Siguiendo con la descripción de las actividades burocráticas que enriquecen el trabajo en Atención Primaria tenemos una variedad estacional que son los Certificados Médicos que indiquen expresamente que no se padece enfermedad alguna y que se es apto para efectuar deporte físico en el agua. Nosotros, los médicos de familia, representantes del Cuerpo Oficial de Expedidores de Certificados; no ya de las enfermedades que buenamente podamos diagnosticar, sino de la ausencia de enfermedades que no podemos ni sospechar, cumplimos esta importante misión social. Además todo el mundo sabe, que sentado en mi despacho puedo valorar solo con mirar al joven o la joven en cuestión, su capacidad de efectuar ejercicio en agua, único medio en el que todavía no he pasado consulta.
Lo más curioso de todo, es que en la normativa de la Comunidad de Madrid no se habla del certificado en ningún lado. Si el aspirante a socorrista sufre un jamacuco más o menos severo haciendo el curso, ya se sabe, cómo el médico dijo que podía, pues es culpa suya, no de la desinteresada ONG, ni de la Academia que lo realiza.
¡Hasta las narices de peticiones de certificados!