si tu enfoque va dirigido en conseguir ser un médico de familia con un cupo, y es lo que quieres, se puede conseguir.

    El margen de tiempo es relativo, corto o largo según se mire.

    Para aquellos que leais ésto, y para residentes o futuros residentes en particular os voy a contar mi biografía.

    Yo elegí Medicina de Familia en el año 1997, recién acabada la carrera.

    Entonces había 2 MIR, uno lo llamaban de "especialidades", y yo añadía "hospitalarias", y el de "familia".

    Lo tuve claro, termine en Junio del 97, y me presenté en Septiembre de ese año sacando mi plaza.

    Soy sevillano capitalino, y podía haber cogido cualquier hospital de
    tercer nivel de la ciudad y cualquier centro de salud, pero decidí formarme en un hospital comarcal como fue Osuna y en un centro de salud rural.

    El objetivo era convertirme en un médico rural, con sus ventajas e inconvenientes.

    Decisión transcendental en mi vida y que no cambiaría hoy por hoy, por nada del mundo.

    Es verdad que salí y tuve que hacer sustituciones con contratos basura durante 2 años, y tuve que realizar función de pediatría 4 más.

    Me quedé en la ZBS Estepa, en el ámbito rural.
    Siempre he tenido conciencia de médico de familia, y me he sentido integrado en un equipo, porque al trabajar en un lugar de difícil cobertura nunca me faltó el trabajo desde que acabé la residencia en el 2001.

    En el 2007 tomé mi plaza en el C.S. Estepa como interino vacante.

    Y ese mismo año aprobé las oposiciones, tomando la misma plaza como propietario, ya en el 2010.

    Soy tutor de residentes desde el 2008, aportando mi grano de arena a la formación de los residentes de familia.

    Por tanto, tengo 38 años recién cumplidos, y estoy en un cupo al que adoro en Estepa siendo tutor de una especialidad a la que también adoro.

    Por tanto ¿por qué tengo que estar "jodido" constantemente?

    Es cierto que la administración nos ahoga, es cierto que no hay recursos.

    Pero eso no está relacionado con la especialidad sino con la administración.

    Influye, por supuesto, a la hora de colocarse tras terminar la residencia y te van a explotar.
    Pero a los que les guste de verdad, la especialidad, lo que hay que decirles es que puedes conseguir ser un médico de familia en 10 años.

    Y no lanzar siempre el discurso negativo.

    Y ya cada cuál decida.
    Porque se puede conseguir.
    Si sigues los pasos adecuados.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. No se trata de ser negativos , pero si parece claro que hay que ser minimamnete criticos con situaciones aberrantes y que atentan contra la dignidad humana ,.. y lo es que tengamos solo 5 o 6 minutos (menos que las cajeras de supermercados para cobrar a cada cliente) para atender a personas, algunas con graves problemas ,
    .. por no hablar de niños con graves patologias y gran angustia de los padres que son atendidos en menos tiempo aun,
    Todo esto que ademas tiene solucion , roza en lo simplemente delictivo y no podemos ni debemos ser pasivos y transigentes precisamente porque queremos a nuestra profesion.

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que la mayoría, a poco responsables que seamos, estaremos muy satisfechos con nuestra práctica. Hoy he tenido 45 consultas,todas interesantes y entre ellas 3 pacientes terminales con los que he comentado sus tratamientos tras revisarme los últimos trabajos publicados sobre los beneficios reales de la quimioterapia que les están aplicando en oncología. He finalizado en una preciosa visita a otro paciente terminal y su familia. Este tipo de consultas me resulta personalmente muy enriquecedora.
    Pero esto no quita que me desespere porque tengo que firmar un contrato de gestión irracional, que parte de premisas falsas y que se basa en instrumentos de medida inexactos, tanto que dan por aprobada la cartera de servicios a todos los centros porque no se puede asegurar nada de lo medido. No quita que me desespere porque se me valora como una media, porque tengo una empresa que reconoce mi nivel pero no me paga, porque tengo que reclamar judicialmente lo que me debe, etc, etc, etc
    Pero repito, estoy encantado con lo que hago a pesar de las dificultades, la mayoría de ellas dependientes de nuestra Organización
    Y seguiré peleando, para que las cosas mejoren, también las organizativas. La verdad es que así me siento muy bien.

    ResponderEliminar
  7. Me apunto a lo dicho por Vicente, (compañero de promoción del MIR del 82 y de algunas otras lides) ,resaltando: QUE POR EL BIEN DE LA SOCIEDAD SE APOYE A LA MEDICINA DE FAMILIA Y QUE TAMPOCO ME ARREPIENTO PORQUE HACER ESTE TRABAJO ME ENCANTA.....También tengo que decir que preferiría hacerlo en condiciones más dignas y todos los que comprendemos y queremos la auténtica Medicina de Familia debemos seguir pidiendo a voces que se la proteja, se la prestigie y se la potencie.
    GRACIAS VICENTE DE NUEVO

    ResponderEliminar
  8. Gilbertman, tienes discurso de sargento chusquero. "si yo me jodi 10 años vosotros tambien"... un discurso muy comun entre los medicos de familia funcionarizados.

    ResponderEliminar