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sábado, 19 de julio de 2014

Controlando desde el primer día...policía "mutual"

The Young Doctors (1963)
Disponible en http://comicbookplus.com/?dlid=11601
Desde hace tiempo, antes de la aparición de este proyecto de ley, muchas Mutuas llamaban a los trabajadores en IT antes de los 16 días. El caso más ridículo que he conocido fue la llamada a una paciente mía ingresada por una neumonía grave en la UCI del hospital al cuarto día de IT.
Según la Mutua y según la empresa para la que trabaje, las llamadas a los pacientes y las peticiones de informes es más o menos intensa. Además, si el problema de salud está siendo exclusivamente atendido por su médico de familia, es habitual la petición de un informe de "especialistas", se supone que para dar más valor a la necesidad de continuidad o no de la IT. Si un cuadro depresivo, una lumbalgia recidivante o lo que sea, es atendido solo por su MF, parece que tiene "poco peso" en la determinación de la IT.

La gestión clínica de la IT no siempre es fácil. Las múltiples variables que hacen que una persona no pueda seguir con su trabajo habitual  de forma temporal son, a veces, complejas. Un fractura ósea, una cirugía resolutiva, una infección autolimitada son fáciles y no problemáticas. Pero, una ansiedad extrema por circunstancias vitales o laborales; un dolor cronificado de mala resolución y alivio; una enfermedad crónica limitante en una persona que no cumple criterios para tener una incapacidad permanente y que desea seguir activa por razones económicas y sociales; éstas y otras muchas situaciones vitales y laborales abonan el terreno de la incertidumbre. Y no digamos, las IT prolongadas por las ineficacias del sistema sanitario: citaciones alargadas más de la cuenta, esperas quirúrgicas y para pruebas confirmatorias o decisorias. 
Y a pesar de todo ello, hoy, la mayoría de las personas no quieren prolongar su IT. Tienen que incorporarse lo antes posible por el miedo a la pérdida económica y al puesto de trabajo, algo mucho más fácil de ocurrir con la última reforma laboral de este Gobierno. 

En este contexto social, el anteproyecto de Ley aprobado por el Gobierno pone a las Mutuas (Asociaciones de Empresarios) a "controlar" desde el primer día lo que hacemos. ¿Qué significa controlar? Me imagino que llamar al paciente desde el inicio para saber lo que le ocurre o pedir informes al médico de familia responsable de la situación de trabajador de forma muy frecuente. 
Además de ocuparme de la salud del trabajador y de su problema clínico (tiempo) tendré que escribir -lo más detallado posible, lo que pienso, lo que pretendo, si va a durar mucho o poco, con el máximo detalle (+ tiempo, ++ tiempo) casi un informe por visita. No quiero imaginarme si de cada paciente atendido tuviera que hacer un informe detallado: anamnesis, exploración, pruebas complementarias, resultados, juicio diagnóstico, tratamiento, pronóstico evolutivo, medidas a tomar, revisiones... (++++++ tiempo

Otro problema que no tengo claro: ¿y si el paciente no quiere que su empresa sepa lo que le pasa? Parece que esa opción no está contemplada. Estamos desnudos ante nuestros empleadores. Somos sus herramientas y tienen derecho a conocer nuestras intimidades para luego decidir si somos útiles a sus intereses. ¿No hay cláusula de confidencialidad y protección de datos ante las Mutuas? Que la Ley, al final, no permita el acceso directo a la HCE no quiere decir que no vayan a saber lo que le pasa al paciente. Parece obvio.

La nueva redacción de la Ley parte de una premisa de desconfianza de los empresarios y gestores de la Seguridad Social hacia nuestro criterio. Estiman que por este sistema van a a ahorrar 300 millones de euros. Nos están diciendo que la "policía mutual" va a controlar a los trabajadores y a nosotros porque lo hacemos mal y derrochamos el dinero público. Parece obvio que haya una sección de "asuntos internos" que evalúe nuestro uso de la IT. Siempre ha existido: los inspectores de los servicios sanitarios. 

Asimismo, nos ofrecen una reducción de la frecuencia del papeleo, del semanal a otro más estructurado por pronósticos. Bienvenido, pero ello no quita la esencia de que Gobierno y empresarios consideran que necesitan "médicos más duros" que los estrujados médicos de familia

Me preocupan las relaciones con los médicos que trabajan para la Mutuas. Apelo a su sentido profesional para que se comporten con un criterio clínico ajustado. Y sobre todo, en las situaciones límites, ambiguas, delicadas, donde nada es blanco y negro, tengan el principio "in dubio pro reo", tanto para el paciente como para el médico de familia "controlado"

domingo, 22 de septiembre de 2013

Las calles de Madrid el día de la Marea

Manifestación del 22 de septiembre de 2013
El recorrido se ha convertido en un clásico. De la Plaza de Neptuno a la Puerta del Sol. Son calles anchas que definen la esencia del centro de Madrid. Un domingo por la mañana no se trastorna de forma notable el tráfico de la ciudad.
Para llegar hasta la manifestación, aparco el coche en el aparcamiento que recorre subterráneamente el inicio de la calle Serrano. Mientras voy para allá, observo a los cientos de personas que no van a la manifestación, que recorren y observan las tiendas de lujo, que toman desayunos exquisitos apaciblemente en la terraza de la pastelería Mallorca. Veo numerosas parejas, familias, personas de más edad paseando camino del cercano parque del Retiro y veo claramente que a muchos de ellos, probablemente la mayoría, les da lo mismo la privatización de la sanidad pública. Es malo fiarse de las apariencias para etiquetar el pensamiento de una persona, pero también es inocente creer que no tiene nada que ver. 
En la manifestación veo menos gente de la que yo esperaba. A pesar de ello, leo muchos tuits y comentarios en la prensa favorable destacando un gran éxito. 
La sociedad madrileña es polifacética. No puede ser de otra forma. La uniformidad sería un signo de totalitarismo, pero la defensa de la sanidad pública debería ser un objetivo interclasista y de consenso ideológico. Constatar en la realidad que no es así es lo que está creando una fractura social importante. Las clases altas y medias altas han despreciado e ignorado el uso de la sanidad pública por ideas tópicas sobre los retrasos y la incomodidad. No se ha cuestionado la capacidad profesional global, aunque sí la de la atención primaria. A los acomodados les gusta ir directamente al "especialista" para abordar sus problemas y con las menores esperas posibles, algo irreal hoy en día, donde las esperas en las sociedades médicas de pago están a la orden del día. Han identificado la atención primaria como un filtro para "pobres", para que no se colapse lo importante: el Hospital. Nunca o casi nunca la han usado salvo para pedir que les "pasen las recetas de medicamentos caros y baratos". Esa sociología, junto con la absoluta desfachatez de la existencia de MUFACE, ISFAS y demás, ha generado una atención sanitaria diferenciada por clases sociales.
Los dirigentes actuales, y muchos de los pasados, provienen de las clases sociales que no han utilizado desde su infancia la sanidad pública. Nunca han tenido -desde el Informe Abril donde se identificaron área de mejora para el sistema público- interés en abordar una gestión más eficaz, dentro de la idea de servicio público de calidad. Y ahora, de sus errores, negligencias y falta de interés, surgen las razones para dar su gestión a empresas privadas con ánimo de lucro: imposibilidad de gestionar de forma diferenciada por méritos, despilfarro, falta de control económico. Nadie es inocente y muchos trabajadores han abusado de una Administración negligente, pero la principal responsabilidad es del que lo permite, esos gestores que sin diálogo, ni participación de los protagonistas, quieren dinamitar lo que deberían defender. 
Pasear por las calles de Madrid significa ver las diferencias sociales, económicas e ideológicas de su población, el incremento de la desigualdad entre los numerosos coches de lujo de matrículas recientes y una población pensionista y parada con cada vez mayores dificultades, como las que se ven en ese nuevo programa de televisión Entre Todos donde se fomenta la "solidaridad y la generosidad" para disimular la crudeza de la injusticia y de las dificultades de mucha gente para vivir con dignidad del propio trabajo.
Que cada uno responda de sus actos y actúe según su conciencia. Yo me quedo con los que apuestan por defender un sistema sanitario justo. Y yo sé cuál es. 

jueves, 2 de mayo de 2013

Contexto y salud

Contexto y salud. Canarias 2013 from Vicente Baos on Vimeo.

Charla sobre el impacto de los contextos socioeconómicos en la salud y la atención sanitaria, con especial atención a nuestro país, valorando la necesidad de no aplicar solo soluciones farmacológicas por el médico de familia

Presentación sin audio

viernes, 22 de marzo de 2013

"Nunca he tomado una pastilla y ahora tomo diazepam y todo". Empastillados 2

" Nunca he tomado una pastilla y ahora tomo diazepam y todo"


Nunca he tomado una pastilla y ahora estoy tomando diazepam y todo from Vicente Baos on Vimeo.
Vídeo original. Minuto 4
El hombre desesperado salió de la oficina de "empleo" cabizbajo y triste. Afuera, unos periodistas recogían opiniones sobre las "indemnizaciones" de los despedidos de lujo. El hombre desesperado contestó y quedó compungido al oír sus propias palabras. Se despidió y siguió calle abajo repitiendo en su mente sus propias respuestas: "mucho ataque de ansiedad" "nunca he estado enfermo" "tomo diazepam y todo, no por mí, sino por mi mujer". La rabia iba creciendo en su interior. Una rabia más intensa porque sus vecinos, sus amigos, iban a oír su confesión en la televisión. "Mierda, pensó; no hay derecho. Estoy muy jodido, en cuanto llegue a casa me tomaré el diazepam; o no..."
Caminaba ofuscado hacia su casa. Tenía media hora andando y así se ahorraba el transporte. Maldecía no haber cogido la bufanda, estaba cogiendo frío en el cuello con el jersey que llevaba. "Ahora me cogeré una neumonía y se acabó, a la mierda"
Rumiaba las palabras e iba diciéndolas en voz alta, no tanto para que cualquiera las oyese y se diese la vuelta, sino, suficiente para aparecer ante el que se cruzaba en su camino como alguien perturbado. 
En otro tiempo, se hubiera parado en un bar a tomar una caña, y así, a lo mejor se calmaba; ahora no podía. ¡Aggg! cerró los puños con fuerza mientras lanzaba la expresión. No podía desahogar su rabia y enfado.
Al pasar delante de un concesionario de coches, vio su imagen reflejada en el escaparate. Un hombre abatido, mal encarado, desesperado y muy agobiado. No lo pensó, solo lo hizo. Dio un puñetazo al cristal blindado del concesionario de Audi que tenía enfrente. El golpe calmó en parte su rabia. Por un momento, desplazó toda su atención el dolor de tener el 5º metacarpiano de la mano derecha roto. Pero ese arrebato incrementó su angustia y comenzó a golpear la cabeza contra el cristal. Retumbaba y sangraba por la frente gritando un ¡ahhh! inconexo y entrecortado, cada vez más débil. Los empleados y  transeúntes se acercaron a él con temor, pero, finalmente, consiguieron agarrarle mientras se tumbaba en el suelo entre un llanto de dolor y tristeza cada vez más apagado, mientras perdía la conciencia y quedaba tendido en el pavimento como un trapo, como un hombre herido, derrotado y desesperado. 
Me he permitido esta licencia literaria sobre la persona que aparece en el vídeo. Le ruego me disculpe si alguna vez llega a verlo y lo hago en solidaridad con él.
En homenaje a todos los parados desesperados a los que damos "..zepames" para soportar su angustia.

miércoles, 9 de enero de 2013

El paciente objetor al euro por receta

Pack del paciente objetor del euro pro receta
Foto original de Vicente Baos
- Lo bueno de estar jubilado es que ahora tengo tiempo para protestar por todo lo que quiera- ha dicho tras enseñarme su carpeta de objetor.
Mi paciente va perfectamente preparado para no pagar el euro por receta. Se ha buscado una carpeta que incluye una cantidad generosa de fotocopias del DNI y unas tijeras para cortarlas adecuadamente.
- Estoy dispuesto a hacer esta operación las veces que sea necesario- ha dicho ufano.
Mi paciente es diabético, hipertenso, hiperuricémico y ha tenido cardiopatía isquémica. Toma una cantidad considerable de medicamentos y hoy venía a la consulta por tener un dolor en la región intercostal derecha tras un movimiento brusco, por lo que hemos añadido unos analgésicos.
-Les voy a inundar a papeles, que me reclamen si quieren...- ha afirmado convencido.
Esta actitud anima. Estrujar con más tasas a la gente más enferma es profundamente injusto. 
¡Que cunda el ejemplo!

martes, 18 de diciembre de 2012

Las "propuestas-trampa" de los recortes

Escena de la película El Mercader de Venecia (2004)

SHYLOCK. Mostraré esa amabilidad. Venid conmigo a un notario, poned aquí vuestra sola firma, y, como broma divertida, si no me pagáis el día determinado, en tal lugar, la suma o sumas que se expresan en el documento, la indemnización se fijará en una libra exacta de vuestra hermosa carne, para ser cortada y quitada de la parte de vuestro cuerpo que me plazca
ANTONIO: Satisfecho, a fe: firmaré tal compromiso, y diré que hay mucha amabilidad en el judío.
 BASSANIO. No firmarás por mi semejante contrato: prefiero seguir en mi necesidad.
ANTONIO. Vamos hombre, no tengas miedo: no faltaré a él. Dentro de dos meses, que es un mes antes de que expire el plazo, espero el regreso de tres por tres veces el valor de este compromiso.
SHYLOCK. ¡Ah Padre Abraham, lo que son estos cristianos, cuyos duros tratos les enseñan a sospechar de las intenciones de los demás! Por favor, decidme esto: si él no cumple, llegado el día, ¿qué sacaría yo con cobrar esa indemnización? Una libra de carne humana, quitada a un hombre, no es tan estimable, ni valiosa tampoco, como si fuera carne de cordero, buey o cabrito. Digo que ofrezco este acto de amistad para adquirir su favor: si lo quiere tomar, bien, si no, adiós; y, por mi afecto, os ruego que no me ofendáis.
Acto Primero. Escena III. El mercader de Venecia. W. Shakespeare.

Cuando en una negociación alguien quiere salirse con la suya y parecer que no ha impuesto su voluntad, lo más adecuado es hacer una propuesta-trampa. Una inocente y bien intencionada oferta que incluya una sola condición, y una vez satisfecha, todo se arreglará a gusto de la otra parte. Si haces una reducción de 530 millones de euros del presupuesto sanitario de Madrid, en poco tiempo, sin más datos que tu imaginación, te haré caso y pararé la externalización, la precarización, la monetarización, devolveré el pescado que ya he vendido y que si no entrego en plazo empezará a oler y alguien me va a reclamar.
Lo que me sorprende es que, en aras de alcanzar un acuerdo que finalice con los problemas que se están generando en la sanidad madrileña, y por el bien de los pacientes, la mayoría de las organizaciones hayamos caído en la trampa "Shylock" y haber presentado motu proprio las libras de carne que se tiene que cobrar la Administración.
Shakespeare nos enseña que Shylock no quería la carne de Antonio sino...

SALARINO. Bueno, estoy seguro de que si no cumple, no querrás su carne: ¿para qué sirve?
SHYLOCK. Para cebo de pesca: si no alimenta otra cosa, alimentará mi venganza. Me ha infamado, y me ha estorbado ganar medio millón: se ha reído de mis pérdidas, ha insultado a mi raza, ha estropeado mis tratos, ha enfriado a mis amigos, ha acalorado a mis enemigos......
Acto Tercero. Escena Primera. El mercader de Venecia. W. Shakespeare

martes, 4 de diciembre de 2012

La irritación

La irritación
Foto original de Vicente Baos
En Sanidad, la huelga es muy costosa. No solo el dinero que me será descontado en mi nómina -y les juro que voy justo- sino en la relación con los pacientes y sus necesidades. La mayoría de población que atendemos está con nosotros pero debemos dejar cubiertas sus necesidades más perentorias, y en sanidad, pocas necesidades pueden quedar demoradas. La Comunidad de Madrid juega con ese factor, que nos cansemos, que perdamos dinero, que la población se vuelva en contra nuestra, que aceptemos lo inevitable, que tienen mayoría política y eso quiere decir que saben interpretar los sentimientos y necesidades de los votantes. 
Es increíble que no sepan ver el clamor general que han provocado con sus decisiones, que con soberbia y estrategia desgastante ignoren o nos acusen de mentir, de manipular. 
Tenemos un buen modelo sanitario, barato y efectivo; y por supuesto, mejorable. Trabajen con los profesionales para conseguirlo y hagan caso de los puntos donde se puede producir ahorro sin lesionar derechos ni darle la vuelta a todo el modelo.
Me recuerdan a un paciente atendido que presentaba un eccema de contacto por el uso de un cinturón metálico. Llevaba semanas notando el picor y la inflamación y no era capaz de darse cuenta de la acción de la chapa de caballos desbocados que pisoteaban su inflamada piel.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El día a día de las protestas

No pongas parches, pon soluciones.
Efectos adversos cutáneos de un parche transdérmico

Foto original de Vicente Baos
Estamos a jueves y una gran mayoría de profesionales sanitarios de la sanidad pública siguen protestando contra un plan que desmantela la gestión pública de la sanidad madrileña para trocearla e irla vendiendo o alquilando a las empresas sanitarias con ánimo de lucro. 
Cuanto más se ha ido sabiendo de las condiciones que se ofertan a los centros de salud para su privatización -sí, Sr González, presidente de la Comunidad de Madrid, privatizar- como lo define la Real Academia Española: privatizar. (Del lat. privātus y el suf. verbal -izar). Transferir una empresa o actividad pública al sector privado, más se ve que su intención no es pasar la gestión a los profesionales sino poner unas condiciones tan imposibles que solo las empresas establecidas puedan optar por su gestión. Como ejemplo, vemos que en Cataluña EULEN se ha quedado con la gestión de toda un área básica que anteriormente estaba gestionada por una fundación sin ánimo de lucro. 
La prepotencia y la soberbia son malas consejeras de los dirigentes de la Comunidad de Madrid. Acusar de mentirosos a los miles de médicos, enfermeras y todo tipo de trabajadores de la sanidad pública madrileña les está retratando ante la sociedad. La porquería del vídeo de Dña. Rosa que el Partido Popular hizo para demostrar que la VISA no será la tarjeta sanitaria en Madrid es tan simple y chusco que ofende la inteligencia de las personas a las que va dirigida. La población sabe que no se le va a hacer pagar más (paga impuestos cada vez más altos con ingresos menores, paga un copago por los fármacos menos una mínima parte de los pacientes, paga fármacos que antes estaban financiados, paga con su tiempo las ineficacias de unos dirigentes que no han sabido hacer una receta electrónica en 7 años, paga un céntimo sanitario en la gasolina...). Sin embargo, sabe que la rentabilidad económica que busca una empresa con ánimo de lucro sobre un presupuesto cerrado se conseguirá a costa de los trabajadores y de los clientes (enfermos).
La retirada del Plan de "Sostenibilidad" y la negociación con los profesionales son la única vía de salida. Respecto a los Centros de Salud debía haber dos líneas rojas. Para avanzar en la autogestión de los centros de salud y que éstos sean más eficientes se pueden hacer modificaciones dentro de un marco legal público, hasta llegar a la máxima autonomía y responsabilidad. No queremos convertirnos en "empresas concesionarias", no somos estancos de tabaco ni bares. No queremos competir con empresas profesionales privadas. Dentro de un marco legal de gestión pública se puede avanzar. Que unos profesionales sanitarios tengan que hacer una empresa para competir con grandes empresas del ramo suena a chiste.
Sanidad Pública de Gestión Pública, eficiente y responsable. Si nos preguntan a los profesionales y nos responsabilizan, sin amenazas, sin precarización, somos capaces de hacerlo. Fueron elegidos democráticamente para gestionar el patrimonio de generaciones, no para desmontarlo y venderlo al mejor postor. No pueden evitar esa responsabilidad. Están a tiempo.

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Hacia dónde vamos?

Panel colocado en la calle Preciados de Madrid
Foto original de Vicente Baos
En el momento actual, Madrid es el puchero donde se cuecen todas las reformas sanitarias que se van a proponer en España en los próximos meses o años. La crisis económica, que para las administraciones públicas es una crisis de recursos económicos vía impuestos por la baja actividad económica y un alto coste de la financiación necesaria, supone la excusa perfecta para elegir entre dos caminos posibles. Uno de ellos sería el análisis detallado y la modificación del sistema sanitario, en colaboración con los profesionales implicados y comprometidos con el sistema público, de las fuentes de ineficiencia y gasto superfluo; y la otra, la elegida por los actuales gobernantes impregnados de ideología neoliberal en lo económico y social, que opta por entregar a empresas con ánimo de lucro, en colusión con claros conflictos de intereses, la gestión de todo el sistema público. 
Nuestro sistema sanitario público es barato y muy eficiente para su coste. Estos resultados han estado basados en función de los bajos salarios, a pesar de la alta cualificación obtenida en términos comparativos, y en la equidad en el acceso de todas las capas sociales a una sanidad de calidad. Hasta hace poco era motivo de orgullo internacional. No todo es de color de rosa. Las listas de espera en pruebas diagnósticas y de interconsulta, la masificación de la atención primaria y de los servicios de urgencia están denotando ineficiencias de orden burocrático, de asignación de recursos y de expectativas sociales. Todo esto es abordable desde una óptica de gestión pública. Hay que querer y ponerse a trabajar. Sin embargo, tanto gestores socialistas como populares han sido incapaces, por no saber o por no querer, de abordar los problemas. En atención primaria, respetar un ratio por habitante adecuado -si en Madrid la media es 1500 tarjetas por médico ¿por qué yo tengo 1986?- produciría una mayor satisfacción de la población (en general muy satisfecha según las encuestas) y del profesional (evitar el burnout provoca una mayor dedicación al trabajo). Haber solucionado hace tiempo un modelo de receta por caja, irritantemente asqueroso desde siempre, o modificar las incapacidades temporales de su actual diseño, habría producido una disminución de cargas burocráticas que permita dedicar tiempo a lo esencial. Aumentar los flujos de información sobre las actividades económicas que se generan en la actividad sanitaria sería una manera de abordar su racionalización. Nunca en mis 25 años de trabajo en los centros de salud me han mandado una estadística comparativa del número de derivaciones, análisis o, ni siquiera, cuántos pacientes han fallecido por año, qué tasa de ingreso hospitalario tienen mis hipertensos, diabéticos o cualquier otra enfermedad donde se puede medir el impacto del control de los factores de riesgo, etc. Ejemplos de la impericia e inutilidad de los gestores pasados y presentes, solo fijándose en el gasto farmacéutico, ya enormemente reducido, a pesar de seguir aprobando fármacos de precio alto sin evidencias comparativas que justifiquen su desembolso público. 
Y pasar a la externalización en sociedades mercantiles o directamente, a empresas privadas, ¿mejorará el proceso¿ Nadie lo ha demostrado ni evaluado, lo que si es claro que los trabajadores pasan a tener condiciones inestables y arbitrarias -¿va a haber concurso-oposición y los mejores entrarán a trabajar en las concesionarias?- El afán de lucro en un servicio público, jugar con la codicia humana como motor del desarrollo, el discurso que tanto gusta a los neoliberales, es muy peligroso en los servicios públicos. Imaginad a jueces que cobran más por meter o sacar presos de las cárceles, bomberos que cobran por incendio y policías por porrazos. En sanidad debe haber estándares de trabajo para que nadie se escaquee, un trabajo que se vea retribuido en función a la responsabilidad y dificultad de la tarea y un sistema de incentivos que matice el esfuerzo individual. Para conseguir esto no hay que llamar a ninguna empresa externa. 
Sin embargo, nada va en este camino, abandonado por los que nunca han creído en él, por dirigentes que nunca han usado los servicios públicos porque proceden de las capas sociales que han despreciado lo público en educación y sanidad.

sábado, 5 de mayo de 2012

Con la tartera al Hospital


Los perros también comen en el Hospital de Rivas (Nicaragua)
Foto original de Vicente Baos
«Si uno está en casa, se paga la comida y la calefacción, pero si está en un hospital, no paga nada de esto. ¿Por qué ha de ser así? Francesc Homs, portavoz de la Generalitat. 10 de abril de 2012
«Si una persona está hospitalizada seis, siete, ocho días, tiene una pensión completa y eso en cualquier pensión de cualquier ciudad tiene un coste», explica un alto responsable del Gobierno gallego. 
El propio presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ya avanzó su preferencia de cobrar por cualquier prestación no estrictamente sanitaria, «como ducharse, comer o dormir en los hospitales», para preservar la gratuidad y universalidad de las consultas, pruebas diagnósticas, actividad quirúrgica y material sanitario. 
El goteo de comentarios y globos-sonda por parte de dirigentes políticos autonómicos, liderados por los catalanes, sobre nuevas medidas de recorte del gasto público sanitario no dejan de aparecer. Cuando una medida aprobada tan compleja de aplicar como el copago farmacéutico en función de la renta todavía no está vigente, aparece otra ocurrencia del algún personaje que lo lanza la viento mediático para ver qué pasa. Cobrar por la comida o por las sábanas y toallas nos lleva a las descripciones de la sanidad de los países del tercer mundo.
La alimentación del enfermo hospitalizado es parte de un tratamiento. Hay dietas basales, sin sal, para diabéticos, bajas en proteínas, etc. Se establece un plan dietético, además de farmacológico. Estaría divertido tratar a todos los pacientes con sueroterapia IV, dado que estaría cubierta como medicación y no con comida normal. O bien que los familiares llevaran la comida de sus allegados. Ya sabemos que alguno lo hace bajo cuerda con la disculpa de que la comida del Hospital no es buena o del gusto del enfermo.
Hay muchísimas áreas de ahorro sin llegar a ese esperpento. Es repetitivo, pero hacer una financiación selectiva de los medicamentos disponibles en España ahorraría muchísimo más que las ocurrencias hosteleras de los altos representantes de la España autonómica que seguro que tienen una tarjeta de crédito de representación para "comer bien" y a costa del erario público.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Los conflictos de intereses en las próximas XXXII Jornadas de Economía de la Salud en Bilbao del 15 al 18 de mayo de 2012

Paciente con hipertensión arterial en la consulta de Honduras
Foto original de Vicente Baos con permiso del paciente
Rosa M. Urbanos, profesora de Economía de la Salud de la Universidad Complutense de Madrid ha tenido a bien invitarme a participar en las XXXII Jornadas de Economía de la Salud que se celebrará en Bilbao el próximo día 17 de mayo en la mesa: El buen gobierno en la administración sanitaria: ¿qué implica y cómo contribuye a salir de la crisis? junto a Ricard Meneu e Ildefonso Hernández.
Como anticipo de mi intervención, este es el resumen de las ideas que desarrollaré en la ponencia. 
El médico, independientemente del nivel asistencial y del modelo de gestión en el que trabaje, está interaccionando de forma continua con diferentes intereses. Pueden ser de índole económico, afectivo o intelectual, pero debe intentar ser consciente de ellos para resolverlos de una forma ética.
La industria farmacéutica y sus formas de agasajo al médico como medio de promoción de sus ventas, han sido el clásico ejemplo de conflicto de intereses en la formación médica continuada, en la escritura de artículos científicos y en las decisiones prescriptoras de los médicos hacia sus pacientes. Sin embargo, existen otras formas de conflicto de intereses más sutiles y por ello, más desapercibidas. La Ley de Cuidados Inversos, establecida por Julian Tudor, nos pone delante de nuestro propio espejo ante los conflictos de intereses con los pacientes. La atención a los enfermos de un nivel sociocultural superior es mejor, no solo por razones de estructura social, sino porque la comprensión de las recomendaciones, el cumplimiento terapéutico y otros muchos parámetros, son mejores y además, producen una menor "fatiga" al profesional sanitario. En un contexto de tiempos limitados y opresivos para la atención de los pacientes, la tendencia a la simplificación y concreción casa mal con las necesidades de las personas más ancianas, menos instruidas y, casi seguro, más necesitadas de atención sanitaria.
El modelo de administración sanitaria influye en la gestión de los conflictos de intereses. Trabajando en el entorno público, el sobreesfuerzo profesional para dar una buena atención no se ve recompensado e incluso actúa de "efecto llamada" para una libre elección de pacientes complejos que agravará el problema. En un entorno privado, el incremento de actividad puede aumentar el beneficio económico personal o institucional, y no siempre es adecuado para el paciente. Buscar el equilibrio en todos los entornos para garantizar calidad y compromiso profesional ético es un reto permanente y probablemente, nunca resuelto.

miércoles, 25 de abril de 2012

¿Una BOEfetada?

¿Cómo puede ser que los jóvenes españoles de más de 26 años que no hayan trabajado y cotizado queden fuera de la asistencia sanitaria?

¿Cómo puede ser que a mi paciente diabética tipo 1 marroquí sin tarjeta solo le ponga insulina en situación de cetoacidosis? 

¿Gazapo o estupidez?: " «Artículo 85 ter. Exclusión de la prestación farmacéutica de medicamentos y productos sanitarios. d) Que el principio activo cuente con un perfil de seguridad y eficacia favorable y suficientemente documentado a través de años de experiencia y un uso extenso.

¿Quién lo va a decidir? : "Tampoco se financiarán los medicamentos indicados en el tratamiento de síndromes y/o síntomas de gravedad menor, ni aquellos que, aun habiendo sido autorizados de acuerdo a la normativa vigente en su momento, no respondan a las necesidades terapéuticas actuales, entendiendo por tal un balance beneficio/riesgo desfavorable en las enfermedades para las que estén indicados.»

La financiación selectiva de medicamentos ya estaba aprobada y nunca se efectuó. ¿Ahora va a ser en serio? ¿Quién lo va a decidir? EL HISPANICE que no existe:
"La inclusión de medicamentos en la financiación del Sistema Nacional de Salud posibilita mediante la financiación selectiva y no indiscriminada teniendo en cuenta criterios generales, objetivos y publicados y, concretamente, los siguientes:
a) Gravedad, duración y secuelas de las distintas patologías para las que resulten indicados.
b) Necesidades específicas de ciertos colectivos.
c) Valor terapéutico y social del medicamento y beneficio clínico incremental del mismo teniendo en cuenta su relación coste-efectividad.
d) Racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario en el Sistema Nacional de Salud.
e) Existencia de medicamentos u otras alternativas terapéuticas para las mismas afecciones a menor precio o inferior coste de tratamiento.
f) Grado de innovación del medicamento"

Armonizar las bases de datos de la Seguridad Social, Hacienda y las tarjetas sanitarias para establecer los niveles de pago por la prestación farmacéutica es una complejidad importante. Ahora mismo, las modificaciones de la tarjeta sanitaria por nuevas adscripciones, cambios de domicilio, teléfono u otros datos tardan semanas en hacerse efectivas. ¿Cuánto dinero va a costar y en qué plazo se van a realizar?

Parece una broma decir que los pensionistas que superen el pago máximo por mes van a ser reembolsados a los 6 meses. Es decir seguirán pagando aunque superen el máximo y luego les devuelven ¿en la pensión? Gestión burocrática compleja que suena a chiste. 

Artículos y entradas de blogs imprescindibles:
1.-Sostenibilidad de la sanidad pública: ¿soluciones, propaganda o intereses? http://publicaysostenible.com/2012/04/24/recortes_sanida/

La lectura del BOE ha generado un gran flujo de información y comentarios y bastante desazón. Quizá influido por la visión ayer de la película "La Pianista" de Michael Haneke, esperemos no ver este final.

viernes, 20 de abril de 2012

Yo no apoyo el copago farmacéutico por renta

Reparto de medicamentos en Honduras y ya sé que no es lo mismo que en España.
Foto original de Vicente Baos
Estaría bien dejar claro desde el principio si lo que se pretende con las reformas propuestas es recaudar más dinero o gastar menos desincentivando el uso de medicamentos, supuestamente excesivo que hacen los pacientes y sobre todo, los pensionistas.

Las medidas que ahorran claramente no se toman y pasan inevitablemente por la financiación selectiva de los medicamentos en función de su utilidad y coste-efectividad. Decisiones claras y firmes en este campo, ayudarían sobremanera en esta época. Habría muchos ejemplos, pero voy a poner uno simple y no de los más sangrantes: Si el Estado financia por igual la parte que le corresponde de un antihistamínico como la bilastina que cuesta 12.8 euros y de la loratadina que cuesta 3.11 euros; o bien financia por igual la budesonida nasal de 64 pcg a 3.12 euros que la fluticasona 27,5 mcg nasal a 16.03 euros, se está, estamos,  pagando y repagando entre 4 y 5 veces más por ninguna diferencia clínica o una diferencia clínica (¿?) que no se puede permitir un país a punto de ser intervenido económicamente. Si revisáramos grupo a grupo, si tuvieran la valentía de establecer estándares por grupos haciendo una financiación clara: esto sí, esto no, de forma radical, el Estado ahorraría muchísimo más, sin perder los pacientes ni dinero ni eficacia. Si estamos tan mal como anuncia el Gobierno y no tiene reparos en subir las tasas universitarias a niveles de exclusión social para muchos estudiantes y familias, vamos a jugar a ser duros de verdad. ¿A qué no se atreven?

Implantar electrónicamente en las tarjetas sanitarias la clasificación del nivel de copago va a llevar tiempo y dinero. Se cruzarán los datos de la Seguridad Social y Hacienda (enhorabuena defraudadores que vosotros pagaréis los que menos) y se etiquetará numéricamente o con dígitos la tarjeta sanitaria para que la farmacia, electrónicamente o en el papel, adjudique un nivel de copago. ¿Cada cuanto se revisará? Las situaciones económicas no son permanentes en muchos casos: parado, nivel de ingresos fluctuantes, etc.

Ninguna de estas medidas son desincentivadoras para el consumo de medicamentos. Los médicos y los usos sociales son los que han creado muchas de las necesidades farmacológicas de la población que son innecesarias, pero que ellos consideran imprescindibles. Es muy viejo hablar de que las consultas invariablemente aceleradas de nuestro sistema sanitario provocan un mayor consumo de medicamentos. ¿Alguien piensa que se podría reducir el consumo de fármacos con una atención primaria sosegada? Aburre insistir en este argumento, pero lo único que nos espera en el inmediato futuro es la masificación eterna de las consultas, las prisas, la sensación de que con muchos pacientes podrías tener una mayor comunicación que evitaría el uso de medicamentos. ¿Han oído hablar del poder terapéutico de la comunicación médico-enfermo?
Los propios médicos somos responsables de una gran parte del consumo de medicamentos. El rigor en las indicaciones y aprender a desprescribir en muchos pacientes debería ser una reflexión útil y una toma de posición en todas las especialidades médicas y quirúrgicas. Distinguir con rigor y honestidad profesional lo útil y lo inútil, ayudaría más que cualquier modificación del porcentaje de repago. ¿Invitan las autoridades a los profesionales a participar en las decisiones que faciliten la viabilidad económica del sistema? No, te regañan, te ponen horas gratuitas que no están dedicadas a una mayor atención a los pacientes sino a suplir compañeros para no gastar dinero, condenando a jóvenes médicos al trabajo más que precario o a la emigración.

viernes, 10 de febrero de 2012

Los recortes del gasto en medicamentos de Grecia

El gasto en medicamentos en Grecia durante 2010 fue de 5.600 millones de euros. En 2011, fue de 4.100 millones de euros, cuando se habían presupuestado 3.800 millones de euros. Las estimaciones para 2012 son de 2.800 millones de euros, cuando la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han indicado a Grecia que no debe pasar de 2.100 millones de euros. Reducir el gasto en medicamentos más de un 50% en dos años o es una auténtica proeza o un genocidio. 
En España, no se están planteando cifras concretas de recorte. El gasto en medicamentos ha disminuido, gracias a las medidas tomadas en los últimos años. Los recortes han sido, fundamentalmente, en la medicación por receta. Sin embargo el gasto hospitalario ha ido creciendo de forma exponencial en los últimos años. Juan Simó, en su reciente blog: Salud, dinero y..atención primaria, nos lo está mostrando en sus últimas entradas. Plantear una reducción tan radical del gasto solo puede hacerse a costa de la salud de los griegos, víctimas de la mayor agresión organizada contra un pueblo para pagar la "deuda" generada por mecanismos perversos de financiación, políticos incompetentes y una clase social que evade fiscalmente de su país un dinero que podría evitar el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población. 
Pedro Olalla (escritor y fotógrafo español residente en Grecia) ha difundido un vídeo que se ha hecho famoso en la red: Palabras desde Atenas, donde nos cuenta que los intereses de la deuda para el año 2011 eran de 16.000 millones de euros, lo mismo que el presupuesto que destina Grecia a su sanidad y educación.
Seguir de cerca la situación de Grecia nos puede ayudar a entender y valorar las decisiones que se están tomando en nuestro país. 
Interesante es este artículo donde se desarrolla la política que se está llevando a cabo en Grecia y lo que ocurrió en Argentina. España puede estar entrando poco a poco en esta dinámica.
Mientras pasa todo esto, la farmaindustria helena pide un consenso win-win para su negocio, a la vez que hace la consabida campaña sobre que las marcas son lo mejor, las únicas que garantizan....,bla, bla, bla.