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El sensato, el razonable, el español de bien, el que hace las cosas como Dios manda, el seseante presidente del gobierno y su subalterno ministro de sanidad consideran que, después de 3 años de retirarles la tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles que residen en nuestro país (alrededor de 700.000 ) y solo haberles permitido la atención "urgente", éstos volverán a tener "derecho" a la atención primaria.
Sin tarjeta sanitaria "normal", sin aclarar lo que pasará con la atención hospitalaria no urgente, sin permitir la prescripción de fármacos financiados por el SNS, sin conocer la posibilidad o no de la realización de pruebas diagnósticas... porque para todo ello se necesita la tarjeta sanitaria.
Otra nueva chapuza, intencionada y manipulada porque en atención primaria todos los pacientes que han solicitado nuestra valoración han sido atendidos y tratados. No ponen nada nuevo, porque hemos seguido haciéndolo a pesar de sus intenciones.
Además, quienes "invitamos" somos nosotros. Los pacientes sin tarjeta sanitaria no constan en los registros de pacientes asignados y por ello, no se percibe la mísera cantidad de nuestro sueldo que depende del número de pacientes asignados, no de los pacientes atendidos. Cobramos lo mismo si atendemos cada día 20 u 80. Es decir, el coste, el esfuerzo, el tiempo, la energía, la dedicación que precisen estos pacientes corre de nuestra cuenta. Y lo haremos profesional y éticamente, recibiendo el agradecimiento directo de los pacientes, no porque lo diga el que hace las cosas "como Dios manda".
El lenguaje denota la ignorancia de las personas y los dirigentes del PP no han ido nunca a un "ambulatorio", terminología erradicada hace muchos años. Los centros de salud son los edificios donde se ubican los miembros del equipo de atención primaria, los antiguos ambulatorios (donde convivían miembros de atención primaria y distintas consultas de especialidades) pasaron a llamarse centro de especialidades, y el hospital es el hospital, única palabra donde nunca se equivocan. Y los médicos de atención primaria son los médicos de familia y los pediatras. Lamentablemente los directivos del PP no han ido más allá del chequeo en el Ruber Internacional.
Las urgencias hospitalarias no se han colapsado nunca por los inmigrantes ilegales, ni antes ni ahora, ya está bien de tópicos propios de la ultraderecha. Las urgencias se colapsan por la mala estructura, distribución y gestión de las mismas de forma crónica. Ni mi consulta se colapsa -que también yo me desbordo- por los inmigrantes ilegales, sino por una asignación de pacientes superior a la recomendada y que cualquier pico de demanda sobrepasa.
Los que firmamos la objeción de conciencia a la exclusión de estos pacientes, o de cualquier otro en un sistema sanitario público, vamos a seguir actuando igual, atendiendo a todo el mundo. En los hospitales también verán a los pacientes que lo necesiten sin cita formal, buscando el cumplimiento de la ética profesional sin tener en cuenta las restricciones inmisericordes impuestas por estos beatos de salón.
Tengo una relación especial con África y los africanos. Me siento especialmente comprometido porque el mayor número de inmigrantes excluidos son de esa procedencia y han sido los más marginados de los excluidos: Dad una oportunidad a los africanos negros
Aprendiendo lo que es solidaridad. Foto de Vicente Baos |