¿Y cómo puede atender este problema un médico de familia?. Con TIEMPO.
Cada día, en cada consulta, hay gente que necesita ser escuchada, ser comprendida, ser ayudada, establecer una relación terapéutica de empatía, recibir consejos externos para analizar sus circunstancias, en resumen abordar su sufrimiento de una manera amplia y no solamente con una pastilla al día por la mañana y otra por la noche para que duerma farmacológicamente y se olvide de lo que le pasa por unas horas. Es en éstos pacientes, los mayoritarios, dónde no se abordan los problemas de una manera global, donde no se dispone de psicoterapeutas que amplíen el trabajo que pueda realizar un médico de familia con una consulta llena de papeles burocráticos (la pesadilla de la IT, los justificantes de ausencias....) y de un número de pacientes adscritos por encima de la lógica (2.000 adultos -de 14 años en adelante-) por médico.
Hacen bien en protestar los enfermos y sus familias. En los pacientes graves faltan recursos psicosociales para mejorar su integración y desarrollo personal y en la patología más frecuente, encuentran a médicos de familia sobrepasados por su carga de trabajo, atendiendo a un número de pacientes por día excesivo para un país desarrollado que quiere presumir de tener un sistema sanitario de los mejores del mundo. El que todo el mundo tenga a derecho a todo, no quiere decir que lo reciba en las mejores condiciones ni con la mejor calidad. Y eso también puntúa en el ranking de sistemas sanitarios. Pero ahora solo toca invertir en la Gripe A.
Este año, el Día Mundial de la Salud Mental tiene como lema: Salud Mental en la Atención Primaria: Mejorando los Tratamientos, Promoviendo la Salud Mental.
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