Foto extraída de la página de Facebook del congreso |
Me sentí afortunado cuando recibí la petición de Carmen, una estudiante de Medicina de la Universidad Miguel Hernández, para participar en una mesa redonda sobre homeopatía en el Congreso anual que organizaban en Alicante. Me comentó que me seguía por las redes sociales (blog y twitter) desde hace tiempo y quería que diera mi impresión sobre el tema ante un grupo numeroso de estudiantes.
Se celebró el pasado viernes con una gran asistencia (más de 500 estudiantes). La mesa fue polémica por diversas afirmaciones que realizó el médico defensor de la homeopatía que no voy a detallar ni a comentar.
Mi charla transcurrió en 24 minutos (20 asignados) por lo que tuve que acortar ciertas partes. Repasando he detectado algún error en la estructura de alguna de mis frases, sin mayor importancia. Al presentar una supuesta vacuna homeopática de la gripe comenté su composición de belladona y otras sustancias; en concreto: Anas barbarie 200K, echinacea angustifolia 1D,
influenzinum 15D, belladonna 12D, Gelsemium sempervirens 12D, etc. (juzguen ustedes mismos).
Espero que mi intervención haya ayudado a algunos de los estudiantes de medicina presentes y a aquellos que lo escuchen ahora, a tener una visión más crítica sobre la homeopatía y su influencia en la salud humana.
Interesantísima charla, como siempre. Y además, especialmente útil porque fue dirigida a estudiantes de medicina, que no siempre quieren/pueden examinar de forma crítica la homeopatía. Creo que el "amimefuncionismo" afecta también a algún médico, que acaba dando valor a magufadas como la homeopatía porque un par de pacientes han tenido "éxito" siendo tratados con ella. Es una postura cómoda, cuando no hay tratamiento para algún problema puntual, tener a mano un placebo con tan buena fama como la homeopatía en lugar de afrontar la dura realidad y decirle a un paciente que la solución para su problema no existe o pasa por un cambio de costumbres radical.
ResponderEliminarUn amigo mío, enfermero, dice que para un buen número de enfermedades el placebo sería un tratamiento muy beneficioso porque si bien no cura, sí hace que el paciente se encuentre mejor, y a veces lo único que puedes es paliar. Hay muchas enfermedades así, no hay que irse a ese cáncer terminal, hay muchísimas pequeñas afecciones, desde un catarro hasta alguna alteración digestiva por poner dos ejemplos dispares, para las que no existe cura o bien curarse implica cambios en el estilo de vida que el paciente no está dispuesto a realizar. Para esos casos, disponer de un placebo digamos, "oficial", sería útil para los médicos. Mi amigo insiste en que el efecto placebo debería estudiarse más y usarse de forma terapéutica. Aun estando en contra (creo) de cosas como la homeopatía, cree que hay un lugar terapéutico para el placebo...
Dejando a un lado el hecho de que yo no considero que exista "un buen número de enfermedades" en las que el placebo tendría un lugar como terapia, en principio yo estaría de acuerdo en aumentar el "arsenal" de terapias disponibles no para curar, sino para mejorar la vida de los pacientes. El problema es que el placebo, para funcionar, requiere como mínimo ignorancia y como máximo idiocia (sin ánimo de ofender...). Abrir la puerta de la "oficialidad" a semejantes tratamientos se me antoja muy peligroso. Se trataría, en mi opinión, de admitir que los pacientes son generalmente estúpidos o crédulos y que se les puede engañar para que se sientan mejor. Porque de eso se trata: de engañar. El placebo NO FUNCIONA si se le dice al paciente que es placebo.
Afrontar la realidad es duro, pero creo que una medicina basada en la mentira, en considerar al paciente una simple marioneta que manejar para que no de la lata en consulta, en recetar compuestos inútiles para dar una falsa imagen de curación al paciente, todo eso creo que es peor. Por eso admiro a los médicos que no recetan algo inocuo (no siempre homeopatía, una aspirina puede actuar de placebo, y hay muchos medicamentos con efectos secundarios casi inexistentes que se pueden usar como placebos) para que un paciente se sienta mejor sino que optan por explicar las cosas bien a ese paciente. También entiendo a los médicos que, hartos porque un paciente cuestione sus diagnósticos y tratamientos opte por enchufar Sedatif a ese paciente que sigue con insomnio por culpa de una ansiedad que se niega a tratar, o cosas así. No justifico esta acción, no la comparto, pero puedo entender por qué un médico lo hace (aunque no me parezca bien).
Ya sabes que yo me niego a educar sobre este tema porque creo que la falta de evidencias sobre la efectividad de la homeopatía es abrumadora y de sobra documentada y que cualquier persona con interés puede informarse adecuadamente, porque discutir con fanáticos es un ejercicio de absoluta futilidad, y también porque los que usan homeopatía no pueden causar daño a la salud de los demás en principio, sólo se dañan ellos, pero igualmente te agradezco que tú sí tengas ese espíritu docente al respecto y que dediques tu escaso tiempo libre a contribuir a crear una sociedad más racional.
Muchas gracias, como siempre.
Muy interesante la charla, y lo digo de primera mano. La mesa fue todo un éxito, los alumnos se quedaron con ganas de más.
ResponderEliminarTienes razón, Raúl, cuando dices que discutir con fanáticos es inútil, pero coger a tiempo a los dudosos y los que, con más razón, NUNCA deberían dudar, como son los alumnos de medicina, y futuros profesionales de la misma, es una recompensa grata. Asusta ver, cómo en la práctica diaria, y ya desde la educación sanitaria (desde mi experiencia), hay personas que creen, o no se cuestionan el "amimefuncionismo".
El riesgo de la homeopatía, no es el daño directo que causa, PORQUE NO PRODUCE NINGÚN EFECTO MÁS ALLÁ DEL PLACEBO, sino el daño indirecto, consiguiendo que pacientes abandonen como primera opción la alopatía, y centren sus esperanzas en lo mágico, la panacea.
Al Dr. Baos, muchas gracias, ojalá hubiese habido tiempo para más.
Gracias a los dos.
ResponderEliminarEl uso del placebo como terapéutico no está admitido éticamente fuera de un ensayo clínico autorizado por un comité de bioética. Sería abrir la puerta al engaño oficializado.
La comprensión de los límites de la medicina debe ser conocida por los pacientes.
La vida ofrece muchos "placebos": religión, deporte... cada uno que busque el suyo